viernes, 26 de abril de 2024

Yo estoy con Pedro Sánchez y lo apoyo

He mostrado públicamente mis diferencias con algunas medidas que ha tomado el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y con su política de alianzas en los últimos tiempos. Lo hice por convicción y lealtad y por esas mismas razones quiero expresarle ahora mi completo apoyo, mi solidaridad, mi afecto y mi agradecimiento.

Mi apoyo, ante lo duro que debe ser aguantar tanto insulto e infamia.

Mi solidaridad, porque la derecha no está poniendo límite alguno al ataque personal e inhumano a él y a su familia.

Mi afecto, porque comparto sus ideas progresistas, por encima de las diferencias.

Y mi agradecimiento porque, gracias al gobierno que preside y a pesar de todas las dificultades, se han podido tomar muchas decisiones en beneficio de las personas más desfavorecidas que la derecha siempre ha rechazado

Esta expresión de mis sentimientos que ahora también hago pública es muy modesta. Pero tengo la seguridad de que si fuésemos miles y miles las personas que levantásemos al unísono nuestra voz contra el cainismo y la infamia, contra la política convertida en una constante e inhumana agresión al adversario, y a favor del respeto y la paz como forma de abordar los conflictos, no nos dolería tanto España como ahora nos duele a personas de todas las ideologías.

Toda mi comprensión y todo mi ánimo para el presidente Pedro Sánchez, para su familia y para la militancia del Partido Socialista Obrero Español.

PD.: Suscribo estas palabras del profesor doctor y catedrático de la U. de Sevilla, Juan Torres López.

Buena nutrición y ayuno: un científico italiano da consejos sobre la longevidad. Valter Longo, quien quiere vivir hasta los 120 o 130 años, ve la clave de la longevidad en la dieta —legumbres y pescado— y en el ayuno.

A man with shaggy hair wearing a lab coat, his face and torso lit by the sun in a room otherwise in shadow.
Valter Longo en su laboratorio de Milán, en enero. “Para estudiar el envejecimiento, Italia es increíble”, afirma Longo, un jovial hombre de 56 años. “Es el nirvana”.Credit...Alessandro Grassani para The New York Time
La mayoría de los miembros de la banda DOT seguían el lema de vivir rápido y morir jóvenes. Pero mientras bebían y se drogaban, un estilo de vida habitual en la escena grunge de la década de 1990, después de los conciertos en el Whiskey a Go Go, el Roxy y otros clubes de la Costa Oeste, el guitarrista de la banda, Valter Longo —un estudiante de doctorado italiano obsesionado con la nutrición— luchaba contra una adicción a la longevidad que le duraría toda la vida.

Ahora, décadas después de que Longo abandonara su banda grunge para dedicarse a la bioquímica, el profesor italiano se sitúa con su melena de rockero y su bata de laboratorio en el nexo de unión de las obsesiones italianas por la alimentación y el envejecimiento.

“Para estudiar el envejecimiento, Italia es increíble”, afirmó Longo, un jovial hombre de 56 años, en el laboratorio que dirige en un instituto oncológico de Milán, donde participará en una conferencia sobre el envejecimiento a finales de este mes. Italia tiene una de las poblaciones más envejecidas del mundo, con múltiples regiones con centenarios que tientan a los investigadores en busca de la fuente de la juventud. “Es el nirvana”.

Longo, que también es catedrático de gerontología y director del Instituto de Longevidad de la USC en California, aboga desde hace tiempo por una vida más larga y mejor a través de la alimentación Lite Italian, una de las teorías de una explosión mundial sobre cómo mantenerse joven en un campo que, en sí mismo, aún está en su adolescencia.

Además de identificar los genes que regulan el envejecimiento, ha creado una dieta a base de plantas y frutos secos con suplementos y galletas de col rizada que imita el ayuno para, según él, permitir que las células se deshagan del equipaje nocivo y rejuvenezcan, sin el inconveniente de pasar hambre de verdad. Ha patentado y vendido sus kits de dieta ProLon, ha publicado libros superventas (La dieta de la longevidad) y la revista Time lo ha calificado de influyente “evangelista del ayuno”.

El mes pasado publicó un nuevo estudio basado en ensayos clínicos con cientos de personas mayores —incluidas las de la ciudad calabresa de la que procede su familia— que, según él, sugiere que los ciclos periódicos de su falso ayuno podrían reducir la edad biológica y evitar enfermedades asociadas al envejecimiento.

Su fundación privada, también con sede en Milán, elabora dietas para enfermos de cáncer, pero también asesora a empresas y escuelas italianas, promoviendo una dieta mediterránea que, en realidad, no es común para la mayoría de los italianos.

“Casi nadie en Italia sigue la dieta mediterránea”, afirmó Longo, de maneras desenfadadas y acento italiano. Añadió que muchos niños italianos, sobre todo en el sur del país, son obesos, hinchados con lo que él llama las cinco P venenosas: pizza, pasta, proteínas, papas y pan.

Hace poco, la nutricionista de la fundación, Romina Cervigni, se sentó frente a una pared llena de fotos de Longo tocando la guitarra con personas centenarias y estanterías de sus libros sobre la dieta de la longevidad, traducidos a varios idiomas y llenos de recetas.

“Es muy parecida a la dieta mediterránea original, no a la actual”, dijo, señalando fotografías en la pared de un cuenco de legumbres antiguas parecidas al garbanzo, y de una vaina de frijoles verdes calabresa apreciada por Longo. “Su favorita”.

Longo, que ha dividido su tiempo entre California e Italia durante la última década, ocupó en su día un nicho de mercado. Pero en los últimos años, multimillonarios de Silicon Valley que esperan ser siempre jóvenes han financiado laboratorios secretos. Los artículos sobre bienestar han conquistado las portadas de los periódicos y los anuncios de dietas y entrenamientos para rejuvenecer, protagonizados por personas de mediana edad, pululan por las redes sociales de personas de mediana edad que no están en muy buena forma.

Pero aunque conceptos como la longevidad, el ayuno intermitente y la edad biológica —¡solo se es tan viejo como lo sienten las células!— han cobrado fuerza, gobiernos como el italiano se preocupan por un futuro más apremiante, en el que la creciente población de ancianos agote los recursos de los cada vez más escasos jóvenes.

Image A shelf of red and white books. On the cover of one the books is a close-up of the face of an older woman.

Algunos de los libros de Longo en una estantería en la fundación que dirige.Credit...Alessandro Grassani para The New York Times Y, sin embargo, muchos científicos, nutricionistas y fanáticos de la longevidad de todo el mundo siguen observando a Italia, buscando entre sus regiones de centenarios el ingrediente secreto para la longevidad.

“Probablemente se reproducían entre primos y parientes”, dijo Longo, refiriéndose a las estrechas relaciones en las pequeñas ciudades de las colinas italianas. “En algún momento, sospechamos que eso generó en cierto modo el genoma de la superlongevidad”.

Según su hipótesis, los inconvenientes genéticos del incesto desaparecieron poco a poco porque esas mutaciones mataban a sus portadores antes de que pudieran reproducirse o porque el pueblo detectó una enfermedad monstruosa —como el alzhéimer de aparición temprana— en una línea familiar concreta y se alejó de ella. “Si estás en un pueblo pequeño, lo más probable es que te identifiquen”.

