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miércoles, 20 de marzo de 2013

Volveré Mañana: Federico García Lorca. Muestra-Homenaje en Nueva York, entre el 5 de abril y el 21 de julio.

Imagen: Federico García Lorca, en la Universidad de Columbia, donde escribió «Poeta en Nueva York»

A mediados de julio de 1936, cuando Federico García Lorca estaba preparando la publicación de «Poeta en Nueva York», el poeta granadino se acercó a la sede de la editorial Cruz y Raya para visitar a su editor, José Bergamín. Ante la ausencia de Bergamín, Lorca dejó en su mesa el borrador de su libro de poemas, un compendio de páginas -algunas mecanografiadas, otras escritas a mano- cuajado de borrones, tachones, aclaraciones y notas al margen.

Sobre el volumen reposaba una breve misiva escrita a mano en la que Lorca decía «Querido Pepe: He venido a verte. Creo que volveré mañana. Abrazos de Federico». Sin embargo, Lorca nunca regresó.

Tras el estallido de la Guerra Civil, Lorca viajó a Granada para estar con su familia. Un mes después, el poeta y dramaturgo sería ejecutado por ser republicano y homosexual, y su cuerpo enterrado (Yo diría arrojado) en una fosa común.

En Madrid, Bergamín decidió exiliarse. Con él se llevó el manuscrito de Lorca, que acabaría siendo publicado póstumamente en 1940. Misteriosamente, el manuscrito desapareció poco después. Cambió de manos con tanta frecuencia que se le perdió la pista hasta que en 1999 fue redescubierto y adquirido por la Fundación García Lorca unos años después.

Ahora, por primera vez, el manuscrito va a ser exhibido en Nueva York, una ciudad en la que Lorca residió 9 meses entre 1929 y 1930 y que lo inspiró para escribir un poemario sobre la frialdad de la sociedad moderna e industrial y las injusticias que de ella nacen.

El volumen será la atracción principal de «Volveré mañana: Federico García Lorca/Poeta en Nueva York», una muestra que se podrá visitar entre el 5 de abril y el 21 de julio en las salas de la icónica Biblioteca Stephen A. Schwarzman.

Junto al original se podrán ver dibujos, fotografías y cartas del poeta; algunos objetos personales como su pasaporte, su guitarra o su tarjeta de la biblioteca; además de una serie de recuerdos en los que ver «las huellas de “Poeta en Nueva York” y de Nueva York en un poeta», como señala la biblioteca. -«Acercar la figura de Lorca»- «Acercar la figura de Federico García Lorca a la ciudad que lo recibió es una idea excelente», señala María José Luján.

Para esta hispanista y académica del Manhattanville College, la exposición es una oportunidad única para ver más allá del Lorca autor y conocerlo como «persona, como ser humano, destacando su sensibilidad con la belleza y la categoría humana».

En torno a la muestra tendrá lugar el festival «Lorca en Nueva York: Una celebración». Su nutrido programa incluye un concierto de Patti Smith en homenaje al cumpleaños de Lorca, representaciones de la obra para títeres de cachiporra «Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita. Farsa guiñolesca en seis cuadros y una advertencia», una noche de espectáculos con lectura de poemas, representación de fragmentos de sus obras de teatro y actuaciones musicales de las canciones favoritas de Lorca; y la conferencia «Lorca y Nueva York: algunos recuerdos a través de los años», impartida en la Universidad de Columbia por Gonzalo Sobejano, entre otros muchos eventos más.
Fuente: www.abc.es

sábado, 27 de julio de 2019

90 años de Lorca en Nueva York

Eduardo Robaina La Marea

El 26 de junio de 1929 el joven granadino desembarcó en la ciudad de los rascacielos, donde vivió hasta principios de 1930. De esta experiencia nacería más tarde una de sus obras más aclamadas: 'Poeta en Nueva York'.

«New York me parece horrible pero por eso mismo voy allí. Creo que lo pasaré muy bien». Así hacía saber Federico García Lorca el 6 de junio de 1929 a su amigo Carlos Morla Lynch que se marchaba. Y continuaba: «¿Te sorprende? A mí también me sorprende. Yo estoy muerto de risa por esta decisión. Pero me conviene y es importante para mi vida». Decidió partir para romper con aquello que le hacía sentirse «deprimido y lleno de añoranzas», como confesaría al mismo amigo. Esos sentimientos venían dados por su relación con el joven escultor Emilio Aladrén, y sus padres, preocupados por el estado anímico de su hijo, aceptaron que pasara unos meses fuera, oportunidad que aprovecharía para aprender inglés.

De Granada partió a Madrid. Luego París y después Reino Unido. Tras un fugaz paso por Oxford, Lorca llegó a Southampton el 19 de junio, donde puso rumbo a Nueva York. Era su primer gran viaje al extranjero, pero no iba solo. Le acompañaba su buen amigo Fernando de los Ríos, profesor y político. Ambos se embarcaron en el transatlántico RMS Olympic, gemelo del Titanic. Hoy volar es un privilegio en lo económico, pero, sobre todo, un elemento democratizador. Unas pocas horas separan a las personas de conocer mundos totalmente opuestos. Ocho horas entre Madrid y Nueva York. El poeta granadino, que nunca llegó a viajar en avión, tal vez hubiese deseado entonces subir a uno. Él y de los Ríos tardaron seis días.

Aunque el desembarco estaba previsto para el día 25, la niebla retrasó el ansiado momento 24 horas más, tal y como recoge el pasaporte del propio poeta, publicado en el libro Federico García Lorca en Nueva York y La Habana: cartas y recuerdos (Galaxia Gutenmberg, 2013). Una travesía de «seis días de sanatorio», en los que Lorca se puso como le contaba a sus padres: «Como a mí me gusta estar, negro negrito de Angola».

Pasaporte del poeta. Archivo FGL. De C. Maurer y A. Anderson, FGL en Nueva York y La Habana, Galaxia Gutenberg, 2013.

Era miércoles, y en el puerto les esperaban, entre otros, Federico de Onís y Ángel del Río, máximos apoyos de Lorca en la gran urbe. El dramaturgo, ya de renombre tras haber cosechado el éxito en 1928 con Romancero gitano, pronto quedó fascinado con lo que veía, y así se lo transmitió, tan rápido como pudo, a su familia por carta.

–»París y Londres son dos pueblecitos si se comparan con esta Babilonia trepidante y enloquecedora»–, símil que extendió a su Granada: «En tres edificios de estos cabe Granada entera. Son casillas donde caben 30.000 personas».

Entonces, Nueva York ya era la ciudad de los rascacielos de infarto; la metrópolis de ritmo trepidante y gente extravagante . Es 2019, han pasado 90 años desde que Federico García Lorca fuese por primera (y última) vez, y las construcciones kilométricas no solo no cesan, sino que convierten a quienes pasan por allí en espectadores y espectadoras de una suerte de concurso por ver cuál alcanza antes las nubes.

Montaje. Lorca junto al Sundial en 1929, y una foto del lugar en la actualidad. EDUARDO ROBAINA / FUNDACIÓN FGL.

Federico –forma con la que acostumbraba firmar cuando escribía a su familia–, tuvo tres hogares durante su estancia en Estados Unidos. A principios de julio, previo pago de 50 dólares, se instalaba en la residencia Furnald Hall, en el campus de la Universidad de Columbia. Su cuarto, el 617, quedaba ubicado en la sexta planta, desde donde veía a los jóvenes jugar al rugby y disfrutaba de las vistas que ofrecía Manhattan. Aquel césped al que dirigía su mirada Lorca está repleto hoy de estudiantes que descansan tumbados mientras la verde hierba los abraza, aprovechan los rayos de sol para hacer deporte, o simplemente comen. Allí convergen miles de jóvenes, cuya mezcla de mundos, culturas y vivencias tanto maravillaba al poeta.

El inmenso espacio está presidido por unas grandes escalinatas que llevan hasta la imponente biblioteca universitaria. A su alrededor, las múltiples residencias y escuelas. En el centro, fácilmente visible, la base de lo que en el pasado fue un reloj solar con el que García Lorca se fotografió varias veces. Ahora, la asociación granadina Carpe Diem ha pedido al gobierno de la ciudad una estatua del poeta sobre ese lugar.

Allí también se encuentra la Escuela de Estudios Generales, entonces conocida como Escuela de Verano de Columbia, en la que Lorca, cumpliendo con uno de los motivos de su aventura, se apuntó a clases de inglés para extranjeros. Aquello no duró mucho y en octubre las abandonó, hecho que contribuyó a que sus capacidades lingüísticas con el idioma de Shakespeare no pasaran del mero chapurreo.

Mural de Lorca en pleno Manhattan, obra del grafitero granadino El Niño de las Pinturas. EDUARDO ROBAINA.

En septiembre, con el inicio del nuevo semestre, el dramaturgo se mudó a John Jay Hall, una residencia próxima a la anterior. Su nuevo cuarto se situaba en el piso 12, desde donde era capaz de ver «todos los edificios de la universidad, el río Hudson y un lejano panorama de rascacielos blancos y rosados». «A la derecha, tapando el horizonte, un gran puente en construcción, de fortaleza y agilidad increíbles». Este último, ya acabado, es el puente de George Washington, responsable en la actualidad de conectar las ciudades de Nueva York y Nueva Jersey.

Resguardo del pago de la segunda residencia donde estuvo Lorca. Cedida por C. Maurer

Hacia finales de enero de 1930 se mudó a su tercer y definitivo hogar antes de partir hacia Cuba. Ya no sería una residencia, sino una casa cercana al campus que compartió con su amigo José Antonio Rubio Sacristán. Aunque es incierto el número exacto de puerta, en el periódico de aquel entonces de la Universidad un anuncio con esa misma dirección ofrecía dos habitaciones en un «apartamento recién decorado». Era el 10E, pedían unos «50 o 60 dólares por mes» y hacía esquina con Broadway, nombre del conocido circuito de espectáculos teatrales con los que tanto fantaseó Federico.

Fueron continuas las referencias del joven poeta hacia lo mucho que le inspiraban los teatros en Nueva York: «Que aquí es muy bueno y muy nuevo y a mí me interesa en extremo», escribió a sus padres. Sin embargo, siempre se topaba con un mismo problema: el dinero. Aunque aseguraba que la vida de estudiante en la ciudad era barata, Lorca dejaba constancia en sus habituales intercambios postales con su familia que los 100 dólares mensuales que recibía de sus progenitores eran insuficientes, y más para alguien con tantas inquietudes artísticas como él. En la actualidad, los teatros se cuentan por decenas y su arquitectura es ya parte inseparable de la ciudad, hecho por el que seguramente Lorca, si viviera, quedaría arruinado y maravillado a partes iguales.

John Jay Hall, la primera residencia en la que vivió Lorca. EDUARDO ROBAINA.

