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jueves, 2 de diciembre de 2021

_- LIBROS. Alemania, ‘hora cero’: una posguerra de hambre, hacinamiento, violaciones y refugiados.

_- Vista aérea del casco viejo de Berlín (Alemania) en ruinas, el término de la Segunda Guerra Mundial.
HEIN GORNY / ADOLPH C. BYERS
Varias publicaciones retrataron el país tras el final de la Segunda Guerra Mundial. En su libro ‘Otoño alemán’, el periodista Stig Dagerman ofreció un retrato de la destrucción tras la derrota.

Roberto Rossellini la popularizó en 1948, pero la expresión “hora (o año) cero” había surgido unos años antes, en torno al fin de la Segunda Guerra Mundial en territorio europeo; imaginada y temida por algunos como el momento de la venganza, anhelada por otros como una cesura histórica y una liberación, la hora cero fue recibida con indiferencia por la mayoría de la población alemana, cuyo padecimiento no terminó con las hostilidades.


En Wolfszeit (La hora del lobo), el periodista alemán Harald Jähner calcula que “la guerra dejó en Alemania 500 millones de metros cúbicos de escombros”, una cantidad tan difícil de concebir que los sobrevivientes intentaban visualizarla imaginando una montaña de ruinas de 90.000 metros cuadrados de base y 4.000 metros de altura; una montaña, en realidad, inconcebible.

Nada más difícil que hacernos una idea del estado de las ciudades alemanas 
el final de la guerra la incapacidad para comprender lo sucedido y verbalizarlo era el denominador común entre los sobrevivientes. 

Berlín había perdido un tercio de sus vivienda y las que seguían en pie carecían de electricidad, agua y gas; los suicidios eran frecuentes, también el hacinamiento, las violaciones y ejecuciones sumarias a cuenta de la justicia de los vencedores; las autoridades eclesiásticas habían dejado en suspenso el séptimo mandamiento, porque el robo de carbón era vital para la supervivencia; la prostitución florecía a falta de otras actividades económicas; en el mercado negro, las joyas y los objetos de valor eran intercambiados por patatas y pan; la capital del Tercer Reich había pasado de tener 4,3 millones de habitantes a tener 2,8 cuando la guerra terminó; la mayor parte de la población estaba compuesta por ancianos, niños y mujeres; el berlinés promedio estaba profundamente desnutrido y los casos de cólera y difteria eran frecuentes. Nossack pudo constatar que el infortunio personal resultaba comprensible, pero que la destrucción total y absoluta era imposible de entender y conducía a quienes la experimentaban a la estupefacción y el silencio.

Stig Dagerman tenía solo 23 años cuando visitó Alemania y descubrió —viajando de “las ruinas de una ciudad hacia las ruinas de otra” como los desplazados, los hambrientos y quienes habían perdido su hogar— que la palabra más empleada para dar cuenta de la situación era “indescriptible”. No le pareció adecuada, sin embargo. “La carne de dudosa procedencia que de alguna forma [los sobrevivientes] consiguen procurarse o las verduras sucias que encuentran Dios sabe dónde no son indescriptibles”, afirmó, “son absolutamente repugnantes. [Y] lo que es repugnante no es indescriptible, es simplemente repugnante. Del mismo modo se puede refutar a aquellos que dicen que la miseria que sufren los niños en los sótanos es indescriptible. Si se quiere, se puede describir perfectamente”.

Dagerman había nacido en las afueras de Estocolmo en 1923 y solo le quedaban siete años de vida —se suicidó en 1954—, pero le bastarían para producir cuatro novelas, cuatro obras de teatro, un volumen de novelas cortas, cuentos, ensayos, poemas y artículos. Los 13 que escribió para el periódico sueco Expressen en 1947, que Pepitas de Calabaza publica ahora bajo el título de Otoño alemán (traducidos por José María Caba y revisados por Jesús García Rodríguez), son prueba de su extraordinaria lucidez y del imperativo que se impuso de contar y describir lo que otros consideraban “indescriptible”: el hambre, el hacinamiento en los trenes y en los sótanos a menudo inundados, la llegada de refugiados —”gente andrajosa, hambrienta y no grata”, cuya presencia “era al mismo tiempo odiada y bien recibida; odiada porque los que llegaban no traían consigo más que hambre y sed; bien recibida porque alimentaba sospechas que solo esperaban ser nutridas, una desconfianza que solo esperaba ser confirmada y un desconsuelo que nadie deseaba mitigar”—, “las caras pálidas de la gente que vive en las barracas y los búnkeres por cuarto año consecutivo —y que hacen pensar en los peces que se asoman a la superficie del aire para respirar— y el llamativo rubor de las chicas que algunas veces al mes reciben chocolates, una cajetilla de Chesterfield, estilográficas o jabones”, la indiferencia frente a los Juicios de Núremberg y las primeras elecciones democráticas, el rechazo mayoritario a los procesos de desnazificación —”consagran un tiempo considerable a casos insignificantes mientras que los verdaderamente importantes parecen desaparecer por una escotilla secreta”—, la demanda de diversión —”los cines están siempre llenos hasta el anochecer y por eso admiten espectadores de pie”— y el modo en que, pese a que tendemos a pensar en el final de la guerra como un acontecimiento de alcance general, afectó con diferente intensidad a las distintas clases sociales y preservó a la alta, la que más había prosperado durante el nazismo.

“Si uno ha convivido con alemanes procedentes de diferentes capas sociales, pronto se da cuenta de que lo que en un sondeo previo sobre el pensamiento alemán actual parece un bloque monolítico está en realidad atravesado por grietas horizontales, verticales y diagonales”. Dagerman sostuvo que “es un chantaje analizar la posición política del hambriento sin analizar al mismo tiempo su hambre”, y es esto lo que distingue más claramente su postura de la adoptada por otros corresponsales de la posguerra alemana como Virginia Irwin, Jacob Kronika o Theo Findahl, quienes aprobaban el castigo a la totalidad de la sociedad alemana.

Para Dagerman, un país “insatisfecho, amargado y desgarrado” en el que prevalecían “la desilusión y la desesperanza” no era el escenario más propicio para la “hora cero” de una nueva sociedad democrática. Y es esta conclusión —que compartiría años más tarde el canciller occidental Richard von Weizsäcker, quien en 1985 afirmó que “jamás hubo una hora cero”— la que otorga un cierto carácter oracular a su extraordinario Otoño alemán en un momento en que el fascismo se extiende por Europa. 

sábado, 1 de febrero de 2020

_- Cuando la RAF y las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos (USAAF), convirtieron Dresde en otra Pompeya. Un nuevo libro describe con intensidad pasmosa la icónica destrucción de la ciudad alemana en 1945.