Longo se pregunta si los centenarios italianos habrían estado protegidos de enfermedades posteriores por un periodo de inanición y una dieta mediterránea a la antigua en los primeros años de vida, durante la abyecta pobreza de la Italia rural de la época de la guerra. Después, el aumento de proteínas y grasas y la medicina moderna tras el milagro económico de la posguerra los protegieron de la fragilidad a medida que envejecían y los mantuvieron con vida.

Podría ser, dijo, una “coincidencia histórica que nunca se volverá a ver”.

Los misterios del envejecimiento se apoderaron de Longo a una edad temprana.

Creció en el puerto noroccidental de Génova, pero todos los veranos visitaba a sus abuelos en Molochio, Calabria, un pueblo conocido por sus centenarios. Cuando tenía 5 años, vio en una habitación cómo moría su abuelo, de unos 70 años.

“Probablemente era algo muy prevenible”, dijo Longo.

A los 16 años se trasladó a Chicago a vivir con unos parientes y no pudo evitar darse cuenta de que sus tíos y tías de mediana edad, alimentados con la “dieta de Chicago” de salchichas y bebidas azucaradas, sufrían diabetes y enfermedades cardiovasculares que sus parientes de Calabria no padecían.

“Era en la década de 1980”, dijo, “básicamente una pesadilla de dieta”.

Mientras estuvo en Chicago, a menudo iba al centro a enchufar su guitarra en cualquier club de blues que lo dejara tocar. Se matriculó en el reputado programa de guitarra de jazz de la Universidad del Norte de Texas.

“Peor aún”, dijo. “Tex-Mex”.

Al final entró en conflicto con el programa de música cuando se negó a dirigir la banda de música, así que se centró en su otra pasión.

“El envejecimiento”, dijo, “estaba en mi mente”. Con el tiempo, se doctoró en bioquímica en la UCLA y realizó su formación posdoctoral en neurobiología del envejecimiento en la USC. Superó su escepticismo inicial sobre este campo para publicar en las mejores revistas y se convirtió en un ferviente evangelizador de los efectos de su dieta sobre el envejecimiento. Hace unos 10 años, deseoso de estar más cerca de sus ancianos padres en Génova, aceptó un segundo empleo en el instituto de oncología IFOM de Milán.

Encontró una fuente de inspiración en la dieta pescetariana de Génova y en todas las legumbres de Calabria.

“Los genes y la nutrición”, dijo de Italia como laboratorio del envejecimiento, “son increíbles”.

Pero también le pareció que la dieta italiana moderna —los embutidos, las capas de lasaña y las verduras fritas que el mundo ansiaba— era horrenda y una fuente de enfermedades. Y, al igual que otros investigadores italianos que buscan la causa del envejecimiento en la inflamación o esperan eliminar las células senescentes con fármacos específicos, afirmó que la falta de inversión de Italia en investigación era una vergüenza.

“Italia tiene una historia increíble y una gran cantidad de información sobre el envejecimiento”, dijo. “Pero no invierte prácticamente nada”.

De vuelta a su laboratorio ―donde sus colegas preparaban la “mezcla de caldo” para ratones, de una dieta que imita el ayuno― pasó frente a una fotografía en una estantería en la que se veía una pared rota y se leía: “Nos estamos desmoronando poco a poco”. Habló de cómo él y otros habían identificado un importante regulador del envejecimiento en la levadura, y de cómo ha investigado si la misma vía actuaba en todos los organismos. Dijo que su investigación se benefició de su anterior vida de improvisación musical, porque le abrió la mente a posibilidades inesperadas, entre ellas utilizar su dieta para matar de hambre a células afectadas de cáncer y otras enfermedades.

Longo considera que su misión es prolongar la juventud y la salud, no simplemente aumentar la esperanza de vida, un objetivo que, según él, podría conducir a un “mundo aterrador” en el que solo los ricos podrían permitirse vivir durante siglos, lo que podría obligar a limitar el número de hijos.

En su opinión, un escenario más probable a corto plazo sería la división entre dos poblaciones. La primera viviría como ahora y alcanzaría los 80 años o más gracias a los avances médicos. Pero los italianos tendrían que cargar con unos años largos —y, dado el descenso de la natalidad, potencialmente solitarios— cargados de horribles enfermedades. La otra población seguiría dietas de ayuno y avances científicos y viviría hasta los 100 y quizá 110 años con relativa buena salud.

Practicante de lo que predica, Longo se ve a sí mismo en esta última categoría.

“Quiero vivir hasta los 120 o 130 años. Ahora te vuelves paranoico porque todo el mundo te dice: ‘Sí, claro que tienes que llegar al menos a los 100’”, dijo. “No te das cuenta de lo difícil que es llegar a los 100”. 

Los padrinos alemanes de Pinochet: el papel de los nazis en la dictadura chilena

Fuentes: Rebelión

“Uno de los métodos que Rauff propuso a Contreras era cremar los cadáveres de los desaparecidos en el horno de la fábrica de harina de pescado en San Antonio, EPECH, que pertenecía a la DINA, y en el crematorio canino de Santiago, la Perrera. Rauff, así lo describe un ex-agente de la DINA, fue también en Chile ´el maestro de la solución final’”.

Universidad de Chile lanzó el podcast sobre el criminal de guerra nazi involucrado en la dictadura civil-militar.

Este 19 de abril fue la presentación de este trabajo realizado por el destacado documentalista alemán Wilfried Huismann, que relata la cercanía de Walther Rauff con Augusto Pinochet y su rol en las tareas de la DINA (inteligencia de la tiranía) y el exterminio de opositores al régimen.

El podcast, que fue producido en los estudios de Radio Juan Gómez Millas, fue transmitido por las radios Universidad de Chile y Juan Gómez Millas. Hace tres años, el destacado periodista y documentalista alemán Wilfried Huismann empezó una investigación sobre el papel de Walther Rauff y otros nazis alemanes en la dictadura del general Augusto Pinochet. Por primera vez, ha encontrado testigos directos que testimonian que Rauff, uno de los criminales de guerra más buscados en el mundo, tuvo un rol protagónico en la exterminación de los opositores al régimen del dictador chileno.

El papel de Rauff en la planificación de la Operación Cóndor y su cercanía a Manuel Contreras en la DINA fueron sólo algunos de los temas que profundizó y relató el podcast «Los Padrinos Alemanes de Pinochet», que se lanzó en castellano el viernes 19 de abril de 2024, a las 11 horas, en el auditorio Bueno-Müller de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, FCEI, ocasión en la que hubo un dialogo (entrevista) entre el autor y la profesora Alejandra Carmona Cannobbio, quien ha estado a cargo de la difusión del proyecto.

La versión en castellano del podcast fue producida y remasterizada por Andrés Fuentes Cannobbio en los estudios de la Radio JGM de FCEI y la locución principal fue hecha por Miguel Davagnino.

Huismann explicó que su motivación para investigar sobre el tema se basó en información que recibió de un ex agente de la DINA, cuando en 2018 rodó la serie documental de Netflix sobre Colonia Dignidad.

“Este agente me contó que, en la casa de huéspedes de la Colonia Dignidad, situada en la calle Campo de Deportes en Ñuñoa, habían tenido lugar encuentros entre el general Pinochet y altos ex-nazis, entre ellos Klaus Barbie y Walther Rauff. Esta información despertó mi curiosidad”, afirmó. Junto a ello, se preguntó si aquellos personajes tal vez jugaron un papel en el golpe militar de 1973.