Otro enclave icónico que no ha cambiado con el paso de los años, visita clásica de cualquier turista y donde impera «la ausencia total del espíritu», es Wall Street. El andaluz presenció en directo el jueves negro del conocido como crack del 29. Se refirió a esa experiencia como «espantosa», y permaneció más de siete horas «entre la muchedumbre» mientras los «hombres gritaban y discutían como fieras y las mujeres lloraban en todas partes». Esa vivencia quedó más tarde plasmada en Poeta en Nueva York con Danza de la muerte.

Sentimientos los que afloraron también en Harlem, «la ciudad negra más importante del mundo», llegó a decir. Allí frecuentaba Small’s Paradise, único club nocturno que menciona explícitamente el poeta. Ahora, el gran edificio de ladrillos donde antes resonaba jazz lo presiden unas grandes letras en lo alto de la fachada: Thurgood Marshall Academy. En la esquina, una cafetería 24 horas sirve desayunos a base de tortitas y no-café a cambio de unos precios que harían salir huyendo al propio Federico.

La relación de Lorca con la población negra no acaba ahí. Sus constantes referencias hacia ellos son visibles en poemas como Oda al Rey de Harlem, donde deseaba «subrayar el dolor que tienen los negros de ser negros en un mundo contrario, esclavos de todos los inventos del hombre blanco y de todas sus máquinas».

Nueve décadas más tarde, Harlem sigue igual que lo dejó. Los días laborales discurren con gente negra llenando sus calles, y los domingos se erigen como el día en el que habituales y curiosos venidos de fuera abarrotan las iglesias de la zona deseando escuchar la famosa misa Gospel. Sobre ella, Federico acabó diciendo: «¡Pero qué maravilla de cantos! Solo se podía comparar con ellos el cante jondo».

Durante siete meses intentó ser un neoyorquino más . Sobre si Federico García Lorca fue feliz, el hispanista Christopher Maurer cree que sí, sobre todo por tener «la sensación de estar escribiendo un libro que representaba algo nuevo en la poesía española». Federico acabó siendo Poeta en Nueva York, cuyos amargos textos contrastan con la ilusión y alegría de las cartas que enviaba a su familia. «Debió de darse cuenta de una gran verdad: gran ciudad, gran soledad. Venía de un país donde tenía mayor importancia la familia, los amigos, la sensación de comunidad. Por un lado, el estar lejos de todo eso le dio mayor libertad e independencia. Por otro lado, representaba un vacío», cuenta Maurer, experto en el poeta.

Montaje. Lorca paseando en 1929 junto a unas amistades por la Universidad de Columbia. EDUARDO ROBAINA / FUNDACIÓN FGL

«Te das cuenta de que gran parte de aquella Nueva York ha desaparecido», dice el hispanista al intentar trazar en la actualidad un mapa con los movimientos y sitios predilectos. Y añade: «Hoy en día, como lo era en 1929, es una ciudad de enormes desigualdades económicas, con una economía que parece robusta pero que es bien precaria». No obstante, con lo que no ha podido el paso del tiempo es con el recuerdo de la ciudad por el poeta. Varios murales que van desde Manhattan hasta el barrio de Bushwick, en Queens, homenajean a través de sus paredes al dramaturgo español. Inmortal también en Union City, en Nueva Jersey, que declaraba en 2018 el 5 de junio, fecha de su nacimiento, como Día de Lorca por «los importantes logros y contribuciones de Federico García Lorca, que han servido de inspiración para Union City y la comunidad literaria».

«¡Asesinado por el cielo!», gritaba Lorca en Vuelta de paseo, texto que abre el aclamado poemario. Este crimen fue simbólico, no así el que puso fin de manera prematura a su vida el 18 de agosto de 1936, cuando fue fusilado por los fascistas. Se marchó sin poder cumplir su deseo de regresar algún día a la ciudad que «anonada pero no asusta”.

Lo cierto es que Federico nunca se fue del todo.

Pinchando aquí te lleva a un mapa online con las direcciones exactas de todos los lugares claves de Lorca en Nueva York.

Eduardo Robaina, periodista que saca fotos. De Canarias. erobayna@lamarea.com

Fuente: https://www.lamarea.com/2019/06/05/90-anos-de-lorca-en-nueva-york/

martes, 16 de junio de 2015

La última carta de García Lorca. EL PAÍS saca a la luz la misiva dirigida desde Granada a Juan Ramírez de Lucas

“En tu carta hay cosas que no debes, que no puedes pensar. Tú vales mucho y tienes que tener tu recompensa. Piensa en lo que puedas hacer y comunícamelo enseguida para ayudarte en lo que sea, pero obra con gran cautela. Estoy muy preocupado pero como te conozco sé que vencerás todas las dificultades porque te sobra energía, gracia y alegría, como decimos los flamencos, para parar un tren”. Sobre la cuartilla blanca, fechada el 18 de julio de 1936 en Granada, Federico García Lorca trataba de consolar a su enamorado Juan Ramírez de Lucas.

La pareja se encontraba llena de ilusiones y de proyectos. Lorca había decidido aceptar la invitación de Margarita Xirgu para viajar a México pero quería marcharse con el estudiante de 19 años, que soñaba con ser actor y que ya había hecho sus primeros pinitos en el Club Teatral Anfistora. La complicidad era mutua pero necesitaban la aprobación del padre del muchacho, un reputado médico albaceteño. El poeta había cumplido 38 años pero a su amante le faltaban dos para alcanzar la mayoría de edad. Podrían haberse fugado. Seguramente Lorca tenía los contactos necesarios para que pudieran salir de España con papeles falsificados pero se negó a hacerlo. Ramírez de Lucas debía convencer a su familia para marcharse juntos pero las cosas no estaban saliendo bien: “Yo pienso mucho en ti y esto lo sabes tú sin necesidad de decírtelo pero con silencio y entre líneas tú debes leer todo el cariño que te tengo y toda la ternura que almacena mi corazón”, prosigue el poeta.

Los tres folios, escritos a mano, con palabras subrayadas y alguna tachadura, llegaron a su destino cuatro días después, antes de que se cortaran las comunicaciones entre la zona republicana y la nacional. Ese mismo día se conocía el alzamiento franquista, la sublevación militar no tardaría en convertirse en guerra civil y empezaba el reinado del horror.

Juan Ramírez de Lucas.
El valor documental de estos folios, junto con el poema, los dibujos y los cuadernos, en los que Ramírez de Lucas cuenta sus recuerdos sobre la relación de ambos, deberá ser determinado por los historiadores pero para eso hace falta que los herederos den el visto bueno a la publicación. Hermanos y sobrinos se debaten sobre qué hacer con los documentos, que ya han merecido el interés de un gran sello editorial. Para los partidarios de sacarlos a la luz se trata de una cuestión de tiempo pero otro sector de la familia se niega a utilizar el histórico material. La trascendencia de los documentos podría ser de enorme importancia, puesto que aportarían nuevos datos sobre los últimos días del poeta.

La resonancia internacional de lo publicado estos días por EL PAÍS, con una reproducción de un poema de amor inédito de Lorca dedicado a su novio, ha sido enorme, como casi todo lo que se relaciona con el poeta español más traducido de todos los tiempos. Desde Nueva York, Laura García Lorca ultima los detalles técnicos de una exposición sobre el poeta que se realizará en la Biblioteca Municipal, cuanta cómo ha sido requerida por algunos de los periódicos más prestigiosos para hablar del tema. Y lo mismo Ian Gibson. Ayer mismo, desde un tren camino de Córdoba, el biógrafo más conocido de Lorca destacaba la importancia de que afloren nuevos documentos y de que se remuevan las vías de investigación sobre el escritor. En su opinión, los documentos deberían publicarse cuanto antes para ser estudiados.

Dado que se trata de una carta fechada el mismo 18 de julio de 1936, Gibson considera que podría tratarse de la última misiva del poeta de la que se tiene constancia, aunque sea difícil determinarlo al cien por cien. “Según mis datos, el pintor Pepe Caballero le escribe una carta a Lorca en esos días y se la devuelven diciendo que en esa dirección ya no vivía nadie”, añade. A sus 73 años, el escritor considera que su cabeza se encuentra repleta de nombres y de fechas pero le bastó escuchar los apellidos Ramírez de Lucas para situarse en el tiempo: “¿Vive todavía? Hice todo lo posible por entrevistarme con él pero fue imposible. Sabía que era fundamental su relación con Lorca pero no logré hablar con él y eso supuso una gran frustración. Cuando conseguí hablar con él me dijo que no quería verme, que él mismo preparaba su propia versión de los hechos, pero supongo que era una manera de quitarme de en medio”.

Tres cuartos de siglo después, Federico García Lorca sigue siendo noticia. Resulta casi un milagro que el histórico material haya sobrevivido a tantos avatares. Ramírez de Lucas, al que algunos han comparado en las fotos que se conservan de cuando era joven con el galán de cine Alan Ladd, guardó durante años los recuerdos que le unían a Lorca sobreponiéndose a todos los peligros que conllevaba haber tenido relaciones con un poeta tan estigmatizado por el franquismo. En la carta de tres folios quedaban las últimas palabras que le enviaba el poeta. A los pocos días de recibirla, Albacete quedaba bajo el mando republicano y Granada en poder de los nacionales, lo que agravó la situación de Lorca.

Federico García Lorca.
El poeta, tan famoso como carismático, se encontraba en la cumbre de su fama. Bodas de sangre se estaba traduciendo al francés y estaba a punto de publicarse Poeta en Nueva York. Margarita Xirgu lo había invitado a México pero en los planes de Lorca también se encontraba la idea de regresar en otoño a Madrid para estrenar Doña Rosita la soltera. Sin embargo, en el otro bando solo importaba su fama de rojo y de homosexual. La situación en Granada se volvía insostenible. Su cuñado, el alcalde socialista de la ciudad, Fernández Montesinos, fue arrestado el 20 de julio en el Ayuntamiento y fusilado el 16 de agosto, dos días antes del asesinato de su cuñado Lorca.

Durante un registro en la Huerta de San Vicente, en busca de uno de los empleados de la familia, el padre del poeta fue golpeado brutalmente por números de la Guardia Civil. Ante el peligro evidente y la posibilidad de que el poeta fuera el siguiente, Lorca se esconde en casa de la familia Rosales, cuyos hijos, y en especial Luis, eran íntimos del autor de Yerma. El poeta no quiso que Luis Rosales y Pepinique Rosales lo pasasen en su propio coche al bando republicano, como habían hecho con otros amenazados. Fue detenido el 16 de agosto, tras ser denunciado por Ramón Luis Alonso, exdiputado de la CEDA, que odiaba tanto a Garcia Lorca como a la familia Rosales por no querer admitirlo en la Falange de Granada.

