domingo, 22 de octubre de 2017

LO FÁCIL QUE ES ENGAÑAR. Son millones los que han perdido el empleo, el negocio o aun la vida, los que han engrosado las filas de la pobreza. Ya no se habla de nada de esto.

30 DE SEPTIEMBRE, víspera de la kermés independentista de Cataluña. Salgo a dar una vuelta por mi barrio madrileño, el de los Austrias, poco proclive a votar al PP (decir que vota más “izquierdas” sería grotesco en tiempos en que se tiene por tal a un partido como Podemos, tan parecido al peronismo (1) benefactor y beneficiado de Franco (2))...

No es sólo que reaviven un patriotismo felizmente aletargado, ojalá eso quede en anécdota. Es que gracias a ellos ya no existe ningún grave asunto más: ni corrupción, ni Gürtel, ni Púnica, ni Bárcenas, ni ley mordaza ni recortes laborales, sanitarios, educativos. Hace no mucho la Ministra de Trabajo se fue de rositas tras ensalzar la “gran recuperación” de la economía tras la crisis, y encima se vanaglorió, con el mayor cinismo, de que “nadie ha sido dejado atrás”. A Báñez le fallan las neuronas (es la única alternativa al cinismo), y además no se baja nunca de su coche oficial. Le bastaría pisar la Plaza Mayor de Madrid para ver que todos sus soportales están tomados por masas de mendigos que duermen y velan dentro de sus cartones, despidiendo un hedor que nada tiene que envidiar al de Calcuta en sus peores tiempos. Esa plaza, como otros puntos de la ciudad, son favelas, cada día más. Y si Gallardón y Botella no tomaron medida alguna, imagínense Carmena, a quien el escenario tal vez parezca de perlas y “aleccionador” para los turistas. Báñez se ha olvidado ya de los incontables negocios que debieron echar el cierre desde 2008, a los que de repente los bancos negaban hasta el crédito más modesto; de los infinitos parados súbitos del sector de la construcción y de las empresas afines: gente que llevaba una vida fabricando grifos, pomos o cañerías se quedó en la ruina y a menudo en la calle; tampoco va la Ministra a oficinas ni tiendas, en las que verá cómo se ha reducido el personal brutalmente y cómo quienes conservan el empleo se ven obligados a hacer jornadas interminables, a multiplicar su tarea por dos o tres, para paliar esa falta de compañeros de la que los dueños sacan ganancia. Haga interminable cola en un supermercado y pregúntese por qué hay una sola caja abierta, en vez de tres o seis; pregunte qué sueldo perciben esos trabajadores que mantienen su puesto, se enterará de que no están lejos de ser siervos; pregunte qué tipo de contratos se ofrecen, y verá el abuso del patrono institucionalizado, y protegido por su Gobierno y por ella. ¿A nadie se ha dejado atrás? Son millones los que han perdido el empleo, el negocio o aun la vida, los que han engrosado las filas de la pobreza. Ya no se habla de nada de esto.

Claro que dense un paseo por Cataluña y verán lo mismo, si no peor. Sus gobernantes autonómicos, hoy aclamados por los independentistas, han llevado a cabo las mismas políticas de austeridad y recortes que el PP, con antelación y con el resultado de millares de niños malnutridos. Así que con la kermés también se están haciendo un inmenso favor a sí mismos. Han conseguido que no se hable más del 3%, del saqueo de los Pujol, de la monstruosa corrupción. “Dadnos un país nuevo y puro”, le dicen a la gente. Y callan la segunda parte, la verdadera: “Así nadie nos podrá pedir cuentas de lo que hemos hecho, ni de lo que seguiremos haciendo con las manos libres y jueces nuestros”. Uno se estremece al comprobar lo fácil que resulta hoy engañar.

Javier Marías
http://elpaissemanal.elpais.com/columna/javier-marias-enganar/

(1) Comparar a Podemos con el Peronismo, un partido-movimiento fruto de un golpe militar -dictadura- en el poder varios años en Argentina, que acogió a criminales nazis, no puede ser más que fruto de la ignorancia más profunda de la Historia o de la maldad interesada o las dos cosas.
(2) Seguir, para rematar la maldad, comparando con el franquismo, raya el odio a un partido que no ha estado en el gobierno y cuyas propuestas son bondades que pueden, en algunos casos, coincidir con ingenuidades al lado de la política aplicada por la dictadura si se conoce la realidad del franquismo y su estelas de crímenes, desde su entrada hasta su salida.
Por qué lo traigo al blog. Porque lo considero un ejemplo de la mentalidad que domina incluso entre los considerados "progres críticos", y lo curioso de la introducción (que sobraba) para dejar claro como piensa respecto a lo nuevo surgido en las calles. No lo vayamos a confundir con uno de esos nuevos!!!
La tesis de que por parte de unos y otros se utiliza el caso para tapar en los medios y ocultar de la realidad a la corrupción, si me parece aceptable y creíble. Cómo acabará todo es una incógnita, jugar con brujerías puede acabar escapando de las manos.

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