“La mayoría de los historiadores alemanes niegan esta posibilidad, pero nunca se han dedicado a una investigación seria y empírica. Por esta razón empecé a investigar y por primera vez encontré a ex agentes de la DINA que identificaron a Walther Rauff en una foto de 1976, tomada en San Antonio, la única foto de él que existe de este período. Lo vieron en el campo de concentración de Chacabuco, en Rocas de Santo Domingo y en Santiago, en compañía de altos oficiales de la DINA”, agregó Huismann.

Para el documentalista, uno de los hallazgos claves tiene que ver con la cercanía que desde 1956 forjaron Pinochet y Rauff en Ecuador, cuando el primero era agregado militar en Quito.

“En el Tercer Reich, Rauff era director técnico en la central de los servicios de seguridad y en esa calidad era uno de los responsables de seguir la orden de Hitler de asesinar a millones de judíos europeos. En Ecuador, Pinochet convenció a Rauff que se trasladara con su familia a Chile y empezó a dar clases en la Academia de Guerra del ejército chileno. Él y muchos de los exoficiales nazis en Chile siempre creyeron que Chile era el país más apto para una resurrección del nacionalsocialismo”, indicó.

Otro hallazgo, según Huismann, está relacionado con su papel en los planes de desaparición de los opositores al régimen de Pinochet. “Esto me lo confirmó, entre otros testigos, Jorgelino Vergara, mozo y hombre de confianza de Manuel Contreras. Él conoció muy de cerca a Rauff, que tenía la chapa de ‘El Chacal’. Muchas veces Jorgelino lo atendió cuando fue a la casa de Contreras, para discutir con el coronel planes de cómo exterminar a los “comunistas”, relató.

Así, el periodista agregó que, según Vergara, Rauff también ayudó a crear la operación cóndor y planificó métodos para hacer desaparecer a personas y sus cadáveres. “Uno de los métodos que Rauff propuso a Contreras era cremar los cadáveres de los desaparecidos en el horno de la fábrica de harina de pescado en San Antonio, EPECH, que pertenecía a la DINA, y en el crematorio canino de Santiago, la Perrera. Rauff, así lo describe un ex-agente de la DINA, fue también en Chile ´el maestro de la solución final’”.




jueves, 25 de abril de 2024

La libertad llegó en abril hace 50 años.

  La Revolución de los Claveles tumbó en Portugal la dictadura más longeva de la Europa occidental y aceleró la Transición española. La magia de aquel golpe militar pacífico que la población arropó de inmediato se conmemora en libros, conciertos, obras de teatro y exposiciones.

Una revolución es algo serio. Solo los portugueses son capaces de hacerla empuñando claveles y surrealismos. La madrugada del 25 de abril de 1974, el conductor del blindado que encabezaba una columna militar que había salido de Santarém, a unos 80 kilómetros de Lisboa, se detiene ante un semáforo en rojo a la entrada de la capital. Va dispuesto a derrocar la dictadura, pero no a infringir las normas de tráfico. El capitán de caballería Salgueiro Maia, que comandaba aquel grupo de 240 soldados, la mayoría reclutas inexpertos que apenas sabían disparar, le apremia a voces.

- La revolución no se para en los semáforos.

Cinco mil militares implicados en la rebelión se habían movilizado en cuarteles de todo el país tras escuchar a José Afonso cantar Grândola, vila morena en Rádio Renasçença poco después de la medianoche. Cinco horas más tarde, alguien despertó en su casa al fotógrafo Eduardo Gageiro. La historia de Portugal iba a cambiar bruscamente aquel día, pero cuando Gageiro llegó al Terreiro do Paço, la plaza que acaba en el río Tajo, la única certeza era el cordón militar que le cerraba el paso. “Le pedí a un recluta que me llevara junto al comandante de las tropas, le dije que era amigo mío aunque no lo conocía y me permitió pasar”, revive el fotógrafo medio siglo después, sentado en medio de la sala de la Cordoaria Nacional, de Lisboa, a pocos metros de las imágenes que captó aquel jueves de abril.

Su antológica es una de las infinitas actividades que se celebran en Portugal para conmemorar el fin de la dictadura, evocado en libros, obras de teatro, películas, conciertos y exposiciones. “Todo el país se ha movilizado para festejar el 25 de abril”, destacó en la presentación del programa la historiadora Maria Inázia Rezola, presidenta de la comisión conmemorativa creada por el Gobierno para celebrar el medio siglo de libertad. El eco también llegará a España. Ambos países acordaron conmemorar durante 2024 y 2025 la democratización de la península Ibérica con un programa cultural conjunto, que abarca numerosas ciudades.

De vuelta a 1974. Gageiro no conocía al comandante que lideraba aquellas tropas que ocupaban la plaza más simbólica de Lisboa y que se habían sublevado contra la dictadura que se arrastraba desde 1926, pero el comandante sí conocía al fotógrafo. “Yo compro todas las semanas O Século Ilustrado y me gustan mucho sus fotos sobre la gente corriente”, le dijo el capitán Maia. A partir de entonces, Gageiro empezó a disparar. Sus imágenes, junto a las de otros portugueses como Alfredo Cunha o los hermanos Tavares, pronto darían la vuelta al mundo y estos días se pueden ver expuestas en diferentes localidades portuguesas.

La complicidad y el respeto de los rebeldes hacia la prensa fue la primera ruptura respecto al régimen. Casi todo les diferenciaría: el pacifismo, la generosidad, el sacrificio y, sí, el humor. Días antes, el capitán Maia confesó ante Otelo Saraiva de Carvalho, el oficial de artillería que diseñó el plan de operaciones del golpe, que le preocupaba movilizar unas tropas que llevaban pocas semanas de instrucción. “Tu columna será la columna cebo. Lleva la mayor cantidad de material de combate que puedas, blindados, M47, Panhards, MBR, los soldados con casco, metralletas y fusiles automáticos, municiones, todo. ¿Quién se va a oponer a una columna de esas? Nadie sabe que los soldados no saben disparar”, le respondió Otelo. En el triunfo de la sublevación también pesó la picardía y la irreverencia.

Aquellos militares intrépidos e idealistas ni querían imponerse a tiros ni querían el poder para sí mismos. Curtidos en tres guerras coloniales en África, los capitanes estaban hartos de morir y matar. Un sentimiento que reflejó como nadie el escritor António Lobo Antunes, que combatió en África a las órdenes de uno de los grandes líderes de la revuelta, Ernesto Melo Antunes, en su libro Fado Alejandrino, que ahora ha sido adaptado en un montaje del director Nuno Cardoso en el Teatro Nacional São João, en Oporto.

Aquellos militares intrépidos e idealistas no querían imponerse a tiros ni querían el poder para sí “Es una revolución excepcional porque no quería tomar el poder como otras revoluciones de izquierdas, sino devolver la voz al pueblo”, subraya Alfonso Domingo, autor de Mojar la pólvora (La esfera de los libros), donde bucea en el impacto que tuvo en los españoles que fundaron la Unión Militar Democrática (UMD) al final del franquismo. “El 25 de abril es un deslumbramiento para los militares españoles y también para la sociedad, que ve como ese país al que a veces miran por encima del hombro, les ha dado una lección. En España, la Transición se acelera por la Revolución de los Claveles porque los sectores más inteligentes del régimen se dan cuenta de que tienen que evolucionar hacia la democracia”, señala.