Queipo de Llano, gobernador militar de Andalucía Occidental, fue informado telefónicamente del arresto que se acababa de llevar a cabo. “¡Que le den café!” fue su respuesta. La madrugada del 18 de agosto era fusilado “por rojo y por maricón”. La noticia, pese a los rumores y las protestas internacionales que ocasionó, no se confirma hasta el 20 de septiembre, un mes y dos días después de su asesinato.

Como algunos españoles que no podían acreditar un pasado glorioso al lado del bando nacional, Ramírez de Lucas se alistó en la División Azul, donde fue herido grave en la batalla del río Lovat y condecorado posteriormente. Todavía se encuentra en Internet una de las cartas que mandó a su casa desde el frente ruso. Con la ayuda de Luis Rosales buscó trabajo en ABC. Se ganó la vida como periodista y crítico de arte y arquitectura, rehizo su vida sentimental con un compañero con el que compartió treinta años. Ni siquiera a él le contó nada sobre ese amor de juventud.

Mucho tiempo después, seguramente cuando la herida dejada por esa relación frustrada de manera tan dramática, Ramírez de Lucas comenzó a verter todos sus recuerdos en unos cuadernos, en los que cuenta la época que le tocó vivir, los momentos junto a Federico y sus ideas políticas. Todo ello podría ser de enorme valor para los historiadores. Hace dos años, poco antes de fallecer en un hospital madrileño, legó los documentos a una de sus hermanas. Su última voluntad fue que los documentos en su poder se conocieran.
El futuro, de Leonard Cohen

sábado, 31 de marzo de 2018

Lorca ya se deja ver en su ciudad. La Fundación del poeta en Granada acoge la exposición ‘Una habitación propia’ sobre sus años en la Residencia de Estudiantes.

Llegó el lunes a Granada, su ciudad, desde Madrid, otra de sus ciudades. Aquel día no acudió casi nadie a recibirlo. Hoy, cuatro días después, Lorca ha llegado oficialmente a su lugar de residencia futura. El legado lorquiano deja atrás la Residencia de Estudiantes que lo ha acogido desde 1986, para alojarse en el Centro Lorca, que se encargará de irradiarlo al mundo. Lorca ha vuelto a Granada a través de sus manuscritos, de sus fotografías e incluso de su ropa, con la exposición Una habitación propia.  Federico García Lorca en la Residencia de Estudiantes. 1919-1936. Desde hoy, el Centro Lorca de Granada adquiere todo su sentido, tras tres años de vida en los que ha sobrevivido sin el legado lorquiano, el material para el que estaba originalmente diseñado, los más de 5.000 manuscritos, fotografías, dibujos, etcque la familia del poeta, a través de la Fundación García Lorca, han cedido.

Hoy era un día grande en la ciudad, "histórico", como ha dicho su alcalde Francisco Cuenca. Atrás quedan los 15 años que ha costado llegar a este momento que, por otra parte, es solo una avanzadilla de lo que ha de llegar. La muestra abierta hoy al público está compuesta por 200 piezas de las que apenas un centenar forman parte del legado de Lorca que ha de instalarse en la ciudad. El resto son préstamos de instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o la propia Residencia de Estudiantes. En tres meses, antes del 30 de junio, el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, ha confirmado que llegará a la ciudad la totalidad del material.

Todos los intervinientes en la inauguración así han reconocido lo tortuoso del camino hasta llegar al acto de hoy.  Laura García Lorca, sobrina del poeta y presidenta de la fundación que en nombre de la familia mantiene vivo su espíritu, ha enfatizado el esfuerzo de las instituciones en cumplir los acuerdos alcanzados que harán posible la normalización de esta nueva institución lorquiana y su puesta en marcha de acuerdo a los objetivos iniciales.

Despedida y bienvenida

La muestra inaugurada hoy, en palabras de su comisario, el catedrático de Literatura española Andrés Soria, cumple en realidad una doble función, de "despedida de la residencia" madrileña y, a la vez, de bienvenida "a la habitación propia" que supone para el legado lorquiano su nueva ubicación. Como ha recordado el consejero, "Federico se reencuentra con su tierra a través de su legado" y Granada, a través de este centro "lo va a cuidar, proteger y difundir". El objetivo es el de convertir el espacio "en un centro de excelencia, con una programación de calidad, acorde al legado que acogerá".

Una habitación propia ha estado expuesta en la  Residencia de Estudiantes anteriormente y podrá verse en el Centro Lorca hasta el 24 de junio. En ella, a través de la correspondencia del poeta, de ropa como el mono azul de la Barraca con el que tantas veces se fotografió, de sus dibujos y de las pinturas de sus amigos artistas, se retrata la vida de Federico en la residencia madrileña, un espacio que lo fue todo para él. Un lugar imprescindible para entender tanto su agitada vida social, en la que conoció a artistas como Dalí, Buñuel, Pepín Bello y otros, como su efervescente producción artística, en la que pasó, como explica el comisario de la muestra "de atender como estudiante en centenares de conferencias a ser él el conferenciante para el resto de estudiantes".

https://elpais.com/cultura/2018/03/23/actualidad/1521823497_880644.html

sábado, 25 de abril de 2015

FEDERICO GARCÍA LORCA » La dictadura ocultó el informe que la implicaba en el crimen de Lorca

El documento, al que ha tenido acceso la cadena SER, fue redactado por la policía franquista 29 años después del crimen Ian Gibson: "Los documentos demuestran que no fue un asesinato callejero"

El poeta granadino Federico García Lorca fue asesinado junto con otras persona, tras "haber confesado", según un informe redactado por la policía franquista 29 años después del crimen, al que ha tenido acceso la cadena SER. El documento no especifica cuál fue el contenido de esta supuesta confesión. El informe, fechado en Granada el 9 de julio de 1965, define al escritor como “socialista” y “masón perteneciente a la logia Alhambra”, y le atribuye “prácticas de homosexualismo y aberración”.

El documento relata la detención del poeta granadino en casa de sus amigos, los hermanos Rosales. Lorca se encontraba allí debido al miedo que le habían provocado dos registros policiales en su propia casa, según el informe. Los agentes rodearon la vivienda y las calles cercanas, antes de llevar a cabo la detención. Y los amigos del poeta, según el documento publicado por la SER, intentaron interceder por él ante el comandante de Intervenciones Militares.

La propia policía reconoce, 29 años después, que el relato sobre la muerte de Lorca es bastante confuso. Tras ser detenido, fue llevado en coche a las "inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande", junto con otro detenido del que no se añaden más datos. El poeta fue "pasado por las armas después de haber confesado, siendo enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco" a unos dos kilómetros a la derecha de la Fuente Grande. El lugar, reconoce el informe, es "muy difícil de localizar".

El informe fue redactado por la 3ª brigada regional de investigación social de la Jefatura Superior de la Policía de Granada a raíz de una petición oficial realizada en junio de 1965 por la hispanista francesa Marcelle Auclair, a la caza de más información sobre su amigo García Lorca, según la cadena SER. La actuación de la estudiosa desencadenó un efecto dominó entre las autoridades españolas: primero, Auclair se dirigió a la Embajada española en París, que remitió todo al entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella.

A su vez Castiella envió una carta al ministro de la Gobernación, Camilo Alonso Vega, en la que se mostraba a favor de responder a la petición de la escritora. Castiella también señalaba en su misiva que el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, ya había sido informado de los hechos. “Creo sumamente conveniente el revisar la cuestión y averiguar si podemos o no abrir nuestros archivos sobre el episodio García Lorca”, había afirmado Fraga, según recoge Castiella en su carta.

Así, se acabó encargando el informe a la Jefatura Superior de Policía de Granada. Concretamente, fue la 3ª brigada regional de investigación social la que se encargó de redactarlo. Eso sí, Auclair nunca recibió ninguna respuesta ni tampoco llegó a ver el resultado de su petición, siempre según la cadena SER.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/22/actualidad/1429735487_172971.html
Poster: Portugal celebra hoy el aniversario de la revolución del 25 de abril.
Grándola Vila Morena en español aquí: https://youtu.be/mb9YCeQ1CCA

martes, 7 de septiembre de 2021

Ian Gibson: “Sigo llorando por Lorca y por mi hermano”

La mentira ofende a quien la escucha y hace vulgar a quien la dice. A. Chéjov. (1)

La pasión por Federico García Lorca hizo a un casi adolescente Ian Gibson (Dublín, 82 años) un irlandés con alma española. Y ahora es español, así que se siente libre para opinar sobre este país del poeta. En 1978, con su libro El asesinato de Lorca bajo el brazo, vino a Madrid sin saber dónde guardar las mantas que traía como equipaje básico. Desde hace años vive en Lavapiés, que para él es la más bella de las capitales del mundo.

Pregunta. Ahora escribe de su infancia…
Respuesta. Es un libro pequeño; se llama provisionalmente Nunca en domingo. Mi familia era metodista, muy puritana, y el domingo no podíamos hacer nada. ¡No podíamos ni usar la canoa preciosa que teníamos! El domingo no podíamos pasarlo bien ni comprar nada. Crecí con esto, con las prohibiciones.

P. Y contra eso ha sido su vida.
R. Contra eso. España me ayudó a ser algo más libre, pero vine con esas voces interiores: “Eso no lo puedes hacer”. El tema sexual era tabú en Irlanda. Me liberó la escuela, un internado de cuáqueros, los más liberales de las islas británicas. Ese es el arranque del libro, que escribo en español.

P. ¿Por qué ha tardado tanto tiempo en contar ese tiempo de prohibiciones?
R. No me atreví a contar todo en una novela, Viento del sur, pero oculté todo el trasfondo irlandés. Inventé los nombres. Pero esta vez lo digo todo.

P. ¿Qué verdad le ha dolido más?
R. La relación con mi madre, tan difícil. Fui el segundo. Mi hermano Allan me llevaba cinco años. Él era el hijo preferido, y yo me sentí rechazado por mi madre. Ese es el meollo. Fue un matrimonio muy infeliz. Ella despreciaba a mi padre, lo decía: “No lo aguanto. Quiero que se muera”. Quería decir esto en letra de molde, para aliviar esta amargura…

“Crecí con las prohibiciones de una familia metodista muy puritana

P. ¿Ha llorado escribiéndolo?
R. Mucho, sí. Soy bastante llorón. Un poco cobarde también. Mi tendencia a irme corriendo en vez de afrontar un peligro, contra la que he luchado desde niño.

P. ¿Por qué ha llorado más?
R. Por la muerte de mi hermano. No solo resultó ser gay, sino con una tendencia sadomasoquista muy fuerte, y se volvió loco. Terminó sus días en una clínica. Fue terrible para la familia tener este problema en casa. Me ayudó a entender a Lorca. Tener un gay en la Irlanda de los cincuenta era terrible para una familia puritana. Para mi padre, tener un hijo gay fue terrible; eso y la riña con mi madre acabaron con su corazón y su vida.