_- En el horror inabarcable de la II Guerra Mundial, el bombardeo de la ciudad alemana de Dresde destaca con un fulgor siniestro.
El 13 de febrero de 1945, pronto hará 75 años, dos oleadas sucesivas de bombarderos, 244 aparatos británicos la primera y 552 estadounidenses la segunda, arrasaron brutalmente la población en 18 horas de espanto, desatando un infierno en el que se abrasaron en medio de escenas dantescas millares de personas, la mayoría civiles y en gran proporción mujeres, niños y ancianos, muchos de ellos refugiados que huían del avance soviético. El ataque devastó Dresde, de 650.000 habitantes, considerada la Florencia del Elba por su riqueza patrimonial y el nivel de su cultura. La destrucción de la ciudad, uno de los episodios emblemáticos de la guerra, símbolo para algunos de la indecencia de la guerra total y objeto desde que sucedió de intensos debates y polémicas, la relata ahora en un libro tan detallado como conmovedor, Dresde 1945, fuego y oscuridad (Taurus, 2020), el escritor británico Sinclair McKay —autor de varias obras sobre los decodificadores de Bletchley Park—.

Basándose en un estudio exhaustivo de las fuentes, sobre todo de testimonios de testigos del bombardeo, tanto habitantes de Dresde como aviadores, el estudioso revive la tragedia de una manera estremecedoramente vívida y caleidoscópica, llevando al lector de las heladas cabinas de los Lancaster en las que los jóvenes tripulantes se aferraban a amuletos como el sujetador de su novia para sobrellevar el miedo allí en los cielos (50.000 aviadores habían muerto en la campaña aérea, de manera horrenda), a los sótanos abarrotados en los que se refugiaba la población y que se convirtieron en trampas mortales. McKay, que calcula que 25.000 personas murieron en Dresde aquella noche, describe imágenes que cuesta desterrar de la memoria: el anciano cegado que avanza en medio del incendio como un rey Lear ardiente, la abuela calcinada ante los ojos de su nieta al prenderle en la ropa una bengala incendiaria, la gente hervida en los tanques de agua donde habían buscado refugio, los cuerpos de las embarazadas cuyos vientres se habían abierto por efecto del calor para revelar a los hijos nonatos.

¿Hay que considerar el bombardeo de Dresde un crimen de guerra?
"El término me hace dudar", responde McKay, "fue una atrocidad terrible, pero crimen de guerra es un concepto jurídico y entonces deberíamos analizar si todos los bombardeos sobre las ciudades alemanas lo fueron. Además, Dresde tenía un indudable valor estratégico, era un objetivo militar, con ferrocarriles, tropas, fábricas en el centro de la ciudad que producían material bélico".

¿Estaba justificado hacer algo así para vencer al mal indiscutible del nazismo?
"La cuestión moral, efectivamente, es el núcleo del bombardeo de Dresde. Ya en 1943, Churchill tenía serias dudas sobre la moralidad del bombardeo de ciudades y acusó al Mando de Bombardeo de la RAF de "actos de terror". Otros, como el mariscal del Aire Sir Arthur Harris, el Carnicero, no entendían esa actitud". ¿Es Dresde la Gernika alemana?

"El horror provocado por los bombardeos aéreos empieza con Gernika, Dresde es parte de ese patrón terrible que culmina en Hiroshima y Nagasaki".
Sobre si sirvió para algo el bombardeo de Dresde, McKay reflexiona: "Es distinto decirlo ahora, cuando miramos a febrero de 1945 y sabemos que la guerra finalizaría en dos meses, pero la gente entonces no lo sabía, claro, y los aliados observaban alarmados que los soldados alemanes seguían resistiendo. La guerra podía alargarse. En ese sentido hay que recordar que el bombardeo de Dresde, al lado de todo el horror, generó efectos militares inmediatos: obstaculizó los movimientos del Ejército alemán, ayudando al Ejército Rojo y además el shock que provocó en la población civil alemana les devolvió a la cruda realidad de que Hitler no iba a darle la vuelta a la guerra con sus armas maravillosas, que el régimen nazi estaba acabado".

Algunas de las imágenes que se describen en el libro sugieren una peligrosa comparación con el genocidio nazi: los cadáveres apilados en las calles, la cremación de los cuerpos en parrillas improvisadas, el propio horno en que se convirtió la ciudad. "Desde luego no lo he hecho explícitamente, pero por supuesto es peligroso comparar. Es evidente que tenía que mostrar esas cosas, pero nunca he querido hacer ningún tipo de comparación. Parte de la dificultad de la historia del bombardeo de Dresde es que la extrema derecha alemana actual trata por todos los medios de mostrar a los civiles muertos como mártires, pretendiendo que se vean como equivalentes de las víctimas del Holocausto: no creo que se pueda tomar ese camino. La planificación y ejecución del Holocausto, la maldad, el sadismo, la premeditación y el horror de todo aquello es algo aparte, otra dimensión con respecto a un bombardeo nocturno, independientemente de lo horrible que este fuera y de que hubiera niños. Esa barbaridad no deja de estar en el núcleo de la guerra".

El autor recalca que las autoridades actuales de Dresde están angustiadas por el intento de apropiación de sus víctimas por la extrema derecha. McKay cuestiona también la idea expresada por el historiador alemán Jörg Friedrich en El incendio (Taurus, 2003), de que la población civil alemana fue tan víctima de la guerra como las otras. En su libro no deja de señalar que Dresde fue una ciudad entusiásticamente nazi y cosas como que a los pocos judíos que quedaban no se los dejaba entrar en los refugios arios.

Dresde 1945, escrita con un pulso narrativo excelente (trasladado al castellano por Martín Schifino), une a su rigor documental una estructura dramática apasionante. "Eso es fácil cuando tienes fuentes tan buenas y literarias como Kurt Vonnegut y Victor Klemperer, que estaban en Dresde, el primero como prisionero de guerra y el segundo, judío, llevando una vida de semiclandestinidad, pero hay muchos otros testigos oculares que escribieron crónicas de gran calidad y detalle".

¿Cuál le parece la imagen más horrible del bombardeo?
"Hay tantas, la atmósfera en los sótanos, esa claustrofobia, con la luz de la bombilla que se apaga. Eso es lo que más me ha angustiado al escribir. Tenía que parar a menudo y salir a correr para desprenderme de aquello".