Cuando los soldados comenzaron a colocar en sus fusiles las flores rojas y blancas que la camarera Celeste Caeiro había traído del restaurante donde trabajaba, aquel acontecimiento histórico que nadie esperaba recibió un nombre: Revolución de los Claveles. Por la mañana algunas tropas leales a la dictadura se rinden o cambian de bando. Al frente de un carro de combate, el cabo José Alves da Costa desobedece la orden de disparar contra el capitán Maia y sus tropas. No solo fue una orden, un general de brigada iracundo le dice: “O dispara o le meto un tiro en la cabeza”.

Costa no disparó y ahí se ganó la revolución. “En esta historia me fascinó el heroísmo. Salgueiro Maia se sentía incómodo en ese papel. El propio Movimiento de las Fuerzas Armadas no quería tener un liderazgo y tenían claro que lo que hacían era para derribar el poder y dar luego libertad al pueblo para elegir a sus gobernantes. Y después está la historia del mayor antihéroe, el cabo que se niega a disparar contra los rebeldes y que para mí sintetiza todo lo ocurrido”, explica Ricardo Viel, autor del libro La revolución amable, que publicará en mayo la editorial La umbría y la solana, donde también saldrán en otoño La ciudad de los prodigios, la novela de Lídia Jorge inspirada en la revolución, y Fábrica de criadas, de Afonso Cruz.

Salgueiro Maia es tan consciente de la importancia de esa insubordinación del cabo Costa que, cuando vuelve caminando hacia sus hombres junto a la orilla del Tajo, se muerde el labio para reprimir las lágrimas. Y ahí estaba Eduardo Gageiro para disparar y compartir con el mundo aquel instante decisivo de los que hablaba Cartier-Bresson. Lo que estaba ocurriendo en Lisboa llegó a la redacción de Clarín, en Buenos Aires, cuando andaba por allí el periodista Diego Carcedo, que acababa de entrevistar al presidente Perón. En cuanto pudo, Carcedo viajó a Portugal. En La Revolución de los Claveles, que publica este mes Almuzara, relata lo ocurrido entonces y lo que vino después, enriquecido con el material y los contactos que el periodista cultivó durante sus seis años como corresponsal de RTVE en Lisboa entre 1977 y 1983.

Al final del 25 de abril de 1974, Salgueiro Maia logró evacuar sin un rasguño a Marcelo Caetano, presidente del Consejo de Ministros y símbolo de la dictadura, atrincherado durante horas en un cuartel en el Largo do Carmo, donde se apiñaban miles de personas felices por lo que estaban viviendo y rabiosas por lo que habían vivido. El riesgo de linchamiento existió, pero el capitán tuvo la habilidad de sortearlo protegiendo al dictador en un blindado llamado Bula. Al día siguiente, el Movimiento de las Fuerzas Armadas metió en un avión a los jerarcas del régimen rumbo al exilio. El pacifismo de aquella revuelta surgida donde y cuando nadie esperaba sigue pareciendo un milagro. “La dimensión estética de la flor sobre el fusil da la idea que había tras el golpe, los militares no estaban allí para reprimir a nadie”, observa Alfonso Domingo.

El Movimiento de las Fuerzas Armadas que organizó la revuelta, que también se homenajea en el libro 50 Anos de Abril na Galiza (Através) editado por Carlos Pazos-Justo y Roberto Samartim, germinó en la encerrona de las tres guerras coloniales que Portugal libraba en Mozambique, Angola y Guinea-Bissau. Trece años de combates que exigían un esfuerzo épico a hombres mal alimentados y mal pertrechados. Lo peor era percibir el rechazo y la condena de la sociedad portuguesa, que les consideraban uno de los brazos represores del régimen junto a la policía política. Los capitanes que montan el golpe son los oficiales de más alto rango que se juegan la vida en la guerra. Tienen el respeto de sus subordinados, algo que explicará muchas cosas que ocurren el 25 de abril, y la legitimidad que da haberse enfrentado a la muerte durante meses.

Una mujer vende periódicos frente a la estación de Rossio, en Lisboa, con los resultados de las elecciones a la Asamblea Constituyente, el 26 de abril de 1975.

Una mujer vende periódicos frente a la estación de Rossio, en Lisboa, con los resultados de las elecciones a la Asamblea Constituyente, el 26 de abril de 1975.
GUY LE QUERREC (MAGNUM PHOTOS / CONTACTO)

La guerra colonial es una de las razones que provoca, en opinión de Alfonso Domingo, las diferencias entre España y Portugal a la hora de superar sus dictaduras. “En Portugal había tres estructuras organizadas: el ejército, la iglesia y el Partido Comunista, eran los únicos que podían tramar algo porque eran muy jerárquicos. Los militares se dan cuenta en la guerra colonial de que actuaban como un ejército invasor, luchando contra países que deseaban su independencia”.

En los setenta, España no afrontaba ninguna guerra, pero todavía masticaba las secuelas de la que había vivido entre 1936 y 1939. “El fantasma de la Guerra Civil está muy presente. La Unión Militar Democrática no quiere hacer un pronunciamiento que signifique un derramamiento de sangre. Por otro lado, el porcentaje de militares demócratas en el ejército español es ínfimo comparado con el portugués. El ejército era totalmente franquista, se había limpiado después de la guerra”, sostiene Alfonso Domingo.

La guerra colonial explica las diferencias entre España y Portugal a la hora se superar sus dictaduras Los portugueses se rebelaron al principio por razones corporativas y, al ver su fuerza, decidieron avanzar hacia un movimiento político-militar con objetivos que resumieron en tres D: democratizar, descolonizar y desarrollar. En apenas nueve meses montan una conspiración y urden un golpe de estado, que el comandante de artillería Otelo Saraiva de Carvalho se encargará de diseñar en un documento donde se recogen las acciones de la treintena de unidades adheridas a la rebelión.

En 1974 Portugal era un mundo atormentado. “La historiadora Irene Pimentel usa una metáfora poderosa para describirlo antes de la revolución: era un país en blanco y negro. Un lugar triste, pobre, desigual, opresor y donde era complicado soñar con un mejor futuro”, escribe Ricardo Viel en su libro. Cualquier cosa podía ser castigada. Eduardo Gageiro pasó tres meses en la cárcel por una portada de un semanario, donde una viuda enlutada tiraba de las redes de pesca en la playa de Nazaré. En 1962 la localidad portuguesa no era el actual paraíso de los surferos de olas gigantes, si no una villa de marineros y viudas que sobrevivían a duras penas. “Durante el interrogatorio la policía política me dijo que aquella foto era una vergüenza y que debía retratar paisajes en lugar de gente humilde”, rememora el fotógrafo. Le aislaron tres meses en una celda en Caxias, mirando paredes blancas. “Me traumatizó mucho, al salir no podía estar frente a una pared blanca”, rememora.