P. Nunca ha dicho nada de esa vinculación de Lorca con su hermano en su experiencia personal.
R. No, pero le dediqué a Allan Lorca y el mundo gay. Le puse: “No pudo con sus dramones”. Dramón era la palabra que usaba Federico para referirse a sus malos ratos, a sus amores contrariados, de los que la gente no sabía. Allan me contaba sus penas, aquellos dramones.

P. ¿Le habló de Lorca a su hermano?
R. Él no sabía nada de España, y yo llevaba mucho tiempo fuera cuando ocurrió todo esto. Cuando empecé a estudiar a Lorca no se hablaba de su sexualidad, sobre todo aquí. La familia no dejaba acceso a los documentos. Ni Francisco ni Isabel García Lorca, sus hermanos, permitían tocar el tema.

P. ¿Y Lorca sí hablaba de su homosexualidad?
R. Según con quién. Al final de su vida se fue liberando, pero, como cada vez era más famoso, huía más de la pregunta. Para eso tenía mucha mano izquierda. Y la derecha política, por cierto, todavía hoy hace mofa por ese asunto.

En España la asignatura pendiente es la memoria histórica”

P. ¿Lorca fue para usted una chispa humana o literaria?
R. Todo junto. Cuando entré en la obra empecé a pensar: “Aquí hay mucho que no sabes. De la muerte, de las circunstancias”. Era un pozo sin fondo. Tiene la muerte, tiene Nueva York, tiene el surrealismo... Aun hoy hay mucho por hacer, por ejemplo, cuando una diputada de Vox dice que el poeta les daría su voto (1). Aquí la asignatura pendiente es la memoria histórica. Esa ignorancia lleva a decir a políticos de derechas que están hasta el moño de la fosa del abuelo, refiriéndose al dictador.

P. ¿Qué sentimiento le produjo aquella alusión a Lorca?
R. Demuestra incultura y maldad con respecto al poeta más conocido, más amado y más llorado. ¡Decir que Lorca fue apolítico! ¡En su tiempo era imposible ser apolítico! ¡El poeta que escribió el Romance de la Guardia Civil, el firmante de manifiestos antifascistas!

P. ¿Por Lorca ha llorado?
R. Sí, claro; me sigue conmoviendo. Anoche leí 1910 (Intermedio), uno de sus poemas en Nueva York, donde habla de la vega de Granada, su paraíso perdido, y me hizo llorar por la fuerza de las imágenes. Y este libro de infancia, al tratar de mi hermano, también me hace llorar. Me siento como un niño, llorando. La sensación de que nunca he alcanzado la madurez. Eso llevo dentro, y eso me llevó a Lorca, pero también a Dalí, y a Machado… Y ahora a mi infancia.

https://elpais.com/cultura/2021-09-04/ian-gibson-sigo-llorando-por-lorca-y-por-mi-hermano.html#?rel=lom

lunes, 16 de agosto de 2021

Me vuelves Lorca. Miguel Ángel Santos Guerra

Los pasados días 6, 7 y 8 de agosto tuve la suerte de vivir una experiencia extraordinaria. Una de esas experiencias que te llenan de sonrisas, de encuentros, de emociones, de hermosos aprendizajes y de maravillosos recuerdos. Mi mujer y yo fuimos hasta Laroles guiados por la mano de nuestros amigos Carmen y Rafa. Compartir es uno de los verbos que mejor conjuga la amistad.

En ese pequeño pueblo de la Alpujarra granadina llamado Laroles (Ayuntamiento de Nevada) se celebraba ese fin de semana la séptima edición del Festival “Me vuelves Lorca”, dedicada este año a la mujer artista. Un Festival que mezcla teatro, música y danza y que llena el pueblo de gentes ávidas de beber el agua limpia y fresca de la cultura.

Hay muchas facetas dignas de ser reseñadas en esta experiencia cultural. Se trata de un conjunto de actividades que se desarrolla al aire libre en la antigua era del pueblo. Así es: en el Teatro de la Era, según dicen las entradas. Una era donde antes había trillos, aparvaderas y máquinas de limpiar y ahora hay artistas que despiertan la admiración y el aplauso de residentes y turistas. Los pueblos también necesitan cultura. ¡Ay, mi querido y abandonado mundo rural! Viví mis primeros años en un pequeño pueblo de la provincia de León, llamado Grajal de Campos. Un pueblo con un impresionante castillo árabe del XVI, un palacio renacentista y una historia que se remonta a los hermanos Graco de la Roma imperial. Castigados por un olvido ancestral, los vecinos de estas localidades que conforman el Ayuntamiento de Nevada (Laroles tiene unos 600 habitantes; Picena, 247; Mairena, 209; y Júbar, 46) tienen que salir del pueblo para ver una obra de teatro o para disfrutar de un concierto. Es un pequeño milagro que puedan disfrutar en su era, convertida en anfiteatro, de espectáculos de gran calidad.

Quiero dejar constancia de que la impulsora y alma mater de la iniciativa es una ciudadana británica, Anna Kemp, licenciada en literatura inglesa por la Universidad de Oxford, que aterrizó en tierras alpujarreñas cuando trabajaba como script (secretaria de rodaje) de la película “Al sur de Granada” de Fernando Colomo, basada en la novela autobiográfica de Gerald Brenan. Se enamoró de esta tierra y creo que fue correspondida desde el primer momento, en un flechado singular. Compró una casa y se hizo alpujarreña de mente y corazón. Su capacidad emprendedora no tiene limites, ni siquiera los impuestos por la pandemia.

Es de celebrar que haya tenido lugar este año la séptima edición del Festival ya que, si se hacen las cosas bien, las raíces van profundizando en la tierra fértil de la cultura popular. Es importante empezar, es más difícil mantenerse y seguir mejorando la idea inicial. He visto muchos números cero de revistas, de Festivales, de Celebraciones… Hace falta perseverancia, tesón, espíritu de superación y creatividad a raudales para sorprender al espectador cada año… En ediciones anteriores el Festival duraba tres fines de semana consecutivos. Este año, dadas las restricciones de la pandemia, se ha hecho una “edición bonsái”, dice Anna, condensando las actividades en un fin de semana.

Por el nombre del Festival pueden descubrir el lector y la lectora que la figura del poeta granadino es el epicentro de tantas ideas y emociones. La figura de Lorca lo impregna todo, desde el nombre del Festival, hasta la tierra granadina que lo alberga; desde la inspiración libertaria a la sensibilidad exquisita… Es más, el espíritu del Festival es eco de aquellas obras de teatro (cómo no recordar La Barraca) que Federico representaba con estudiantes en los pueblos de su tierra.

En esta séptima edición el eje central ha sido el estreno de la obra “Lluvias enlazadas”, escrita por Anna Kemp (qué mérito la búsqueda y la cuidada y elegante escritura en un idioma que es el suyo), después de realizar una exhaustiva investigación sobre poemas, cartas, textos biográficos y memorias. La obra cuenta la vida de tres mujeres de la generación del 27, injustamente silenciadas durante muchos años: Carmen Conde (Darlene Rodríguez), Concha Méndez (Macarena Sanz) y Ernestina de Champourcin (Lara Sanz). Estas mujeres estuvieron muy cerca de García Lorca durante su estancia en la Residencia de Estudiantes. Su juventud transgresora, sus luchas personales para emanciparse, el impacto del exilio en sus vidas y carreras literarias, sus relaciones personales…se muestran de manera intensa y atractiva en los diálogos chispeantes y en la trama teatral. La excelente interpretación de las actrices llenó de vibraciones positivas la atmósfera alpujarreña y tocó los corazones de los asistentes.

“Y vosotros, queridos actores, artistas por encima de todo. Artistas de los pies a la cabeza, puesto que por amor y vocación habéis subido al mundo fingido y doloroso de las tablas”, les dice Federico García Lorca a estas jóvenes actrices pertenecientes a la internacional y supergalardonada compañía “Teatro en Vilo”, fundada en Londres en 2012 y afincada ahora en Madrid.

El teatro es poesía que se levanta del libro y se hace humana, dijo en una ocasión García Lorca, y nunca dejó de confiar en la capacidad del teatro para enseñar y deleitar, según el viejo modelo clásico.

Con notas y palabras se fue tejiendo el hermoso tapiz de la obra representada en el formato de teatro leído. Los integrantes de Malandro Club, Gorka Hermosa (acordeón), Alberto Vaquero (trompeta) y Javi Mayor (contrabajo), llenaron la noche de hermosos ritmos.

El segundo día nos llenó de ritmo, arte y mensajes feministas el conjunto Amparanoia.Música vibrante y mensajes contundentes. Amparo Sánchez nos recordó que no hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor.

El último día, domingo, hubo doble sesión. Un estupendo e incisivo monólogo de Esperanza Pedreño sobre la mujer y la madre y un creativo entramado de historias iimprovisadas, divertidas e interactivas a cargo del grupo Jamming. El humor es una forma de bondad. Las risas de los asistentes se mezclaban con las estrellas en la noche de Laroles. Hasta un cometa volante hizo presencia para celebrar con el público las emociones del Festival.

Otra dimensión de interés de la experiencia es el turismo que la iniciativa promueve. Se llenan los hoteles, y las casas rurales, se llena de bañistas la piscina municipal, se llenan los restaurantes de comensales y se incrementa el comercio. Después de una larga reclusión estamos deseosos de conquistar el mundo. Nosotros nos alojamos en el Hotel rural Real y fuimos atendidos con exquisita amabilidad por el incansable Ramón que, con el esternón roto en un accidente de tráfico, practicó en solitario a la perfección todos los verbos de la hostelería: limpiar, planchar, servir, hacer camas, atender, abrir, dialogar, informar, sonreír, regalar… ¿Hay quien dé más?

Una actividad de este tipo solo puede montarse y mantenerse desde el trabajo generoso de un equipo bien organizado y dirigido. Eso lo consigue Anna con su capacidad de liderazgo y su simpatía contagiosa. Me gustó ver a un grupo de jóvenes atender las necesidades de la organización, manteniendo a rajatabla todas las indicaciones sanitarias para evitar el contagio.

Es una constante en las sucesivas ediciones del Festival “Me vuelves Lorca”, por lo que he visto en esta y por lo que me han contado de las anteriores, ofrecer calidad en los espectáculos. Es un círculo virtuoso: la calidad da prestigio al Festival y ese prestigio facilita la aceptación de los invitados de más categoría. Estoy seguro de que los contactos y la habilidad de Anna tienen mucho que ver en la entusiasta presencia de los importantes artistas participantes.

Me gustó que las autoridades políticas (Diputación de Granada y Ayuntamiento de Nevada) estuviesen comprometidas con la experiencia y se hiciesen presentes en el Teatro de la Era. Es saludable que el poder apueste por la cultura en los pueblos.