La tormenta de fuego fue también terrible.
"Parece algo casi sobrenatural, pero eso ha pasado ahora en los incendios de Australia. Los científicos aún estudian la parte física de ese fenómeno que se llevó gente volando. El aire se pone del revés, el oxígeno es absorbido, no se puede respirar. Ser capaz de hacer eso es como tener el poder de Dios, algo bíblico, sí".

De las cuentas del horror, esos 25.000 muertos, dice que en realidad nunca se sabrá la cifra exacta, pero que se hizo un recuento muy pormenorizado y no pueden haber sido muchos más, pese a Goebbels y David Irving. "En todo caso sigue siendo una cantidad enorme". McKay subraya su intención de hacer justicia a las víctimas de Dresde, explicando sus vidas y sus muertes. Añade que al describir los tormentos del fuego en la carne ha optado por explicar las impresiones que el lector puede entender. "Es imposible saber lo que se siente al explotar, pero sí al notar que te quedas ciego ante algo que parece nieve ardiente, o que te asfixias en un sótano".

De una de las imágenes canónicas de Dresde, la de la mujer a la que se le abre la maleta y lleva dentro el cuerpo abrasado y reducido al tamaño de un muñeco de su hijo, dice que “desde luego no es una leyenda urbana, algo que en Dresde no hace falta”, y que hubo varios casos de personas que transportaban a sus familiares muertos para que no fueran a parar a las fosas comunes. Él relata el caso de una mujer que llevaba lo que quedaba de su hijo en un saco.

La historia de Dresde tiene un eco de Pompeya.
"Sí, hay algo, la magnitud de la catástrofe, las imágenes apocalípticas, la propia física de la destrucción que parece desafiar el entendimiento, y la desnudez de la muerte".

EL MONUMENTO A LAS TRIPULACIONES DE LOS BOMBARDEROS
Del monumento en Picadilly, en Londres, a las tripulaciones británicas de bombarderos, los Bomber Boys, inaugurado en 2012, Sinclair McKay considera que "por fin se ha hecho, se ha tardado mucho, es muy controvertido y se ha lanzado pintura en alguna ocasión sobre él, pero desde luego si hay que acusar a alguien de crímenes de guerra no es a las tripulaciones, esos chicos mucho más inteligentes y sensibles de lo que se piensa y que lucharon con mucho valor".

https://elpais.com/cultura/2020/01/22/actualidad/1579715883_502339.html

Más:
https://www.lavanguardia.com/cultura/20200123/473082086941/dresde-borbardeo-raf-aniversario-mckay.html


¿Qué son los crímenes de guerra?
El término de crímenes de guerra, definido por el Derecho internacional y la Convención de Ginebra, se refiere a las infracciones graves del Derecho Internacional Humanitario que se cometen durante un conflicto armado.

¿Cuáles están catalogados como crímenes de guerra?
El asesinato o malos tratos a prisioneros de guerra, civiles o náufragos.
Deportación para obligar a realizar trabajos forzados a la población civil en territorios ocupados.
Genocidios contra la población.
La toma y ejecución de rehenes.
La destrucción o devastación injustificada de poblaciones.
El robo de bienes públicos o privados.
La Comisión de Crímenes de Guerra de la ONU fue la primera organización internacional en incluir la violación como un delito grave.

Historia de los crímenes de guerra
Algunas de las primeras personas en ser juzgadas por crímenes de guerra fueron el exprimer ministro japonés Hideki Tojo, por los Juicios de Tokio en 1946, o el expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic en 2002.
Los juicios de Nuremberg contra nazis. https://es.wikipedia.org/wiki/Juicios_de_N%C3%BAremberg

Desde 2002, el Tribunal de La Haya se encarga de perseguir los crímenes de guerra cometidos tras esa fecha, que se recogen en el artículo 5 del Estatuto de Roma.

Genocidio
Aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos.

sábado, 13 de octubre de 2018

Cómo los EE UU capturan a los yemenís que, después, son asesinados.


SocialistWorker / Viento Sur


Las imágenes que hoy tenemos delante son infames: niños yemeníes atónitos y ensangrentados que llegan al hospital después de que su autobús del campamento de verano fuese bombardeado por aviones sauditas. Estados Unidos está profundamente implicado en ese ataque del 9 de agosto, que mató a 54 personas, en su mayoría niños.

Los fragmentos de la bomba llevan las etiquetas de los fabricantes de armas de Estados Unidos. La naturaleza indefendible del bombardeo -no hubo combatientes a la vista- ha cosechado titulares e incluso la atención en el congreso de los EE.UU., y ha abierto un nuevo debate sobre la participación de Estados Unidos en el continuado asedio del Yemen por una coalición liderada por Arabia Saudita, Estados Unidos y los Emiratos Árabes.

La coalición enmarca su guerra como una intervención en nombre de Abdrabbuh Mansur Hadi, a quien reconocen como el presidente legítimo de Yemen. Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) afirman estar apuntando a los huzíes, el grupo opositor de la guerra civil de Yemen que controla la capital del país, y que ha alegado tener vínculos con Irán. Las imágenes del ataque del autobús escolar, sin embargo, revelan los objetivos reales del poder aéreo de la coalición.

Mientras tanto los huzíes como la coalición toman medidas que tienen consecuencias destructivas para la población de Yemen, la culpa abrumadora de la devastación y la crisis humanitaria recae en los Estados Unidos, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

Los Estados Unidos están suministrando los aviones a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos, las municiones de precisión que están arrojando, la inteligencia y el reabastecimiento en vuelo de los aviones de guerra de la coalición. Los Estados Unidos también continúan llevando a cabo operaciones militares en Yemen directamente /1, con sus propias fuerzas especiales y ataques aéreos. Pero incluso cuando el personal estadounidense no está arrojando personalmente las bombas, parece que están involucrados en todos los pasos de las operaciones de la coalición.

El mismo día del ataque al autobús escolar, y no muy lejos, el personal de EE UU estaba terminando otra actividad más tranquila que ha recibido mucha menos atención.

Del 5 al 9 de agosto, una unidad de la Guardia Nacional de Wisconsin que fue asignada a la Central del Ejército de EE UU llevó a cabo una semana de entrenamiento /2 con miembros de la Brigada de la Guardia Fronteriza del Real Ejército de Omán en Haima, Omán. Los ejercicios fueron parte de la militarización de Omán en su frontera con Yemen, con financiación y otra asistencia de los Estados Unidos.