Aquella dictadura que primero gestionó Salazar y, desde 1968, Marcelo Caetano se asentaba sobre la represión y la persecución de la disidencia política, estudiantil o sindical. Ni siquiera toleraba que se difundiese la realidad. Había que esconder de la imagen pública las viudas pobres y las vidas que mostrasen el fracaso del régimen. No fue blanda. Tenía una poderosa policía política, la PIDE, que almacenó información sobre más de un millón de personas y torturaba sin miramientos con todas las técnicas a su alcance. Casi todo estaba prohibido: reuniones de más de tres personas en la calle, escuchar canciones críticas, usar la palabra sociología, vestir bikini en la playa o tomar Coca-Cola. En el periodo revolucionario que se prolonga hasta noviembre de 1975, cuando un contragolpe encauza el país hacia una democracia ortodoxa cinco días después de la muerte de Franco en Madrid, habría luego objetivos divergentes que avivaron los conflictos y las violencias. Pero el último jueves de abril de 1974, gracias a unos militares demócratas, todo el país abrazó el sueño de vivir en libertad.

Tereixa Constenla es corresponsal de EL PAÍS en Portugal y autora de ‘Abril es un país’ (Tusquets y, en gallego, Faktoría K).

Lecturas

Fado Alejandrino

António Lobo Antunes
Traducción de Mario Merlino Tornini
Random House, 2006
656 páginas, 23 euros
Mojar la pólvora

Alfonso Domingo
La esfera de los libros, 2024
280 páginas, 21,90 euros
La revolución amable

Ricardo Viel
La umbría y la solana
Próxima publicación en mayo

La ciudad de los prodigios
Lídia Jorge

La umbría y la solana
Próxima publicación en septiembre
Fábrica de criadas
Alfonso Cruz
La revolución de los claveles
Diego Carcedo
Almuzara
192 páginas. 19 euros 

La rutina definitiva para el cuidado de la piel de tu cuerpo. Muchas personas prestan mayor atención a la piel de la cara, pero el resto del cuerpo también necesita cuidados. Aquí le mostramos cómo darle lo que necesita.

P: He perfeccionado una rutina de cuidado de la piel de mi rostro. ¿Debería tener algo similar para el resto de mi cuerpo?

Los dermatólogos lo ven todo el tiempo. Los pacientes llegan con una tez impecable, pero debajo del cuello es una historia diferente.

A menudo, la piel de sus cuerpos está tan seca que “parece piel de caimán”, mientras que sus rostros están bien hidratados, dijo el Dr. Ariel Ostad, dermatólogo cosmético de la ciudad de Nueva York. Otros tienen zonas secas en la espalda o manchas oscuras en las manos y los brazos, dijo la Dra. Lauren Ploch, dermatóloga en Aiken, Carolina del Sur.

Muchas personas descuidan el cuidado del cuerpo porque lo que normalmente se muestra es la cara, dijo el Dr. Ploch. Pero la piel del resto del cuerpo necesita tanta atención como la del rostro. Aquí le mostramos cómo darle lo que necesita.

Menos es más
La piel, el órgano más grande del cuerpo, tiene muchas funciones importantes. Regula la temperatura corporal y protege contra problemas como la deshidratación, el daño causado por la luz ultravioleta y la infección con microbios potencialmente dañinos.

Cualquier problema de la piel que pueda ocurrir en la cara (sequedad, acné, daño solar, cáncer de piel) también puede surgir en el resto del cuerpo, dijo el Dr. Ploch.

De hecho, para las personas con tonos de piel más claros, el melanoma comúnmente comienza en el pecho y la espalda en los hombres y en las piernas en las mujeres, dijo el Dr. Ostad.

Cuando se trata de establecer una rutina de cuidado de la piel para el cuerpo, menos es más, afirmó la Dra. Lindsey Bordone, dermatóloga del hospital NewYork-Presbyterian/Columbia en la ciudad de Nueva York.

Los dermatólogos sugieren esta rutina de tres pasos.

Paso 1: Limpiar adecuadamente
La frecuencia con la que te duchas depende de ti. Pero frotar cada centímetro de tu cuerpo con jabón todos los días podría ser excesivo, especialmente si eres propenso a tener la piel seca o eczema, dijo el Dr. Bordone. La mayoría de los jabones contienen tensioactivos, que ayudan a eliminar la suciedad y la grasa, pero pueden degradar la barrera protectora de la piel, provocando sequedad o irritación, dijo el Dr. Ostad.

Por lo general, sólo es necesario enjabonarse todo el cuerpo dos o tres veces por semana, dijo. “Mis pacientes reaccionan dos veces cuando digo esto”, añadió.

Sin embargo, sí es necesario limpiar las zonas que se ensucian o sudan, como las manos, los pies, las axilas, las ingles y los glúteos, todos los días. Y el Dr. Ploch sugiere lavarse todo el cuerpo con jabón diariamente si su trabajo requiere contacto frecuente con personas o gérmenes, como en la atención médica o la educación.

Puede usar gel de baño o barra de jabón, pero asegúrese de que sea un limpiador suave, dijo el Dr. Ploch. El Dr. Ostad recomendó productos con glicerina, niacinamida, urea, ácido hialurónico o ceramidas, que son humectantes o sustancias que atrapan y reponen la humedad de la piel.

Evite los jabones antibacterianos, que pueden destruir las bacterias saludables que viven en la piel y "prepararlo para una infección", dijo el Dr. Bordone. Y manténgase alejado de exfoliantes corporales ásperos y artículos con fragancias que puedan irritar la piel.

Paso 2: hidratar
Aplicar loción o crema por todo el cuerpo, especialmente en brazos, piernas, torso y áreas difíciles de alcanzar como la espalda, es esencial para una piel sana, dicen los dermatólogos.

“Varias veces al día, los pacientes vienen y se quejan de picazón en la espalda”, dijo el Dr. Ploch. "A esto lo llamamos picazón invernal en dermatología".

La hidratación diaria protege y repara la barrera de la piel y la mantiene hidratada, minimizando la probabilidad de sequedad e irritación, dijo el Dr. Ostad.

Es posible que necesites hidratarte con más frecuencia durante los meses de invierno o si eres propenso a tener la piel seca, dijo el Dr. Bordone, o con menos frecuencia si tienes la piel grasa o propensa al acné.

Busque humectantes con ingredientes humectantes similares a los de los limpiadores: ceramidas, ácido hialurónico, urea, glicerina y manteca de karité, todos los cuales retienen la humedad, dijo el Dr. Ostad. Y utiliza productos sin aceite si tienes acné.

El mejor momento para hidratarte es justo después de salir de la ducha y secarte con palmaditas, dijo el Dr. Bordone. Aplique una crema hidratante espesa sobre la piel ligeramente húmeda para ayudarla a retener la humedad durante todo el día.

Paso 3: aplicar protector solar
Siempre debes aplicar protector solar en cualquier área de tu cuerpo que estará expuesta al sol, como la cara, el pecho, los brazos, las piernas y las manos, dijo el Dr. Ploch. A menudo, los pacientes mayores tendrán la piel clara en la espalda y la parte superior de los brazos, dijo, pero "de la manga para abajo, están moteadas y manchadas", lo cual es un signo de daño solar.

La mayoría de los expertos recomiendan utilizar un protector solar con SPF 30 o superior y reaplicarlo al menos cada dos horas.

El uso diario de protector solar protege la piel de los dañinos rayos UV, reduce el riesgo de cáncer de piel y minimiza los signos del envejecimiento, como manchas solares, cambios de pigmentación y arrugas, dijo el Dr. Ploch.