Y he aquí otra característica del Festival. Tiene un necesario, oportuno y profundo sentido feminista. Es la gran revolución pendiente. Laroles se ha convertido en nuestra matria emocional.

Miguel Ángel Santos Guerra, El Adarve. https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2021/08/14/me-vuelves-lorca/

miércoles, 31 de agosto de 2016

Federico García Lorca: un pedazo de España arrancaron en la madrugada

Wilkie Delgado Correa

“¿Cómo puede un hombre tener su conciencia tranquila, o desear tenerla, mientras otros hombres, donde sea, están sufriendo tortura o muerte?”
Albert Camus

Un día infausto el fascismo español emergió vestido de franquismo y desató toda su violencia y criminalidad sobre el pueblo español. No escapó nadie de aquella venganza asesina contra la república española. Fueran campesinos, obreros, burgueses, políticos, intelectuales o inocentes, no pudieron salvarse de aquella vesania entronizada para arrasar con todo vestigio de reales o posibles opositores al régimen traidor.

Fue en esas circunstancias que asesinaron a Federico García Lorca a los 38 años. El poeta y dramaturgo, nacido el 5 de junio de 1898 en Granada, moría el 18 de agosto de 1936 en el camino de Viscar a Alfacar, en su querida Granada, sin que se sepa aún en qué pedazo de tierra permanecen sepultados sus restos mortales.

En aquella fecha un camino recorría con sus pasos eternos el poeta del viento. En la tierra de España, la hidalga paloma estaba en guerra heroica. El cantar del viento y el cantar de Lorca, poeta de la rosa, se unieron para siempre con la sangre de España que luchaba cantando.

En agosto murió Federico. Es decir, le mataron rifles, pezuñas y largos cuchillos en la danza macabra de traidores que acosaban el destino libre del suelo hispano.

Un pedazo de España, de la vida del pueblo, arrancaron con odio en la madrugada, pero en aquel instante un ave indetenible cobraba vuelo a pesar de las armas y del sepulcro abierto.

Al conmemorarse el 80 aniversario de aquel crimen, que fue crimen multiplicado en miles de víctimas españolas durante la guerra civil, a aquellos asesinos y a sus herederos políticos e ideológicos cabría hacerles muchas preguntas, aunque una de ellas, la del escritor francés Albert Camus, es esencialmente contundente y válida para cualquier tiempo pasado, presente o futuro: “¿Cómo puede un hombre tener su conciencia tranquila, o desear tenerla, mientras otros hombres, donde sea, están sufriendo tortura o muerte?”

Fue otro poeta, Antonio Machado, quien caracterizó mejor aquel acontecimiento histórico que vivió la República Española, cuando escribió en Valencia, en abril de 1937, su denuncia de la traición que se gestaba en su tierra:

“Pienso en España, vendida toda, de río a río, de monte a monte, de mar a mar.

Toda vendida a la codicia extranjera: el suelo y el cielo y el subsuelo. Vendida toda por lo que pudiéramos llamar –perdonadme lo paradójico de la expresión- la trágica frivolidad de nuestros reaccionarios. Y es que, en verdad, el precio de las grandes traiciones suele ser insignificante en proporción a cuanto se arriesga para realizarlas, y a los terribles males que se siguen de ellas, y sus motivos no son menos insignificantes y mezquinos, aunque siempre turbios e inconfesables. Si os preguntáis, ¿aparte de los treinta dineros, por qué vendió Judas a Cristo?, os veríais en grave aprieto para responderos. Yo no he encontrado la respuesta en los cuatro evangelios canónicos. Pero la hipótesis más plausible sería ésta: entre los doce apóstoles que acompañaban a Jesús, era Judas el único mentecato. En el análisis psicológico de las grandes traiciones, encontraréis siempre la trágica mentecatez del Iscariote.

Si preguntáis ahora, ¿por qué esos militares rebeldes volvieron contra el pueblo las mismas armas que el pueblo había puesto en sus manos para la defensa de la nación? ¿Por qué, no contentos con esto, abrieron las fronteras y los puertos de España a los anhelos imperialistas de las potencias extranjeras? Yo os contestaría: en primer lugar, por los treinta dineros de Judas, quiero decir por las míseras ventajas que obtendrían ellos, los pobres traidores de España, en el caso de una plena victoria de las armas de Italia y Alemania en nuestro suelo. En segundo lugar, por la rencorosa frivolidad, no menos judaica, que no mide las consecuencias de sus actos. Ellos se rebelaron contra el gobierno de los hombres honrados, atentos a las aspiraciones más justas del pueblo, cuya voluntad legítimamente representaban. ¿Cuál era el gran delito de este gobierno lleno de respeto, de mesura y de tolerancia? Gobernar en un sentido del porvenir, que es el sentido esencial de la historia. Para derribar a este Gobierno, que ni había atropellado ningún derecho ni olvidado ninguno de sus deberes, decidieron vender a España entera a la reacción europea. Por fortuna, la venta se ha realizado en falso, como siempre que el vendedor no dispone de la mercadería que ofrece. Porque España, hoy como ayer, la defiende el pueblo, es el pueblo mismo algo muy difícil de enajenar. Porque por encima y por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia universal de los trabajadores.”

Es una lástima que aquella lucha no culminara con la victoria del pueblo defensor del republicanismo en la república nueva. Ni que la sensatez impidiera la práctica masiva de los asesinatos, incluido el de Federico García Lorca, que tanto prometía para la gloria verdadera de España. Pero mal que les pese a la ralea de asesinos y sus herederos, Lorca vive triunfante, más allá de anatemas, muerte y desaparición, en España y el mundo.

miércoles, 5 de junio de 2013

Homenaje a Federico García Lorca. en el 115 aniversario de su nacimiento Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, 5 de junio de 1898 – entre Víznar y Alfacar, Granada, 19 de agosto de 1936)

Baladilla de los tres ríos", que pertenece al libro Poema del cante jondo (1921-1922), y ocupa el primer lugar, dato que nos demuestra la importancia que Lorca le concede. En el Poema, se contraponen dos ciudades: Sevilla y Granada. Sevilla, alegre, colorista y abierta al mundo; Granada, recóndita y sumida en la nostalgia de sus glorias pasadas. Lorca quiere demostrar que la cuna del cante jondo no es Sevilla, sino Granada. La Granada melancólica y desolada.

BALADILLA DE LOS TRES RÍOS

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.


¡Ay, amor
que se fue y no vino!


El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada,
uno llanto y otro sangre.


¡Ay, amor
que se fue por el aire!


Para los barcos de vela
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.


¡Ay, amor
que se fue y no vino!


Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Darro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.


¡Ay, amor
que se fue por el aire!


¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!


¡Ay, amor
que se fue y no vino!


Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.


¡Ay, amor
que se fue por el aire!



"Romance de la talabartera". Se conoce un esbozo del argumento de La zapatera prodigiosa, (1930), obra de la que Lorca sacó el "Romance de la talabartera", que está escrito en forma de cuento infantil: "Era un zapatero que no tenía nada más que su mujer, y su mujer no lo quería nada porque andaba tonteando con los mozos del pueblo. Y un día el zapatero descubrió que él tampoco estaba enamorado de su mujer..."

El tema del hombre mayor casado con una atractiva jovencita es antiguo y Lorca conocía varios antecedentes. En La zapatera prodigiosa hay influencias Cervantinas (El celoso extremeño), pero la fuente más inmediata es El sombrero de tres picos, de Pedro Antonio de Alarcón, muy presente para Lorca, dado que Falla, gran amigo del poeta, había compuesto una pieza musical para ballet inspirada en la obra del autor guadijeño.

ROMANCE DE LA TALABARTERA

ZAPATERO (señalando con la varilla)

En un cortijo de Córdoba,
entre jarales y adelfas,
vivía un talabartero
con una talabartera.
Ella era mujer arisca,
él hombre de gran paciencia,
ella giraba en los veinte
y él pasaba los cincuenta.
¡Santo Dios cómo reñían!
Miren ustedes la fiera,
burlando al débil marido
con los ojos y la lengua.
Cabellos de emperadora
tiene la talabartera,
y una carne como el agua
cristalina de Lucena.
Cuando movía las faldas
en tiempos de Primavera
olía toda su ropa
a limón y a yerbabuena.
¡Ay, que limón, limón
de la limonera!
¡Que apetitosa
talabartera!
Ved cómo la cortejaban
mocitos en su presencia
en caballos relucientes
llenos de borlas de seda.
Gente cabal y garbosa
que pasaba por la puerta
haciendo brillar, alegre,
las onzas de sus cadenas.
La conversación a todos
daba la talabartera,
y ellos caracoleaban
sus jacas sobre las piedras.
Miradla hablando con uno
bien peinada y bien compuesta,
mientras el pobre marido
clava en el cuero la lezna.
Esposo viejo y decente
casado con joven tierna,
qué tunante caballista
roba tu amor en la puerta.
Un lunes por la mañana
a eso de las once y media,
cuando el sol deja sin sombra
los juncos y madreselvas,
cuando alegremente bailan
brisa y tomillo en la sierra
y van cayendo las verdes
hojas de las madroñeras,
regaba sus alhelíes
la arisca talabartera.
Llegó su amigo trotando
una jaca cordobesa
y le dijo entre suspiros:
-Niña, si tú lo quisieras,
cenaríamos mañana
los dos solos, en tu mesa.
-Y qué harás de mi marido?
-Tu marido no se entera.
-¿Qué piensas hacer? -Matarlo.
-Es ágil. Quizá no puedas.
¿Tienes revólver? -¡Mejor!
¡Tengo navaja barbera!
-¿Corta mucho? -Más que el frío.
Y no tiene ni una mella.
-¿No has mentido? -Le daré
diez puñaladas certeras
en esta disposición,
que me parece estupenda:
cuatro en la región lumbar,
una en la tetilla izquierda,
otra en semejante sitio
y dos en cada cadera.
-¿Lo matarás en seguida?
-Esta noche cuando vuelva
con el cuero y con las crines
por la curva de la acequia.
Esposo viejo y decente
casado con joven tierna,
qué tunante caballista
roba tu amor en la puerta.


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martes, 25 de julio de 2017

_- Federico García Lorca: La última entrevista.

_- La presente entrevista a Federico García Lorca fue publicada el 10 de junio de 1936 en el diario madrileño El Sol. Dos meses después, el 18 de agosto, García Lorca fue asesinado por un pelotón de fusilamiento en Víznar, pueblo de Granada, por lo que estamos ante la última entrevista que concedió.

Junto al poeta, también fueron “paseados” el maestro nacional de Paulinas (Granada), Dióscoro Galindo González, defensor de la escuela laica y popular, y dos banderilleros anarquistas, Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas. Los dos eran miembros de la CNT-FAI, y se unieron a la resistencia antifascista granadina para hacer frente al golpe militar contra la República.