En otras palabras, los Estados Unidos no solo están ayudando a la coalición a bombardear civiles yemeníes. Está ayudando a capturar a los refugiados que huyen de ese bombardeo.

Muros alrededor del mundo
Antes de estas imágenes estaba claro que el gobierno estadounidense no quería refugiados yemeníes en los Estados Unidos. Yemen ha sido incluido en las tres versiones de la prohibición antimusulmana de viajes de la administración Trump. Eso fue bastante injusto. En Omán, Estados Unidos está ayudando a evitar que los yemeníes abandonen su país.

En agosto, el Congreso aprobó la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) -su presupuesto militar- para el año fiscal de 2019. La Ley insta al Secretario de Estado a certificar que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos tomen medidas para minimizar las bajas civiles, entre otras medidas para calmar los reparos que pudiera tener el Congreso sobre la continuación del programa de reabastecimiento en vuelo de los Estados Unidos.

Las restricciones establecidas en la Ley han salido a la luz pública cuando Trump ha señalado su negativa a cumplirlas /3, lo que ha desencadenado una disputa entre los miembros del Congreso y la Casa Blanca /4 sobre quién tiene la autoridad para tomar decisiones sobre asuntos exteriores, una pelea que ha sido alimentada por el horrendo bombardeo de autobuses escolares.

Pero la misma Ley también amplía silenciosamente la lista de países a los que Estados Unidos suministra ayuda con el propósito de militarizar sus fronteras. En 2016, se agregó una provisión en el presupuesto militar que asigna dicha financiación a "ciertos países extranjeros para operaciones de seguridad fronteriza". La lista de países -cada uno de los cuales reúne los requisitos para recibir hasta 150 millones de dólares en el programa- incluye Túnez, Egipto, Líbano y Jordania El presupuesto de 2019 incluye Pakistán y Omán.

¿Qué tienen estos estados en común?
Comparten fronteras con países de donde emergen o fluyen millones de refugiados. Egipto, Túnez, Líbano y su vecino Jordania, Libia, Siria e Iraq. Pakistán limita con Afganistán.

Los pasos de Omán para "asegurar su frontera" suenan familiares. En una tendencia adoptada por los estados de todo el mundo, y defendida por la Casa Blanca, -Omán está construyendo un muro /5. La construcción comenzó hace cinco años y está programada que continúe durante tres años más.

Estados Unidos prometió 2,5 millones de dólares de ayuda para Omán durante 2019 /6 en un paquete bajo el título de "Paz y seguridad". Y una serie de reuniones entre funcionarios estadounidenses y omaníes sugieren que podría estar funcionando una coordinación más profunda.

En marzo, el secretario de Defensa, Mattis, se reunió con el sultán omaní Qaboos bin Said Al Said y el ministro de Defensa Badr bin Saud al Busaidi en Muscat (la capital de Omán) /7 para discutir la mejora de la cooperación militar. A fines de julio, el Ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Yusuf bin Alawi, viajó a Washington y se reunió con Mattis en el Pentágono, el Secretario de Estado Pompeo y miembros del Congreso. Las conversaciones se centraron en la relación bilateral con respecto a la crisis en curso en Yemen /8.

Y luego se produjo el adiestramiento conjunto en Haima.

Más allá de los bombardeos
La migración es difícil para los yemeníes. Yemen era el país más pobre de Medio Oriente antes de que comenzara la guerra en 2015. Si bien hay más de 2 millones de desplazados internos en Yemen /9, la pobreza impide que los yemeníes puedan abandonar el país.

A pesar de los numerosos obstáculos, más de 190.000 yemeníes han huido a países vecinos /10 según el UNHCR, la agencia de la ONU para los refugiados. Muchos de los que se han marchado están en Omán, por lo que las medidas que tome el país con su aliado estadounidense pondrán nuevos obstáculos a posibles refugiados.

Sorprendentemente, a pesar de las condiciones de pesadilla que Estados Unidos, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos han construido en Yemen, también es cierto que más de 280.000 personas /11, en su mayoría del Cuerno de África, han buscado refugio en Yemen. Las medidas que los Estados Unidos están apoyando con sus aliados, entonces, no solo son devastadores para los yemeníes. La crueldad de esas acciones se extiende a los refugiados de fuera de Yemen que ahora están efectivamente atrapados en las mismas condiciones que están desplazando, dentro de una cárcel, a los yemeníes.

Las guerras que los Estados Unidos están llevando a cabo y apoyando incluyen guerras sobre la libertad de movimiento y sobre aquellos que buscan ejercerla. Desde el enjaulamiento de niños y adultos en la frontera con México hasta el bombardeo de niños en Yemen con armas estadounidenses, este verano ha demostrado al mundo que Estados Unidos no solo está expulsando a la gente de sus hogares, sino que les está impidiendo escapar de sus hogares en busca de la seguridad.

Es significativo que el apoyo de los EE. UU. al bombardeo saudita reciba cada vez más atención. Pero desde los muros hasta las prohibiciones de viaje, las desastrosas actividades de nuestro gobierno van más allá de los bombardeos solo. Necesitamos identificar y exponer los numerosos ataques de Washington a personas en todo el mundo, - y oponerse a ellos.

Notas

1. https://www.washingtonpost.com/news/world/wp/2018/07/06/feature/as-a-u-s-shadow-war-intensifies-in-yemen-al-qaeda-is-down-but-not-out

2. https://www.dvidshub.net/news/288480/sharing-best-practices-across-borders

3. https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/statement-president-donald-j-trump-h-r-5515

4. https://www.cnn.com/2018/03/20/politics/yemen-war-powers-vote/index.html

5. https://www.middleeasteye.net/news/salalah-forever-yemeni-home-oman-across-troubled-border-815508113

6. https://www.foreignassistance.gov/explore/country/Oman

7. https://www.defense.gov/News/News-Releases/News-Release-View/Article/1464705/readout-of-secretary-james-n-mattis-meeting-with-omani-sultan-qaboos-and-minist

8. https://www.defense.gov/News/News-Releases/News-Release-View/Article/1586430/readout-of-secretary-of-defense-james-n-mattis-meeting-with-omani-foreign-minis

9. https://reliefweb.int/report/yemen/yemen-unhcr-update-march-2018

10. https://reliefweb.int/report/somalia/unhcr-somalia-response-yemen-situation-1-31-march-2018

11. http://www.unhcr.org/en-us/news/latest/2017/5/591eb3d14/war-grinds-yemen-somali-refugees-eye-return.html