Cuándo consultar a un dermatólogo
Consulte a un especialista si su piel todavía se siente tirante, seca o irritada incluso después de usar un limpiador suave y humectante diariamente, dijo el Dr. Ploch. Podría tener una afección de la piel, como acné, eccema o dermatitis de contacto, que necesite tratamiento.

Si le molestan las arrugas o las manchas solares, los dermatólogos también pueden recomendar procedimientos cosméticos como Botox o tratamientos con láser, dijo.

miércoles, 24 de abril de 2024

El viaje a América Latina que hizo Marie Curie, la única mujer que ha logrado la hazaña de ganar dos premios Nobel

Marie Curie en su laboratorio.


El 18 de agosto de 1926, Guimarães Rosa, Juscelino Kubitschek y Pedro Nava, quienes tenían entre 18 y 24 años, asistieron a una conferencia sobre la radiactividad y su aplicación en el tratamiento del cáncer en el auditorio de la facultad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), en Belo Horizonte, Brasil.

No fue una conferencia cualquiera. Ese día, la facultad recibió la ilustre visita de Marie Curie, entonces de 59 años.

La científica polaca, nacionalizada francesa, ganó dos veces el premio científico más importante del planeta, el Premio Nobel: el primero, en Física , en 1903, y el segundo, en Química , en 1911.

La visita de Marie Skłodowska-Curie a Brasil duró 44 días: del 15 de julio al 28 de agosto de 1926.

Y este es el relato del único viaje que la científica hizo a América Latina.

Una celebridad

Llegó a Río de Janeiro en barco desde Marsella el 15 de julio de 1926. Lo hizo en el Pincio, un lujoso barco a vapor, en compañía de su hija mayor, Irène, que trabajaba como su secretaria privada.


En ese momento, Marie Curie ya era viuda del físico francés Pierre Curie. Su marido murió tras ser atropellado por un carruaje el 19 de abril de 1906, mientras cruzaba una concurrida calle de París.

Madre e hija fueron recibidas en Brasil por un comité formado, entre otros personajes destacados, por los médicos Juliano Moreira, uno de los pioneros de la psiquiatría en Brasil, y Roquette Pinto, uno de los padres de la radiodifusión.

Durante su visita, Marie Curie estuvo acompañada por Bertha Lutz, entonces presidenta de la Federación Brasileña para el Progreso de las Mujeres y una de las mayores activistas en la lucha por los derechos políticos de las mujeres brasileñas.

"Madame Curie llegó a Brasil como una estrella. Siempre había un carruaje de lujo reservado para ella y su hija. Fue tratada como un ser divino", dice João Pedro Braga, posdoctorado en Química de la Universidad de Princeton y coautor del libro, junto a Cássius Klay Nascimento, "La visita de Marie Curie a Brasil" (2017).

"En los lugares que visitó, la gente vestía la ropa más elegante, la última moda en París. Marie Curie vestía, como observó Pedro Nava, un 'traje grasiento'. Siempre fue una mujer sencilla".

Por una serie de doce conferencias, Marie Curie cobró 75.000 francos (el equivalente actual a US$85.000): una parte que le entregó el gobierno francés antes del viaje y otra del gobierno brasileño que le entregaron al llegar a Río.

Marie Curie y su hija Irène visitan el Pan de Azúcar en Rio de Janeiro.

FUENTE DE LA IMAGEN,COLECCIÓN JOÃO PEDRO BRAGA

Pie de foto,

Marie Curie y su hija Irène visitan el Pan de Azúcar en Río de Janeiro.

Cansadas del viaje en barco, que duró 13 días, Marie e Irène se dirigieron directamente al Hotel dos Estrangeiros, en Flamengo. Mientras Marie se acostaba a descansar ya sentía los efectos nocivos de la exposición prolongada a la radiación), Irène se puso un traje de baño y se dio un baño en el mar.

El 17 de julio, Marie Curie escribió una carta a Ève, la hija más joven que se había quedado en París. Entre otras cosas, elogió la habitación del hotel, que calificó de “muy bonita”, y se quejó del ruido de los tranvías.

A pesar de su aversión a la prensa, ya que los tabloides franceses expusieron su relación amorosa con un hombre casado, Paul Langevin, la científica concedió una entrevista al diario O Paiz.

La primera de las doce conferencias tuvo lugar el 20 de julio, en la sala principal de la Escuela Politécnica, y fue transmitida por Rádio Sociedade do Rio de Janeiro, la primera emisora de Brasil, inaugurada tres años antes.

Muchos estudiantes, por falta de espacio, no pudieron asistir a la presentación. Hubo un inicio de agitación y, por ello, las siguientes conferencias fueron trasladadas a la planta baja de la institución.

Entre una conferencia y otra, Marie Curie visitó los atractivos turísticos de la ciudad, como el Pan de Azúcar,, Corcovado y el Jardín Botánico, y se trasladó a municipios vecinos, como Petrópolis, Vassouras y Barra do Piraí.

En São Paulo visitó Butantan, viajó a Águas de Lindóia y asistió a un baile en su honor

Marie Curie de visita en Belo Horizonte en 1926.

FUENTE DE LA IMAGEN,CEMEMOR

Pie de foto,

Marie Curie de visita en Belo Horizonte en 1926.

Con dos agujas en su maleta

Luego, tras una larga travesía en tren, llegó a Belo Horizonte el 16 de agosto de ese año, acompañada todo el rato por su hija, la doctora Irène Joliot-Curie, quien a su vez también recibió el Premio Nobel de Química en 1935. Allí estuvo dos días.

En la capital de Minas Gerais se hospedó en el Grande Hotel Internacional, donde hoy funciona el Edificio Arcângelo Maletta. Allá dictó la conferencia en la facultad de Medicina a la que Pedro Nava asistió junto a Guimarães Rosa y Juscelino Kubitschek.

"Era pequeña de estatura. Llevaba un vestido negro y una falda que arrastraba. Siempre aparecía con la misma ropa, el pelo mal peinado, mal peinada, las manos rojas muy maltratadas y vi sus botas de tacón bajo con sólo el botón superior abotonado" , describió el médico y escritor Pedro Nava en Beira-Mar (1978), en el cuarto volumen de sus memorias.

“Pero cuando enseñaba, se transformaba y con sus palabras la estancia se iluminaba aún más, como si a unos rayos de uranio, chispas radiactivas y ferromagnéticas atravesaran sus paredes”, añadió Nava.

En ese tiempo en Minas Gerais, visitaron el Instituto de Radio de Belo Horizonte, inaugurado cuatro años antes. El centro fue creado para combatir el cáncer en Brasil con el uso de la radioactividad y fue el primer hospital de este tipo en el país.

La premio Nobel llevaba en su maleta dos agujas de radio, de las que se usaban para la irradiación de tumores, para donarlas a este centro.

Luego, con recursos públicos, el instituto compró radio proveniente de Francia con sus certificados correspondientes de dosificación firmados por Marie Curie.

Una de las fotografías tomadas durante su visita a Brasil fue precisamente en este centro, hoy perteneciente al Hospital de Clínicas de la UFMG.

Madame Curie (sentada) visita o Museu Nacional em 29 de julho de 1926.