Los militares franquistas, la Guardia Civil y los paramilitares falangistas, acusaron al poeta de los más dispares “delitos”: ser socialista, anarquista, espía de la URSS, masón, haber sido secretario personal del dirigente socialista Fernando de los Ríos y por “práctica de homosexualismo y aberración”.

La entrevista se publicó en la sección: “Los diálogos de un caricaturista salvaje”. El “caricaturista salvaje” no era otro que un gran amigo de Federico García Lorca, el pintor y dibujante catalán Lluís Bagaría i Bou (1882-1940). De formación autodidacta, comenzó pintando jardines con el estilo de Santiago Rusiñol, del que sería amigo. Considerado uno de los mejores caricaturistas de su generación, comenzó dibujando para las revistas satíricas El Rector de Vallfogona, Cu-Cut! y Or i Grana.

Su reconocimiento por el mundillo artístico catalán le vino tras la exposición de noventa caricaturas en Terrassa (Barcelona) en 1907. Esto le abrió las puertas de las salas de exposiciones como la mítica Sala Parés, donde llegó a exponer junto Isidre Nonell.

Bohemio y modernista, sarcástico feroz en sus caricaturas, y un estilo a veces arabesco, y otras veces sintético, que le hacía capaz de extraer lo más característico del personaje con unas simples líneas, pronto llamó la atención allende de las fronteras ibéricas.

Entre los años 1907 y 1912, trabajó en México, Nueva York y Cuba. De regreso a España, colaboró con la revista Picarol y la francófila España. Aunque como caricaturista político y social descolló en las páginas del diario El Sol. Las más importantes revistas humorísticas europeas contaban con la firma de Lluís Bagaría, ese era el caso de la francesa Le Rire o la alemana Simplicissimus.

Durante la Guerra Civil, el artista utilizó el lápiz y el pincel para denunciar la guerra y el fascismo, en las páginas de la barcelonesa revista el Criticón y el diario La Vanguardia. Para salvar la vida, y gracias a la ayuda de otros colegas dibujantes, logró refugiarse en Francia en 1938. Al año siguiente se exilió en Cuba, donde murió un año después de arribar.

Agradecemos a María Torres, de “Búscame en el ciclo de la vida”, por la transcripción de esta entrevista conversación, conversación un tanto surrealista entre dos poetas, dos dibujantes.

Javier Coria.

“Los diálogos de un caricaturista salvaje”
Por: Lluís Bagaría i Bou.

Tú que has dado categoría lírica a la calabaza de Gil Robles y has visto el búho de Unamuno y el perro sin amo de Baroja, ¿me quieres decir el sentido que tiene el caracol en el paisaje puro de tu obra?

Me preguntas el por qué de esa predilección por los caracoles de mis dibujos. Pues muy sencilla: para mí, el caracol tiene un recuerdo sentimental de mi vida. Una vez, estando dibujando, se acercó mi madre, y al contemplar mis garabatos me dijo: “Hijo mío: Me moriré sin poder comprender cómo te puedes ganar la vida haciendo caracoles”. Desde entonces, yo a mis dibujos los bauticé así. Aquí tienes saciada tu curiosidad.

Poeta García Lorca, sutil y profundo, pues tu verso tenue y bello, verso con alas de acero bien templado, horada la entraña de la tierra: ¿Crees tú, poeta, en el arte por el arte o, en caso contrario, el arte debe ponerse al servicio de un pueblo para llorar con él cuando llora y reír cuando este pueblo ríe?

A tu pregunta, grande y tierno Bagaría, tengo que decir que este concepto del arte es una cosa que sería cruel si no fuera, afortunadamente, cursi. Ningún hombre verdadero cree ya en esta zarandaja del arte puro, arte por el arte mismo. En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo. Hay que dejar el ramo de azucenas y meterse en el fango hasta la cintura para ayudar a los que buscan las azucenas. Particularmente, yo tengo un ansia verdadera por comunicarme con los demás. Por eso llamé a las puertas del teatro y al teatro consagro toda mi sensibilidad.

¿Crees tú que al engendrar la poesía se produce un acercamiento hacia un futuro más allá, o al contrario, hace que se alejen más los sueños de la otra vida?

Esta pregunta insólita y difícil de la aguda preocupación metafísica que llena tu vida y que sólo los que te conocen comprenden. La creación poética es un misterio indescifrable, como el misterio del nacimiento del hombre. Se oyen voces no se sabe dónde, y es inútil preocuparse de dónde vienen. Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir. Escucho a la Naturaleza y al hombre con asombro, y copio lo que me enseñan sin pedantería y sin dar a las cosas un sentido que no sé si lo tienen. Ni el poeta ni nadie tienen la clave y el secreto del mundo. Quiero ser bueno, sé que la poesía eleva, y siendo bueno con el asno y con el filósofo, creo firmemente que si hay un más allá tendré la agradable sorpresa de encontrarme en él. Pero el dolor del hombre y la injusticia constante que mana del mundo, y mi propio cuerpo y mi propio pensamiento, me evitan trasladar mi casa a las estrellas.

¿No crees, poeta, que sólo la felicidad radica en la niebla de una borrachera, borrachera de labios de mujer, de vino, de bello paisaje, y que al ser coleccionista de momentos de intensidad se crean momentos de eternidad, aunque la eternidad no existiera y tuviera que aprender de nosotros?

Yo no sé, Bagaría, en qué consiste la felicidad. Si voy a creer al texto que estudié en el Instituto, del inefable catedrático Ortí y Lara, la felicidad no se puede hallar más que en el cielo; pero si el hombre ha inventado la eternidad, creo que hay en el mundo hechos y cosas que son dignos de ella, y por su belleza y trascendencia, modelos absolutos para un orden permanente. ¿Por qué me preguntas estas cosas? Tú lo que quieres es que nos encontremos en el otro mundo y sigamos nuestra conversación bajo el techo de un prodigioso café de música con alas, risa y eterna cerveza inefable. Bagaría: no temas… ten la seguridad de que nos encontraremos.

Te extrañarás, poeta, de las preguntas de este caricaturista salvaje. Soy, como sabes, un ser con muchas plumas y pocas creencias, salvaje con dolorida materia; y piensa, poeta, que todo este equipaje trágico del vivir floreció en un verso que balbucieron los labios de mis padres. ¿No crees que tenía más razón Calderón de la Barca cuando decía “Pues el delito mayor del hombre es haber nacido” que el optimismo de Muñoz Seca?

Tus preguntas no me extrañan nada. Eres un verdadero poeta, que en todo momento pone la llaga en el dedo. Te contesto con verdadera sinceridad, con simpleza, y si no acierto y balbuceo, sólo es por ignorancia. Las plumas de tu salvajismo son plumas de ángel, y detrás del tambor que lleva el ritmo de tu danza macabra hay una lira rosa de las que pintaron los primitivos italianos. El optimismo es propio de las almas que tienen una sola dimensión; de las que no ven el torrente de lágrimas que nos rodea, producido por cosas que tienen remedio.

Sensible y humano poeta Lorca: seguimos hablando de cosas del más allá. Soy repetidor del mismo tema, porque también el tema se repite él mismo. A los creyentes que creen en una futura vida, ¿les puede alegrar encontrarse en un país de almas que no tengan labios carnales para poder besar? ¿No es mejor el silencio de la nada?

Bonísimo y atormentado Bagaría: ¿No sabes que la Iglesia habla de la resurrección de la carne como el gran premio a sus fieles? El profeta Isaías lo dice en un versículo tremendo: “Se regocijarán en el Señor los huesos abatidos”. Y yo vi en el cementerio de San Martín una lápida en una tumba ya vacía, lápida que colgaba como un diente de vieja del muro destrozado, que decía así: “Aquí espera la resurrección de la carne doña Micaela Gómez”. Una idea se expresa y es posible porque tenemos cabeza y manos. Las criaturas no quieren ser sombras.

¿Tú crees que fue un momento acertado devolver las llaves de tu tierra granadina?
Fue un momento malísimo aunque digan lo contrario en las escuelas. Se perdieron una civilización admirable, una poesía, una astronomía, una arquitectura y una delicadeza únicas en el mundo para dar paso a una ciudad pobre, acobardada; a una “tierra del chavico”, donde se agita actualmente la peor burguesía de España.

¿No cree, Federico, que la patria no es nada, que las fronteras están llamadas a desaparecer? ¿Por qué un español malo tiene que ser más hermano nuestro que un chino bueno?

Yo soy español integral, y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego, no creo en la frontera política. Amigo Bagaría: No siempre los entrevistadores van a preguntar. Creo que también tienen derecho los entrevistados. ¿A qué responde esta ansia, esta sed de más allá que te persigue? ¿Tienes verdaderamente deseos de sobrevivirte? ¿No crees que esto está ya resuelto y que el hombre no puede hacer nada, con fe o sin ella?

Conformes, desgraciadamente, conformes. Yo soy en el fondo un descreído hambriento de creer. Es tan trágicamente doloroso el desaparecer para siempre. ¡Salud, labios de mujer, vaso del buen vino que supiste hacer olvidar la trágica verdad: paisaje, luz que hiciste olvidar la sombra! En el trágico fin sólo desearía una perduración: que mi cuerpo fuera enterrado en una huerta: que por lo menos mi más allá fuese un más allá de abono.

¿Me quieres decir por qué tienen carne de rana todos los políticos que caricaturizas?
Porque la mayoría vive en las charcas.

¿En qué prado corta Romanones las inefables margaritas de su nariz?
Querido poeta: aludes a una de las cosas que llegan más al fondo de mi alma. ¡Nariz de Romanones, excelsa nariz! La de Cyrano era una nariz desaparecida al lado de la nariz de mis amores. Rostand gozó menos que yo con la mía. ¡Oh “paneaux” para mis visiones decorativas! Mis margaritas se fueron cuando las entregaron en una solitaria estación, camino de Fontainebleau. Nunca te habrán preguntado, porque ya no es moda, cuál es tu flor preferida. Como yo ahora he estudiado el lenguaje de las flores, te pregunto: ¿Cuál es la flor qué prefieres? ¿Te la has puesto alguna vez en la solapa?

Querido amigo: ¿Es que piensas dar conferencias como García Sanchíz para preguntar esas cosas?
¡Dios me libre! No aspiro a tocar mal el violoncelo.

¿A qué responde, querido Bagaría, el sentimiento humano que imprimes a los animales que pintas?
Querido Lorca: Según los católicos, los animales no tienen alma; tan sólo algunos animales enchufistas, como el perro de San Roque, el cerdo de San Antón, el gallo de San Pedro y el palomo de la divina carpintería; y yo he mirado de dar humanidad a los animales sin padrinos, dignificarlos con mi lápiz, para que sirvan de contraste con los hombres de animalidad pura. Querido Lorca: te voy a preguntar por las dos cosas que creo tienen más valor en España: el canto gitano y el toreo. Al canto gitano, el único defecto que le encuentro es que en sus versos sólo se acuerda de la madre; y al padre, que lo parta un rayo. Y eso me parece una injusticia. Bromas aparte, creo que este canto es el gran valor de nuestra tierra.