Publicado por primera vez en In These Times el 20 de septiembre de 2018.

http://inthesetimes.com/article/21454/war-yemen-oman-refugees-walls-bombings-displacement-civilians 

lunes, 17 de septiembre de 2018

Entrevista a Alberto García Watson, reportero freelance y analista internacional asentado en Líbano "Dejar caer Idlib en manos del Estado sirio representaría abandonar el proyecto de anexión turco en la región"

17-09-2018

Lorenzo Palacios
Rebelión

Hoy lunes se produce una importante reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin y su contraparte turco, Recep T. Erdogan. De esta renuión se espera que haya claridad respecto al destino de Idlib, último reducto yihadista que queda en Siria y el cual definirá esta guerra sangrienta en la cual se ha enfrentado una gran cantidad de potencias e intereses extranjeros. Para entender mejor el contexto de etsa reunión y qué se pueda esperar de ella, hemos sostenido una conversación con Alberto García Watson, asentado en El Líbano, reportero y analista internacional freelance en Oriente Medio, que ha colaborado entre otros medios con HispanTV, Presstv, Al Etejahtv, Al Sahartv, Telesur y laRepublica.es.

1. La solución política al conflicto en Siria hoy parece estar estancada, con EEUU, Europa y Turquía defendiendo el status quo en Idlib, con Assad sin mucho margen de maniobra con la oposición, con los kurdos ocupando una tercera parte del país bajo el patrocinio de EEUU, y con Rusia tratando de equilibrar sus relaciones con Assad y con Erdogan. ¿Cómo ves el actual equilibrio y cuáles son las fuerzas claves en las actuales circunstancias?

Lo verdaderamente perceptible es que la República Árabe Siria está ganando la guerra a los ejércitos irregulares yihadistas que Occidente, Israel, las monarquías wahabitas del Golfo y la entidad sionista han utilizado a modo de “mercenariado libertario” para derrocar al gobierno de Al-Assad e implementar el mantra del “cambio de régimen”.

Tan sólo un 5% del territorio sirio permanece bajo control de insurgentes takfires, así como un porcentaje cercano al 25% de este territorio bajo el control de milicias kurdas en el marco del grupo autodenominado SDF (Fuerzas Democráticas Sirias), una milicia creada y financiada por EE.UU para controlar el norte de Siria donde se concentran las mayores reservas petrolíferas y gasísticas de este estado árabe. El fracaso en el desmembramiento de Siria por parte del imperialismo norteamericano ha llevado a estos últimos a recurrir a un Plan B, propiciar desde el hipotético desmembramiento de un estado kurdo que sirva como referente para una paulatina balcanización en base a conceptos étnico/religiosos, una vez agotadas las fórmulas terroristas aplicadas sobre Siria desde el comienzo del conflicto.

2. Después de que todo parecía indicar que habría una ofensiva en Idlib, Turquía ha movido sus fichas y Rusia ha echado pie atrás. Después de que Lavrov insistiera en acabar con los "terroristas", de defender el derecho del gobierno sirio a recuperar todo el territorio y a la unidad de Siria, hoy Lavrov parece abandonar a Assad y correr a los brazos de Erdogan, diciendo que no habrá ofensiva militar en Idlib y al parecer aceptando la partición y la balcanización siria. ¿A qué juega Putin? ¿Cree usted que los rusos están en un jaque mate o que la actual intervención rusa ha demostrado al mundo y dejado al desnudo los límites precisos del poder de este país?

La ofensiva sobre Idlib, el último reducto terrorista en Siria, representa en estos momentos una más que compleja propuesta militar. Aproximadamente 3 millones de civiles sirios habitan esta provincia que en los últimos años se ha fortificado militarmente a la espera de esta ofensiva gubernamental.

Erdogan se ha alineado a las potencias occidentales, en su oposición a una ofensiva que libere esta ciudad norteña del control que las diferentes franquicias de Al Qaeda que conforman el abanico de lo que Occidente denomina “oposición moderada” ejercen sobre Idlib.

¿Preocupación por parte de Turquía en que se convierta en un baño de sangre? Turquía tiene un record bastante negativo en este aspecto, su apoyo incondicional a grupos yihadistas, cuya trayectoria insurgente está acompañada de terribles y brutales gráficas que muestran a Abu Sakkar, comandante del FSA (Ejército Libre Sirio) comiéndose el corazón de un soldado sirio en 2013 o la más reciente de un miembro de los “Cascos Blancos” e insurgente perteneciente a Nour al-Din al-Zenki, decapitando a un niño palestino de 11 años en Alepo. Grupo que recibía de los EE.UU hasta fechas recientes, importantes cargamentos de misiles anti-tanque.

Fuentes turcas no han ocultado el interés de Turquía en anexionarse Idlib por su localización estratégica y su vinculación histórica con el Imperio Otomano, así como mantener un margen de maniobra al norte de Siria que mantenga a raya a las fuerzas de EEUU. Dejar caer Idlib en manos del estado sirio representaría abandonar este proyecto de anexión, por eso su interés en ralentizar dicha ofensiva que en ojos de Ankara provocaría una masiva llegada de refugiados sirios a Turquía.

En otro aspecto, la buena sintonía que Erdogan mantiene con el líder ruso, Vladimir Putin, le permite mantener su opción militar en el norte de Siria donde combate a las milicias kurdas, el mayor peligro para Turquía y no ISIS o Al Qaeda, a quien Turquía “supuestamente” combate.

Putin en este momento mantiene una visión global del conflicto e intenta asimilarse la simpatía del mayor número de naciones con intereses en Oriente Medio, por lo que no arriesgará desencuentros a pesar de la postura de Turquía en su apoyo a terroristas takfiríes. Fuentes occidentales, señalan que las fuerzas rusas son el mayor garante del éxito de una ofensiva en Idlib, aunque lo cierto es que el peso de la ofensiva corre a cargo del ejército sirio, con el apoyo de las fuerzas rusas, el movimiento de resistencia libanés Hezbullah y diferentes milicias Chiítas venidas de Irak y Afganistán a las que unirse al menos 3.500 soldados de las fuerzas de élite del ejército chino que estarían ultimando su participación en la toma de Idlib.

3. Indudablemente el apoyo ruso a Siria ha tenido que ver con que es la puerta que tiene de acceso a una base en el Mediterráneo. Difícilmente otro país en la región, u otro líder en Siria que no sea Assad, podría garantizar ese acceso. ¿Por qué entonces Rusia se ha mostrado tan reacio a mejorar las defensas anti-aéreas de Assad que lo podrían proteger de ataques israelíes y norteamericano-europeos?