Madame Curie (sentada) visita o Museu Nacional em 29 de julho de 1926.

FUENTE DE LA IMAGEN,MUSEO NACIONAL DE BRASIL

Pie de foto,
Madame Curie (sentada) visita el Museo Nacional el 29 de julio de 1926.


En ese estado también visitó las ciudades de Sabará y Lagoa Santa.

La visita de Curie apareció en la presa local. El Diário de Minas contaba que la científica fue recibida con gran cariño, pues el mundo científico sentía por ella una gran admiración.

“Todos los homenajes que se le hacen son verdaderamente merecidos y tanto más espontáneos en cuanto que la envuelve un suave aura de simpatía debido a la conmovedora sencillez que la caracteriza”, recogía la prensa.

Luego, Marie e Irène Curie regresaron a Río el 18 de agosto y de allá partieron rumbo a Marsella, Francia, el 28 de agosto.

El mismo año de su visita a Brasil, fue la boda de Irène con Frédéric Joliot, con quien se alzó con el Nobel años después por sus investigaciones de la radioactividad artificial.

"En la presentación de nuestro libro en polaco, los nietos del matrimonio Curie, Hélène y Pierre, dijeron que su padre, Frédéric, siempre cuestionaba en broma el hecho de que, justo el año de su boda, la futura novia, Irène, se quedara en Brasil durante tanto tiempo", afirma João Pedro Braga, coautor de "La visita de Marie Curie a Brasil".

Prohibido para las mujeres

María Salomea Sklodowska, la futura Madame Curie, nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia.

En su país, las instituciones de educación superior cerraban sus puertas a las mujeres, así que fue a Francia para seguir sus estudios junto a su hermana.

Entró en La Sorbona con 23 años y pronto se destacó y fue invitada por el profesor Gabriel Lippmann a trabajar en su laboratorio.

También fue allí, en la capital francesa, donde conoció a su futuro marido, el físico Pierre Curie.

Los dos se casaron el 26 de julio de 1895 y tuvieron dos hijas: Irène y Ève. La más joven fue la única de la familia que no siguió una carrera científica. En lugar de química o física, trabajó en música. Era pianista.

El primer Premio Nobel llegó en 1903. Pierre y Marie Curie ganaron el premio junto con Henri Becquerel. Fue Becquerel quien descubrió que los minerales de uranio emitían una extraña forma de radiación.

No fueron a Estocolmo a la ceremonia del Nóbel. Pierre ya sentía los efectos de la exposición excesiva a la radiación y tenía tanto dolor en las piernas que a veces pasaba días en cama sin poder levantarse. Le dolían tanto las manos que apenas podía escribir.

La muerte de su marido en 1906 conmovió profundamente a Marie Curie.

Marie Curie y Pierre Curie.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

Marie Curie y Pierre Curie.

Un hito doble

En 1911, Marie Curie ganó el segundo Premio Nobel. Ella sola descubrió dos elementos radiactivos: el polonio (llamado así por su tierra natal) y el radio.

Después de ser la primera mujer en ganar el Premio Nobel, Marie Curie también se convirtió en la primera científica en ganar dos veces el famoso premio.

El comité del Nobel de Química sugirió que la científica rechazara el premio debido a su romance con el físico Paul Langevin. Aunque Marie era viuda, Paul estaba casado.

"Marie Curie fue perseguida por el núcleo más conservador de la sociedad. Algunos grupos reaccionarios decían que debía ser expulsada de Francia", dice João Pedro Braga.

Hubo quienes pensaron en no dárselo o evitar que acudiera a la ceremonia por esto.

Marie Curie escribió una carta a comité del Nobel: "El premio fue concedido por el descubrimiento del radio y del polonio. No existe ninguna conexión entre mi trabajo científico y mi vida privada."

La primera

A lo largo de su carrera, Marie Curie se acostumbró a ser la primera en muchas cosas. Entre otras hazañas, se convirtió en la primera mujer en recibir el título de médico; la primera profesora en enseñar en la Universidad de la Sorbona; y la primera mujer en ser enterrada en el Panteón de París.

Pero también tuvo rechazos. No la dejaron ingresar en la Academia de Ciencias de Francia. Tampoco a su hija Irène. La mayoría de sus miembros se oponían a la elección de una mujer.

"Marie Curie es una inspiración para las mujeres que hacen ciencia. Era una persona inusual que enfrentaba dificultades simplemente por ser mujer. A pesar de su dedicación y compromiso, sufrió misoginia y xenofobia", dice la socióloga e historiadora Cristina Araripe Ferreira, doctora en Historia de las Ciencias y de la Salud.

"La mayor contribución de Marie Curie a la ciencia fue el descubrimiento de nuevos elementos radiactivos", dice el físico Roberto de Andrade Martins, doctor en Lógica y Filosofía de la Ciencia por la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp).

"Descubrir un nuevo elemento no es algo sencillo. Los científicos se basan en hipótesis y conjeturas. La ciencia no se compone sólo de éxitos. Hay mucho ensayo y error", apunta de Andrade.

Tan solo 8 años después de su viaje a Brasil, en mayo de 1934, se sintió mal y no volvió al laboratorio nunca más. Se sentía agotada y enferma, con pérdida de visión y zumbidos en los oídos. Murió poco después, el 4 de julio de 1934, con 66 años. La causa de la muerte fue anemia aplásica.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c2l7qg0dzz7o

La apuesta de US$665 entre dos magnates de la minería que hace dos siglos revolucionó el mundo del transporte terrestre

Personas bajándose de un tren en Londres.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,La manera cómo millones de personas se transportan hoy en día en todo el mundo nació en un en un sitio para nada concurrido y casi desconocido para muchos.

No fue en la ajetreada Londres ni en la bulliciosa Berlín y tampoco en la concurrida Tokio: los viajes matutinos al trabajo no nacieron en una ciudad importante.

Todo comenzó en lo alto de un valle de Gales (uno de los cuatro países que forman el Reino Unido) cuando los Elon Musk y Mark Zuckerberg del siglo XIX apostaron sobre si se podía lograr que una máquina de vapor se moviera por sí misma.

En 1804 se hizo historia cuando un motor desarrollado por el inventor británico Richard Trevithick se desplazó por sus propios medios sobre rieles.

"Fue un momento que cambió el mundo para siempre", afirma el historiador Dan Snow.

Cuadro que retrata la primera locomotora  

Cuadro que retrata  la primera locomotora

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
La primera locomotora desarrollada por el británico Richard Trevithick no se parece mucho a las que utilizamos hoy.

El punto de partida 

Los orígenes del Expreso de Oriente, del Transiberiano, del Hogwarts Express y Thomas The Tank Engine (Thomas y sus amigos) se remontan a la modesta locomotora de Trevithick, considerada por los expertos como la primera del mundo.

"Hasta ese momento, casi todo el mundo vivía y moría en un radio de 18 kilómetros de donde nacieron y lo más rápido que cualquiera podía ir era la velocidad de un caballo a galope", añade Snow.

"Mire el mundo ahora. Muchos tienen familias en otras regiones, la gente se casa con personas de diferentes partes del mundo y trabajamos junto a personas de todo el planeta. Los trenes, autobuses, automóviles e incluso aviones nos llevan a trabajar”, apunta.