Muy poca gente conoce el canto gitano, porque lo que se da frecuentemente en los tablados es el llamado flamenco, que es una degeneración de aquél. No cabe en este diálogo decir nada, porque sería demasiado extenso y poco periodístico. En cuanto a lo que tú dices, con gracia de que los gitanos sólo se acuerdan de su madre, tienes cierta razón, ya que ellos viven un régimen de matriarcado, y los padres no son tales padres, sino que son siempre y viven como hijos de sus madres. De todos modos, hay en la poesía popular gitana admirables poemas dedicados al sentimiento paternal; pero son los menos.

El otro gran tema porque me preguntas, el toreo, es probablemente la riqueza poética y vital mayor de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay hoy en el mundo. Es el drama puro, en el cual el español derrama sus mejores lágrimas y su mejor bilis. Es el único sitio adonde se va con la seguridad de ver la muerte rodeada de la más deslumbradora belleza. ¿Qué sería de la primavera española, de nuestra sangre y de nuestra lengua si dejaran de sonar los clarines dramáticos de la corrida? Por temperamento y por gusto poético soy un profundo admirador de Belmonte.

¿Qué poetas te gustan más de la actualidad española?
Hay dos maestros: Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. El primero, en un plano puro de serenidad y perfección poética, poeta humano y celeste, evadido ya de toda lucha, dueño absoluto de su prodigioso mundo interior. El segundo, gran poeta turbado por una terrible exaltación de su yo, lacerado por la realidad que lo circunda, increíblemente mordido por cosas insignificantes, con los oídos puestos en el mundo, verdadero enemigo de su maravillosa y única alma de poeta.

Adiós, Bagaría. Cuando te vuelvas a tus chozas con las flores, las fieras y las torrentes, diles a tus compañeros salvajes que no se fíen de viajes de ida y vuelta a nuestras ciudades; a las fieras que tú has pintado con ternura franciscana, que no tengan un momento de locura y se hagan animales domésticos, y a las flores, que no galleen demasiado su hermosura, porque les pondrán esposas y las harán vivir sobre los vientres corrompidos de los muertos.

Tienes razón, poeta. Vuelvo a mi selva, a rugir con mis rugidos, más amables que las bellas palabras de los amigos, que a veces son blasfemias en baja voz.

Fuente: http://revistarambla.com/federico-garcia-lorca-la-ultima-entrevista/

domingo, 5 de junio de 2016

118 años de nacimiento de Federico García Lorca

El cinco de junio de 1898 nacía Federico García Lorca camino de Viznar a Alfacar (Granada). 118 años después desconocemos dónde está enterrado pero sí sabemos que su legado es y será eterno y que como diría Neruda, “podrán cortar las flores pero no podrán detener la primavera”. Así, el 18 de agosto de 1936 Lorca moría asesinado por los franquistas. Su condición de republicano y su orientación sexual que, aunque por todos hoy conocida, no ocurrió lo mismo con sus compañeros de Generación y se vio sometido a una dura crítica social.

Su poesía y teatro nos muestran esta conflictividad constante entre su amor “oscuro” y los impedimentos que le ponía la sociedad, como se observa en “El Maleficio de la Mariposa” o “La Casa de Bernarda Alba”. Así como en diversos poemarios y poemas. También, su intensa pasión y dedicación a la poesía tradicional y al Folclore, así lo demuestran sus poemas dedicados a los gitanos o el “poema de Cante Jondo”. De la misma manera que nos acerca a los mejores años de la historia de España, la República, y cómo las vanguardias penetraron en nuestro país y se mezclaron con toda la tradición literaria.

No hay que olvidar tampoco su labor social, pues gracias a él por los pueblos corrió la literatura y el teatro. También gracias a Alejandro Casona, exiliado y huido pero no olvidado. La Institución libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes, desgraciadamente hoy olvidada y casi abandonada, un edificio que representó el avance artístico y científico de la edad de Plata española.

Nos quitaron a Lorca pero una cosa es clara vivirá eternamente porque su poesía y teatro sigue siendo el aliento del pueblo.

Fuente: http://www.vozpartisana.info/2016/06/118-anos-con-lorca/

lunes, 11 de mayo de 2015

Más Lorca. La muerte del escritor encarnó una derrota de la humanidad

“Quien salva una vida salva al universo entero”. Esa frase del Talmud, que refulge en la Medalla de los Justos, también nos remite a un reverso: “Quien mata una vida mata al universo entero”. Ese es el estremecimiento que sentimos cada vez que se nombra a Federico García Lorca. Su obra es un cuerpo que alberga todas las vidas y su muerte encarnó una derrota de la humanidad. Ese crimen vuelve y vuelve a visitarnos, a sacudir la amnesia, a la manera en que la historia maltratada alienta bajo la superficie del presente. La última revelación, la del informe de la policía franquista de 1965, aclara la intencionalidad política del crimen de Granada, su carácter de “crimen de crímenes”, de metáfora genocida. No hubo muerte “accidental” de Lorca. Una tarea prioritaria de los escribas franquistas fue desalmar el lenguaje. El documento habla de “confesión”. Lo que eso significa: sufrió tormento. Lorca fue un eccehomo. En él mataban a todo lo que odiaban. A la heterodoxia, pero también a la tradición de la risa y la libertad del pueblo. A la belleza, a la verdad y al alma íntima de las palabras. En Poeta en Nueva York hay una profecía: “Cuando se hundieron las formas puras / bajo el cri cri de las margaritas / comprendí que me habían asesinado (...) Ya no me encontraron. ¿No me encontraron? No. No me encontraron”.
La ONU ha vuelto a denunciar al Estado español por desentenderse de sus obligaciones con las víctimas y desaparecidos del franquismo.
Este mes de mayo se entregará en Nueva York el Premio Alba (Abraham Lincoln Brigade Archives) a los voluntarios de la Memoria Histórica. Podrán seguir así por un tiempo las tareas de las que se inhibe la inmoralidad vigente.
Tal vez Lincoln encuentre a Lorca.
 9 MAY 2015 
http://elpais.com/elpais/2015/05/08/opinion/1431085045_630156.html
Naciones Unidas reclama a España juzgar las desapariciones del franquismo.

Aquí la canción por Leonard Cohen con la letra en inglés y español:

https://youtu.be/jWMOqVKHeSQ

Leonard Cohen compuso la música y la letra, adaptación en inglés, basándose en el poema “Pequeño vals vienés” de Federico García Lorca,

(after Lorca)
Now in Vienna there’s ten pretty women
There’s a shoulder where Death comes to cry
There’s a lobby with nine hundred windows
There’s a tree where the doves go to die
There’s a piece that was torn from the morning
And it hangs in the Gallery of Frost
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz with the clamp on it’s
 jaws
Oh I want you, I want you, I want you
On a chair with a dead magazine
In the cave at the tip of the lily
In some hallways where love’s
never been
On a bed where the moon has been sweating
In a cry filled with footsteps and sand
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take it’s broken waist in your hand
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With it’s very own breath of brandy and Death
Dragging it’s tail in the sea
There’s a concert hall in Vienna
Where your mouth had a thousand reviews
There’s a bar where the boys have stopped talking
They’ve been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut
 tears?
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz it’s been dying
 for years
There’s an attic where children are playing
Where I’ve got to lie down with you soon
In a dream of Hungarian lanterns
In the mist of some sweet afternoon
And I’ll see what you’ve chained to your sorrow
All your sheep and your lilies of snow
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
With it’s ‘I’ll never forget you, you know!’
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz...
And I’ll dance with you in Vienna
I’ll be wearing a river’s disguise
The hyacinth wild on my shoulder,
My mouth on the dew of your thighs
And I’ll bury my soul in a scrapbook,
With the photographs there, and the moss
And I’ll yield to the flood of your
beauty
My cheap violin and my cross
And you’ll carry me down on your dancing
To the pools that you lift on your wrist
Oh my love, Oh my love
Take this waltz, take this waltz
It’s yours now. It’s all that there is
(basado en Lorca)
Ahora en Viena hay diez preciosas mujeres.
Hay un hombro sobre el que la muerte llora.
Hay un hall de entrada con novecientas ventanas.
Hay un árbol, al que las palomas van a morir.
Hay un trozo que fue separado de la mañana.
Y está colgado en la Galería del Hielo.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals con la mordaza de sus mandíbulas.
Oh te quiero, te quiero, te quiero.
En una silla con una revista muerta.
En una cueva, con el trozo de un lirio.
En algunos pasillos donde el amor
nunca ha estado.
En una cama donde la Luna ha sudado.
En un sollozo lleno de pisadas y arena.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma su cintura rota en tu mano.
Este vals, este vals, este vals, este vals.
Con su aliento a brandy y a
muerte.
Arrastrando su sobra hacia el mar.
Hay una sala de conciertos en Viena
Donde tu boca fue mil veces comentada.
Hay un bar donde los chicos han dejado de hablar,
condenados a muerte por el blues.
Ah, pero ¿quién se sube a tu imagen
con una guirnalda de lágrimas recién cortadas?
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals que ha estado muriendo durante años.
Hay un ático donde los niños están jugando.
¿Dónde tendré que acostarme contigo?
En un sueño de linternas húngaras
entre la niebla de una dulce tarde.
Y veré lo que has encadenado a tu
desdicha
Todas tus ovejas y tus lirios de nieve.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Con su “yo nunca te olvidaré, ya sabes”.
Este vals, este vals, este vals, este vals…
Y bailaré contigo en Viena
Llevaré un disfraz de río.
El jacinto silvestre en mi hombro.
Mi boca en el rocío de tus muslos.
Y enterraré mi alma en un libro de recuerdos,
con las fotografías allí y el moho.
Y me rendiré ante la inundación de tu belleza.
Mi violín barato y mi cruz.
Y tú me llevarás hacia abajo con tu baile,
a las piscinas que levantas en tu muñeca.
Oh mi amor, oh mi amor.
Toma este vals, toma este vals.
Es tuyo ahora. Es todo lo que hay.

domingo, 23 de octubre de 2011

Discurso de Leonard Cohen al recibir el Premio Principe de Asturias

Leonard Cohen en TVE
Federico García Lorca. Biografía.Otra reseña biográfica, del Instituto Cervantes. Romances y Poemas.
Guitarras flamencas Conde hermanos, de C/ Arrieta, 4 Madrid. España / Tlfno: (0034) 91 541 8738 / Fax (0034) 91 542 58 55 / e-mail:fconde.guitarras@felipeconde.es