Es cierto que tras el bombardeo norteamericano contra el aeropuerto militar sirio en Shairat, tras el supuesto ataque químico en Jan Sheijún, (provincia de Homs), el pasado año así como otro ataque con misiles este mismo año por parte del régimen israelí, se ha abierto el debate sobre la capacidad de respuesta con que la defensa antiaérea siria cuenta. Siria cuenta con el sistema S-125 Pechora-M2, un modelo actualizado de defensa antiaérea considerado por algunos expertos como obsoleto pero protagonista del derribo en el cielo sirio de un dron norteamericano en 2012, así como de un caza F-4E turco que sobrevolaba en vuelo rasante la capital siria, Damasco en 2015, utilizando el sistema cañón-misil de fabricación rusa Pantsir S1, ambos sistemas de fabricación rusa con los que el ejército sirio cuenta desde 2012, 3 años de la entrada de Rusia en el conflicto en siria en septiembre de 2015.

La noche del pasado sábado, nuevamente fueron interceptados y derribados, misiles israelíes que tenían como objetivo el Aeropuerto Internacional de Damasco, muy cercano al recinto que alberga estos días la Feria Internacional de Damasco y que contaba con la presencia de medio millón de personas.

Ciertamente la defensa aérea siria no es el referente en poderío de las SAA (Ejército Árabe Sirio) y la prudencia de las fuerzas rusas en abastecer más material antiaéreo es interpretado por expertos como una medida que pueda prevenir una escalada de gran envergadura cuando los cazas de EE.UU. e Israel violan el espacio aéreo sirio, situación de frecuente asiduidad.

4. ¿Cuál es la razón por la cual EEUU y la UE se muestran tan reacios a una operación en Idlib que acabe con Al Qaeda? ¿Que es lo que buscan en esa región?

La liberación de Idlib es inminente y ello acarrearía la conclusión del grueso del conflicto en Siria. EEUU precisa como en todas las intervenciones militares “humanitarias” de larga duración, implantar su presencia militar, que ya cuenta con 14 bases militares en el norte de Siria, la explotación y el latrocinio de los recursos naturales y el asentamiento de un estado virtual kurdo con el beneplácito de Israel, que ya tiene firmados importantes contratos petroleros con el Kurdistán iraquí que curiosamente se encuentra asentado sobre los más ricos yacimientos petrolíferos en Irak.

5. ¿Cómo entender las claves de la política turca hacia Siria?

El propósito de la intervención turca en Siria puede resumirse en una breve frase, “Cambio de Régimen”. Desde el comienzo del conflicto en Siria protagonizado en un principio por la rama más radical de los “Hermanos Musulmanes”, una doctrina salafista y radical, auspiciada por el Reino Unido para combatir a los líderes árabes, panarabistas, nacionalistas, seculares y de Izquierda, desde Gamal Abdel Nasser en Egipto a nuestros días. Erdogan pertenece a la línea doctrinal de los “Hermanos Musulmanes” en Turquía, así como el Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas, en Palestina o la monarquía wahabita de Qatar, que financia a dichos grupos y que sostiene su cuota de protagonismo en la guerra en Siria al intentar imponer el establecimiento de un gaseoducto que trasladara gas qatarí, desde su territorio cruzando por Siria y Turquía para abastecer con el gas “low cost” de Qatar a la Unión Europea. La negativa siria a aceptar tal imposición unido al daño que esta situación representaría para los intereses gasísticos rusos en Europa, determinaron el posicionamiento sirio en este aspecto.

Qatar, el más generoso patrocinador del terrorismo yihadista junto con Arabia Saudí, castigó a Siria con la implementación de su concepto de “Primavera Árabe” comenzando en la primavera de 2011 con uno de los más atroces y brutales conflictos armados jamás registrados.

6. ¿Qué rol juegan los kurdos en todo esto? En su territorio aumentan las bases militares norteamaricanas, su relación parece cada vez más tensa con árabes y con cristianos, mientras refuerzan acciones guerrilleras en Afrin y buscan el diálogo con Assad. ¿Cree que estos acercamientos puedan llevar al conflicto a una nueva fase que acerque a estos dos actores?

Los sirios kurdos han visto la gran oportunidad de ver cumplido su sueño que pasa por el establecimiento de un estado kurdo en territorio sirio con la inestimable ayuda de los EEUU, más interesados en la explotación de los recursos naturales sirios que en los sueños de emancipación de grupo étnico alguno.

En este marco, milicias kurdas han elaborado un plan de limpieza étnica en territorio sirio, véase por ejemplo Hasaka, cuyas víctimas han sido la población árabe y muy especialmente a la comunidad cristiana, que los pasados días han visto como milicianos kurdos cerraban colegios cristianos en áreas bajo control kurdo/EEUU.

El posicionamiento de los kurdos en el norte de Siria, en detrimento de la población local árabe viene de la mano de mantener presencia militar norteamericana que proteja y aliente el control kurdo sobre territorio sirio, afianzando de esta manera mantener a raya a Turquía que rechaza la presencia de una entidad kurda en su misma frontera.

En el aspecto del acercamiento de los sirios/kurdos al gobierno de Al-Assad, es patente el interés del gobierno sirio en acabar con la ilegal ocupación militar turca en territorio soberano sirio y allí es donde kurdos y Al Assad, comparten enemigo común, el presidente Erdogan, un ultraconservador e islamista vs un tándem sirio y de izquierdas opuesto al establecimiento de un califato yihadista al servicio del islamismo globalizado.

7. ¿Cómo EEUU manejará la contradicción entre su apoyo a los kurdos y su relación con Turquía como miembro de la OTAN?

EEUU está ahogando económicamente a Turquía con brutales restricciones arancelarias, esto unido al rechazo de la Unión Europea de integrarle al club de los 28 (la UE) está provocando una importante crisis económica que precisa de decisiones urgentes. Mantener a su ejército en estado de alerta permanente es una situación que en el tiempo provocará que Turquía se termine plegando a los mandatos del Imperio.

8. ¿Cuáles son las alternativas que cree usted que tiene Assad para poder terminar este conflicto de manera lo más rápida e indolora posible? ¿Cree que la demanda de que dimita se mantendrá y que mientras no salga del poder no habrá solución en Siria?