"Fue un momento extraordinario para la raza humana, un avance tecnológico masivo. Esa revolución comenzó en (el pueblo galés de) Merthyr Tydfil”, agrega.

"Lo mejor es que esto ocurrió en respuesta a una apuesta entre los empresarios ricos, los Elon Musk y Mark Zuckerberg de la época", dice Snow.

Imagen del Hogwarts Express 
Imagen del Hogwarts Express

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTTY IMAGES

Pie de foto,

Famosos ferrocarriles como el Hogwarts Express deben su nacimiento al inventor británico Trevithick.

¿Cuál fue la primera locomotora ferroviaria?

Trevithick ya había sido pionero en máquinas de vapor fijas para la minería y la industria. Por su parte, el empresario siderúrgico galés Samuel Homfray compró las patentes de sus invenciones y las llevó a sus fábricas en Gales.

"Trevithick ya había creado una locomotora llamada Puffing Devil (El diablo hinchado) en 1801, que era básicamente un tren de vapor para carreteras que se movía por sus propios medios”, recuerda Snow.

"Pero se incendió y quedó destruida, así que eso realmente no funcionó. Tenía máquinas de vapor estáticas funcionando, pero soñaba con hacer que los vehículos se movieran sin caballos", narró.

Homfray animó a Trevithick a colocar una máquina de vapor sobre una locomotora que pudiera viajar por los rieles de un tranvía recién instalado en la zona, el cual comunicaba sus fábricas con un muelle, a 16 kilómetros de distancia, para facilitar la salida del hierro.

Richard Crawshay, un magnate rival del hierro, puso en duda que la idea pudiera llevarse a cabo, por lo que él y Homfray hicieron una apuesta de 500 guineas (unos US$665, que entonces era el ingreso estimado de una persona en toda su vida) sobre si funcionaría.

La reina Isabel III viendo la replica de la primera locomotora. 

La reina Isabel III viendo la replica de la primera locomotora.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,La fallecida reina Isabel II visitó en 1985 la replica de la primera locomotora, la cual se conserva en un museo de Gales.
¿Cuándo funcionó?

Después de aproximadamente 12 meses de construcción, la innovadora locomotora de cinco toneladas sin nombre de Trevithick se puso en funcionamiento el 21 de febrero de 1804 y transportó a 70 personas y 10 toneladas de hierro a lo largo de las orillas del río Taff (a unos 250 kilómetros al oeste de Londres).

"Seguimos nuestro viaje con la máquina... la máquina, mientras funcionaba, avanzaba casi cinco millas por hora (8 kilómetros por hora). No se puso agua en la caldera desde el momento en que empezamos hasta el final de nuestro viaje. El carbón consumido fue de dos quintales (200 kilogramos)", afirmó luego el inventor.

En el viaje de regreso, un perno de lo que hoy se conoce como locomotora Penydarren se rompió, lo que provocó una fuga en la caldera.

El incendio tuvo que ser sofocado, por lo que la máquina no regresó hasta el día siguiente.

La innovadora locomotora también rompió los rieles, ya que era muy pesada y luego se convirtió en una locomotora estacionaria que impulsaba un martillo de forja en la fábrica de Homfray.

"Trevithick demostró que una locomotora no sólo podía moverse por sí misma, sino que podía arrastrar una carga a una distancia significativa", dice la curadora principal del Museo de Gales, Jennifer Protheroe-Jones.

"También silenció a los escépticos que sentían que las ruedas de hierro liso no serían capaces de agarrarse a pistas de hierro liso. Trevithick demostró que sí podía”, agrega.

"Realmente fue el comienzo de una revolución en el transporte ferroviario. La locomotora Penydarren es la bisabuela de todos los trenes, ya que aquellos comienzos primitivos fue donde comenzó todo", remató.

Retrato de Richard Trevithick 

Retrato de Richard Trevithick

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
El inventor Richard Trevithick soñaba con construir una máquina que fuera capaz de moverse sin caballos para transportar personas y cargas

¿Por qué apareció en Gales?

Gales es considerada una de las primeras naciones industriales del mundo y el sur del territorio fue un centro de innovación, pues de sus valles se extraía carbón que era enviado a todo el mundo.

"Algo extraordinario estaba sucediendo en Gales hace 200 años, cuando básicamente se convirtió en la primera región del mundo en industrializarse, y eso cambiaría el mundo", dice Snow.

"La forma en que todos vivimos ahora: en nuestras fábricas, nuestros desplazamientos, nuestras vidas mecanizadas, trabajando en industrias globalizadas, todo comienza en Gales y en (la región inglesa de) West Midlands", sentencia.

Merthyr Tydfil era el centro de producción de hierro y, a principios del siglo XIX, era la ciudad más poblada de Gales.

Trabajadores de todo el mundo, incluido Trevithick, vinieron a trabajar a la industria siderúrgica y minera.

"Gales fue uno de los grandes crisoles de la Revolución Industrial, que arrasó Europa y más tarde el mundo", añade Protheroe-Jones.

"Gales era el centro mundial de la producción de hojalata y hierro, por lo que aquí estaban sucediendo grandes cosas y los inventores venían a desarrollar sus ideas. Gales, en ese momento, era uno de los grandes centros del avance tecnológico", remata.

Fotografía en blanco y negro de Gales en el siglo XIX 
Fotografía en blanco y negro de Gales en el siglo XIX

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
A principios del siglo XIX Gales era un importante centro económico y tecnológico, debido a los minerales que guardaba en sus entrañas.

¿Quién construyó la primera locomotora?

Aunque Trevithick inventó la primera locomotora de ferrocarril del mundo, George Stephenson es ampliamente considerado como el padre del ferrocarril.

Stephenson construyó la primera locomotora de vapor para transportar pasajeros en una línea ferroviaria pública (el ferrocarril de Stockton y Darlington) en 1825, antes de abrir la primera línea pública interurbana del mundo, el ferrocarril de Liverpool y Manchester 1830, cinco años después.

"Stephenson perfeccionó la idea de un ferrocarril, de principio a fin", dice Snow.

"No sólo inventó el motor, sino que inventó las vías, las señales, los protocolos: inventó los viajes en tren interurbanos”, agrega.

"Por eso se le recuerda como el padre de los ferrocarriles, pero Trevithick es sin duda el abuelo", aclara.

Un tren bala entrando a París

Un tren bala entrando a París

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,Los trenes actuales no se asemejan en nada a la primera locomotora, la cual tuvo sus orígenes en una máquina para la industria minera.

Trevithick, hijo de un gerente de mina, no tenía formación académica, pero mostró un talento de ingeniería intuitivo que ha hecho que los historiadores lo describan como un inconformista.

"Trevithick no tuvo tan buena publicidad como Stephenson, que era excelente auto promocionándose", asegura Protheroe-Jones.

"Pero su logro supera al de Stephenson porque demostró que una locomotora de vapor era un artilugio viable y podía ser económicamente útil”, razona.

"Los desarrollos de Stephenson y todas las demás innovaciones ferroviarias descansan sobre los hombros de Trevithick, quien inventó la primera máquina de vapor que podía moverse sola y arrastrar una carga", zanja.

Pese a sus muchos inventos Trevithick, quien tuvo seis hijos, no tuvo suerte en el mundo de los negocios y murió sin un centavo a la edad de 62 años en 1833.

Y terminó enterrado en una tumba anónima.