Leonard Cohen compuso la música y la letra, adaptación en inglés, basándose en el poema “Pequeño vals vienés” de Federico García Lorca,
(after Lorca)
Now in Vienna there’s ten pretty women
There’s a shoulder where Death comes to cry
There’s a lobby with nine hundred windows
There’s a tree where the doves go to die
There’s a piece that was torn from the morning
And it hangs in the Gallery of Frost
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz with the clamp on it’s jaws
Oh I want you, I want you, I want you
On a chair with a dead magazine
In the cave at the tip of the lily
In some hallways where love’s never been
On a bed where the moon
has been sweating
In a cry filled with footsteps and sand
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take it’s broken waist in your hand
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With it’s very own breath of brandy and Death
Dragging it’s tail in the sea
There’s a concert hall in Vienna
Where your mouth had a thousand reviews
There’s a bar where the boys have stopped talking
They’ve been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut tears?
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz it’s been dying for years
There’s an attic where children are playing
Where I’ve got to lie down with you soon
In a dream of Hungarian lanterns
In the mist of some sweet afternoon
And I’ll see what you’ve chained to your sorrow
All your sheep and your lilies of snow
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
With it’s ‘I’ll never forget you, you know!’
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz …
And I’ll dance with you in Vienna
I’ll be wearing a river’s disguise
The hyacinth wild on my shoulder,
My mouth on the dew of your thighs
And I’ll bury my soul in a scrapbook,
With the photographs there, and the moss
And I’ll yield to the flood of your beauty
My cheap violin and my cross
And you’ll carry me down on your dancing
To the pools that you lift on your wrist
Oh my love, Oh my love
Take this waltz, take this waltz
It’s yours now. It’s all that there is
(basado en Lorca)
Ahora en Viena hay diez preciosas mujeres.
Hay un hombro sobre el que la muerte llora.
Hay un hall de entrada con novecientas ventanas.
Hay un árbol, al que las palomas van a morir.
Hay un trozo que fue separado de la mańana.
Y está colgado en la Galería del Hielo.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals con la mordaza de sus mandíbulas.
Oh te quiero, te quiero, te quiero.
En una silla con una revista muerta.
En una cueva, con el trozo de un lirio.
En algunos pasillos donde el amor
nunca ha estado.
En una cama donde la Luna ha sudado.
En un sollozo lleno de pisadas y arena.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma su cintura rota en tu mano.
Este vals, este vals, este vals, este vals.
Con su aliento a brandy y a muerte.
Arrastrando su sobra hacia el mar.
Hay una sala de conciertos en Viena
Donde tu boca fue mil veces comentada.
Hay un bar donde los chicos han dejado de hablar,
condenados a muerte por el blues.
Ah, pero ¿quién se sube a tu imagen
con una guirnalda de lágrimas recién cortadas?
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals que ha estado muriendo durante años.
Hay un ático donde los niños están jugando.
¿Dónde tendré que acostarme contigo?
En un sueño de linternas húngaras
entre la niebla de una dulce tarde.
Y veré lo que has encadenado a tu desdicha
Todas tus ovejas y tus lirios de nieve.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Con su “yo nunca te olvidaré, ya sabes”.
Este vals, este vals, este vals, este vals…
Y bailaré contigo en Viena
Llevaré un disfraz de río.
El jacinto silvestre en mi hombro.
Mi boca en el rocío de tus muslos.
Y enterraré mi alma en un libro de recuerdos,
con las fotografías allí y el moho.
Y me rendiré ante la inundación de tu belleza.
Mi violín barato y mi cruz.
Y tú me llevarás hacia abajo con tu baile,
a las piscinas que levantas en tu muñeca.
Oh mi amor, oh mi amor.
Toma este vals, toma este vals.
Es tuyo ahora. Es todo lo que hay.

sábado, 11 de marzo de 2023

_- EXPOSICIONES Genios impactados por Galicia: del crepúsculo que noqueó a Einstein al fantasma nazi que se le apareció a Zweig.

_- Una exposición comisariada por Antón Reixa en Santiago repasa la huella gallega presente en la obra de 50 autores universales como Lorca, García Márquez o Graham Greene.


El comisario de la exposición, el artista Antón Reixa, frente a una foto en la que sale Albert Einstein.

Desterrado y censurado por Hitler, el insigne escritor austriaco Stefan Zweig hizo una escala escalofriante en Vigo el 10 de agosto de 1936, mientras navegaba hacia Latinoamérica. En la ciudad gallega, con el golpe franquista aún caliente, vislumbró por primera vez la sombra del monstruo que estaba a punto de arrasar Europa. Presenció cómo colas de jóvenes campesinos encabezados por curas entraban en el Ayuntamiento vigués y salían un cuarto de hora más tarde “completamente transformados”, enfundados en uniformes “relucientes” y armados con fusiles y bayonetas. “Me estremecí. ¿Dónde lo había visto antes? ¡Primero en Italia y luego en Alemania!”, escribió Zweig cinco años después en su obra El mundo de ayer. “Era un poder nuevo que quería el dominio”, que “amaba la violencia” y que consideraba “debilidades anticuadas” la paz y el entendimiento. Esa sensación que le invadió en Vigo de que la democracia europea estaba a punto de morir ya no le abandonó hasta su suicidio en 1942. El diario personal donde describió aquel paseo puede verse en España por primera vez, junto a otras 300 huellas que la literatura, el paisaje o la música de Galicia han ido dejando en la obra de más de 50 genios universales.

Graham Greene, Luis Buñuel, Federico García Lorca, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Albert Einstein, Anna Turbau, Ramón y Cajal, Cristina García Rodero, Borges, Isabel Coixet o Mike Oldfield. Todos, además de Zweig, tienen un sitio en la exposición Detrás do espello (Detrás del espejo), abierta desde este martes y hasta el 11 de junio en el Museo Gaiás de la Cidade da Cultura de Santiago. “Es el fruto de más de un año de investigación. Todos estos autores, además de compartir su fascinación por Galicia, son más que simples viajeros o aventureros: han aportado algo a nuestro patrimonio cultural”, destaca el escritor, músico, productor y director audiovisual Antón Reixa, comisario de la muestra.

Detalle del diario del escritor Stefan Zweig.
ÓSCAR CORRAL
El periodista y gestor cultural Xosé Luis Canido es coautor con Reixa de la exposición. Está convencido de que Lorca se hizo poeta en Galicia. “Llegó por primera vez en 1916 siendo músico y, tras leer a Rosalía [de Castro], escribió su primer libro, Impresiones y Paisajes”. El autor granadino llegó a escribir una especie de confesión. Contaba que el paisaje gallego se había apoderado de él, que lo había convertido en “poeta de la alta hierba”: “Me sentí poeta gallego y una imperiosa necesidad de hacer versos”. La muestra revive al artista 85 años después de su muerte con una grabación de 15 segundos en la que se le ve paseando entre risas por Vigo con su grupo teatral La Barraca.

Detrás del realismo mágico de Gabriel García Márquez se esconde también un sello galaico. El colombiano visitó Galicia en 1983, justo después de recibir el Nobel, y desveló que fue de su abuela originaria de estas tierras de quien aprendió “la manera de contar”. Tras ese viaje, en un artículo en EL PAÍS titulado Viendo llover en Galicia, Gabo aupó al Obradoiro a su cima mundial de las plazas más hermosas -hasta entonces el puesto era de la italiana Siena- y proclamó su amor por el lacón, un manjar que cató, sin saber siquiera su nombre, en los fogones de la anciana gallega que lo crió. Aquella mujer habitaba, según él, “un mundo sobrenatural donde todo era posible”.

Una obra del fotógrafo Ton van Vliet.
ÓSCAR CORRAL

A Graham Greene el vínculo con Galicia le llegó a través de la meditación y el vino. Atesoró dos grandes amigos gallegos: el teólogo Leopoldo Durán y el gaiteiro y viticultor Antonio Nogueiras. El novelista británico conoció a este último durante sus estancias en el monasterio de Oseira (San Cristóbal de Cea-Ourense), un lugar en el que buscó refugio durante varios veranos, de 1973 a 1989. Entre sus muros escribió Monsignor Quixote, obra en la que inmortalizó a Nogueiras como Don Diego. Pese a que ni siquiera hablaban el mismo idioma, con él se sentaba cada tarde a ver pasar la vida en una bodega cercana al cenobio cisterciense.

Así acabó la melodía de un afilador de Ourense en un disco de Miles Davis

El marco temporal de la muestra organizada por la Consellería de Cultura va de 1917 a 2020. Arranca con el fotógrafo francés George Chevalier, que el mismo año de la Revolución Rusa plasmó las más antiguas imágenes en color que se conservan de Galicia. Su mecenas, el banquero Albert Kahn, le financió a Chevalier una campaña por el planeta para que plasmara con su cámara el mundo que se desvanecía con la Primera Guerra Mundial. El territorio gallego fue una de las zonas elegidas. Las fotos que ahora se pueden ver en el museo de la Cidade da Cultura las custodia el parisino Museo Albert Kahn de Boulonge-Billancourt.

Hubo dos premios nobel que difundieron las bondades de Galicia por el mundo. Ahí está la promoción internacional que el científico Santiago Ramón y Cajal hizo en 1906 al certificar y recomendar las aguas medicinales de Cabreiroá, en Verín (Ourense), y que obligó a crear una línea de transporte entre el balneario y la costa para trasladar a los extranjeros que llegaban en barco para probarlas. “Riqueza de colores y puesta de sol en Vigo, incomparable”, anotó en su diario Albert Einstein en 1925 tras presenciar el crepúsculo sobre las islas Cíes desde la cubierta de un trasatlántico.

Una mujer frente a dos fotografías de la exposición.
ÓSCAR CORRAL

La música ocupa un lugar importante en la muestra del Museo Gaiás. Una de las historias más sorprendentes es la del capador y afilador José María Rodríguez, vecino de Nogueira de Ramuín (Ourense), y de cómo una de las melodías que él interpretó con el chiflo en 1952 para el musicólogo Alan Lomax acabó en un disco de Miles Davis. La Alborada de Vigo se convirtió en el arranque de The Pan Piper, del album Sketches of Spain del célebre trompetista de jazz. Rodríguez recibió por aquel hito 200 pesetas, dinero con el que emigró a Venezuela y montó una tienda de fotografía. Más profunda fue la huella que dejó el mítico grupo folk Luar na Lubre en Mike Oldfield. “La exposición va de nuestra identidad como sociedad y pueblo, porque no la confeccionamos solo nosotros, sino también los demás”, concluye Canido.

https://elpais.com/espana/2023-03-07/genios-impactados-por-galicia-del-crepusculo-que-noqueo-a-einstein-al-fantasma-nazi-que-se-le-aparecio-a-zweig.html