Siete años de guerra y confrontación sectaria han determinado el rechazo de la población siria a la injerencia de las potencias occidentales afines a la confrontación sectaria protagonizadas por el extremismo takfire. Ha servido también para que los sirios rechacen las tesis “democratizadoras” foráneas proclives al desmembramiento y balcanización de una civilización con más de 10.000 años de historia.

Es por ello que es más que improbable que Assad dimita para propiciar una transición democrática en Siria, sobre todo porque el pueblo sirio habló en las últimas elecciones presidenciales de junio de 2014 donde el actual presidente acaparó la simpatía de más del 80% del electorado sirio en unas elecciones que contaron con verificadores internacionales que certificaron la limpieza del plebiscito.

9. ¿Qué podemos esperar de la reunión del lunes entre Putin y Erdogan? ¿por qué se excluyó a Rohani?

No es un secreto la animadversión que mutuamente se profesan Rohani y Erdogan. Esta antipatía podía haber sido la causa de no haber llegado en la cumbre de Teherán a acuerdos de mayor calado en relación a la ofensiva en Idlib.

Rohaní es favorable a una ofensiva inminente que libere Idlib de los miles de terroristas que mantienen secuestradas a más de 3 millones de civiles en esta provincia. Irán ha demostrado su compromiso al combate al terrorismo yihadista en los últimos años de guerra en Siria. En cambio Erdogan se opone a dicha ofensiva alegando el que se produciría un baño de sangre que provocaría un éxodo masivo a territorio turco, cuando es notorio su apoyo explícito a los grupos islamistas más radicales del conflicto.

Mantener las reuniones sin la presencia de uno de los líderes, podría propiciar alcanzar acuerdos que determinen el posicionamiento ruso en el final inminente del conflicto, que hasta la fecha ha sido de lealtad sin fisuras al pueblo sirio.

viernes, 17 de agosto de 2018

Yemen padece mientras se deforma y se oculta la verdad. “Incluso la guerra tiene leyes”

Middle East Eye

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Cavando las tumbas de los niños asesinados en un autobús durante un ataque aéreo de la coalición liderada por Arabia Saudí sobre el mercado de Dahyan, en el bastión hutí de la provincia de Saada, 10 de agosto de 2018 (AFP) Incluso para los perversos estándares de la agresión liderada por los saudíes contra el Yemen con el apoyo de Occidente, el bombardeo de un autobús escolar el 9 de agosto marcó un nuevo hito. Según Save the Children, el autobús se había detenido en un mercado cuando trasladaba al colegio a los niños que volvían de una excursión. Funcionarios de la sanidad yemení han informado que el ataque mató a 47 personas e hirió a 77. Es probable que esas cifras aumenten con el paso de las horas.

La mayoría de las víctimas tenían menos de diez años. Tras el ataque, Frank McManus, el director de Cruz Roja Internacional para el Yemen, cuyos trabajadores atendieron a los heridos, dijo: “Hoy debería ser el día en que el mundo despertara ante las atrocidades que se perpetran en Yemen… un autocar lleno de escolares no puede considerarse como meros daños colaterales. Incluso las guerras tienen leyes, pero las leyes sin consecuencias no significan nada”.

Sin la cobertura adecuada

No obstante, es difícil que el mundo despierte si los medios occidentales no brindan la cobertura adecuada a la agresión en curso. Puede que hayan pensado que los titulares recogerían sin falta el bombardeo selectivo de un autobús lleno de niños que estaba aparcado junto a un mercado y alejado de cualquier actividad militar por parte de unas fuerzas que disfrutan del apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido. Y, sin embargo, no ha sido así.

Por ejemplo, tomemos The Guardian, supuestamente un bastión de valores liberales y preocupaciones humanitarias. Su información sobre el incidente apareció online poco antes de las siete horas de anoche. Sin embargo, esta mañana, no figura ya entre sus trece historias de cabecera y ni siquiera es una de las once historias destacadas en su sección “Noticias del mundo”. Pero sí informaba del deseo de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, de prohibir las bolsas de plástico.

The Independent, que ahora sólo puede leerse online, y quizá por ello hayan pensado que al estar menos sometido a las presiones de los anunciantes, que impulsan parte de la autocensura de sus primos de la edición impresa, actuaría de forma algo diferente. Pero el Yemen no aparecía entre sus ocho “Historias principales” de esta mañana. Tampoco en su sección de “Más historias”. Aunque las historias sobre los campistas británicos en Francia y las opiniones sobre el Brexit del entrenador del Tottenham Hotspuer, Mauricio Pochettino, estaban allí.

Minimizando los asesinatos

Por supuesto, en cierto sentido, estos medios actúan con total corrección al no considerar la historia como prioridad de sus cabeceras, ya que no hay nada realmente nuevo en la atrocidad del miércoles. De hecho, sólo durante la pasada semana, un ataque aéreo contra un mercado y un hospital mató al menos a 60 personas; esas carnicerías se han convertido en rutinarias. Incluso la matanza de los niños es una práctica habitual: en realidad, los 29 niños asesinados en el autobús bombardeado ayer son sólo una fracción de los 130 niños asesinados cada día en el Yemen por el hambre y la enfermedad que la agresión ha traído al país.

Un pequeño herido huye de una zona donde los ataques aéreos alcanzaron una casa en Saada, 27 de febrero de 2018 (Reuters)

Además de la mera ausencia de cobertura, la minimización del nivel de las matanzas en el Yemen constituye una segunda forma, más sutil, de apagón mediático. En algún momento, alguien decidió que 10.000 era la cifra de víctimas que había que asociar siempre a la guerra del Yemen, y ese número es el que lleva años apareciendo en todos los artículos sobre el tema.

Realmente, esa cifra supone una subestimación inmensa, teniendo en cuenta que se cree que, sólo durante el pasado año, murieron al menos 150.000 personas a causa del hambre y de enfermedades evitables como consecuencia directa de la agresión contra el Yemen, el bloqueo de sus puertos y los ataques a sus civiles e infraestructura agrícola.

Por tanto, la “cifra de muertos” repetida incansablemente por los medios -y esto incluye, vergonzosamente, a los medios alternativos- es en realidad una fracción diminuta del verdadero nivel de sufrimiento que Occidente y sus compinches están derramando sobre ese país.

Destruyendo Yemen

Otra forma de apagón es presentar el conflicto como una guerra civil. Hubo una guerra civil en el Yemen cuyo final se alcanzó cuando el movimiento Ansar Allah capturó la capital, Sanaa, en septiembre de 2014, y el presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi huyó del país. Desde entonces, desde principios de marzo de 2015, lo que ha venido teniendo lugar es un ataque exterior contra el país.

En palabras del historiador Isa Blumi, lo que “está estratégicamente fuera de discusión a ese respecto son los facilitadores externos del imperio cuya guerra ha creado nuevas oportunidades para saquear los recursos del Yemen. En lugar de ver la mano dura del imperio, se espera que las personas de a pie se crean lo que dicen los medios y expertos de los think tanks de que son las propias patologías yemeníes, su atraso social y económico, los que los hacen susceptibles a la violencia y, por lo tanto, a la ‘guerra civil’. Ese tropo de que ‘están en guerra consigo mismos’ se repite continuamente en diversos medios y círculos académicos y confunde finalmente sobre quiénes son los responsables, echándole la culpa al ochenta por ciento de la población de un país que en estos momentos se muere de hambre”.

Una cuarta forma de apagón de los medios consiste en presentar de alguna forma la guerra como una iniciativa de los saudíes que Occidente, en el mejor de los casos, está simplemente “apoyando” o “aceptando” para vender armas y suministros de petróleo. Esto es realmente como poner el carro delante de los bueyes. La verdad es que esta es una guerra de Estados Unidos y el Reino Unido, planificada en los pasillos de Whitehall y Washington, pero ejecutada por sus fieles apoderados del Golfo.

Sabemos ya, por los emails filtrados por Wikileaks el año pasado, que incluso el mismo príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman, quiere salirse de la guerra. Pero sabe que el dominio del poder que ostenta su familia depende en gran medida del apoyo occidental. Y el precio de ese apoyo es que la política exterior saudí no la determine él. El acuerdo, que se remonta a los días del Imperio británico, consiste en que Occidente provea de seguridad a la familia al-Saud y, a cambio, los al-Saud cedan su política exterior a Occidente. Y, en estos momentos, hay un deseo angloestadounidense de mantener el conflicto en el Yemen.

Caminando entre las tumbas de un cementerio de la capital, Sanaa, el 25 de junio de 2017 (AFP)

Grupos antibelicistas como Stop the War tienden a participar de esa narrativa centrada en los saudíes, retratando la reciente visita a Gran Bretaña del príncipe heredero bin Salman, por ejemplo, en términos de una Gran Bretaña inmaculada contaminándose por la asociación con un sangriento “déspota” árabe. Esta es una inversión total de la realidad: la verdad es que el mayor crimen de los saudíes es su colaboración con la clase dominante de Gran Bretaña y Estados Unidos.

Victimismo o resistencia

Pero aún hay otra forma de apagón mediático respecto al Yemen, ante el que incluso sucumben a menudo los medios alternativos (y aquí incluyo algunos de mis trabajos sobre el conflicto en el pasado). Y es la presentación de los yemeníes como meras víctimas pasivas que carecen de voluntad y capacidad para actuar, los desventurados receptores de los bombardeos y las políticas de inanición. En realidad, la lucha del Yemen no es en absoluto una historia de victimismo, sino de resistencia.

Cuando lamentamos los tres años de bombardeos, no deberíamos olvidar que estamos también celebrando tres años de resistencia verdaderamente heroica y extraordinaria. Haber sobrevivido a esas incursiones de castigo durante tanto tiempo demuestra fuera de toda duda que el pueblo yemení, y en especial el movimiento Ansar Allah, contra el que se emprendió esta guerra devastadora, es un movimiento genuinamente popular y representativo; porque si no fuera así, hace años que se habría derrumbado.

El estribillo constante de los medios sobre que los hutíes son meros agentes iraníes que combaten al “gobierno legítimo” está deformando la realidad.

La legitimidad no proviene de ser ordenado por el sacerdocio del capital global, como lo fue Hadi, el expresidente y mariscal de campo, sino por el tipo de apoyo popular que por sí solo permite a un movimiento enfrentarse a una coalición de diez países respaldada por los más poderosos militares en el mundo.

¿Y qué es lo que está impulsando esta resistencia? La determinación de rechazar el proyecto imperial de vender el Yemen, de entregar sus recursos a las corporaciones financieras occidentales y su sistema político a los títeres saudíes. De hecho, al actuar de esa forma, el Yemen hoy no es más que la última encarnación de un espíritu de resistencia ante el capitalismo occidental que se remonta a más de cien años.

Es este espíritu lo que los bombardeos actuales están tratando de aplastar en un acto de la futilidad más brutal. Es este espíritu el que los medios tratan desesperadamente de ocultar. Y es este espíritu el que finalmente verá al imperio, y a todos sus títeres y apologistas, desmoronarse en el polvo.

Dan Glazebrook es un periodista especializado en temas políticos y editor de stopstarvingyen.org. Es autor de Divide and Ruin: The West’s Imperial Strategy in an Age of Crisis. Su blog es danglazebrook.com.

Fuente:
https://www.middleeasteye.net/columns/even-wars-have-rules-will-world-ever-wake-atrocities-yemen-409669177

lunes, 30 de abril de 2018

Honrar a los muertos

A veces me parece sentir el peso de nuestros antepasados hundiéndose entre las sombras. Aquellas mujeres y hombres guardan una historia digna del mejor relato.

menudo siento que estos artículos son como una playa en la que las olas depositan objetos venidos del tumulto del mar: nacaradas conchas, algas como flores o un inesperado patito de plástico. Quiero decir que hasta mi mesa, y supongo que hasta la de todos los columnistas, llegan numerosos mensajes que a veces contienen peticiones de ayuda pero que, sobre todo, son historias, relatos, fragmentos de vidas procedentes de un mundo tan vasto como el océano.

Hace unas semanas recibí una carta de papel escrita a mano. La enviaba Laura Savater desde Ciudad Real, y con una letra firme y clara decía lo siguiente: “No sé si esta carta pensada y repensada terminará en tus manos y si te interesará. Soy una mujer de 93 años que vivía en Barcelona cuando era una niña; allí pasé la guerra. Mi madre, como tantos otros, enfermó de tuberculosis y se tuvo que ir a un sanatorio en Castellón de la Plana. Escribía un diario del que he sacado fotocopias de la última parte (por aquello de la memoria histórica) contando su tristísimo viaje de regreso a Barcelona. Si te interesa me lo haces saber”. Le pedí que me lo enviara, claro está: cómo no me va a interesar el ofrecimiento de esta mujer nonagenaria, de esta conmovedora Laura que en los confines de su larga vida mira con amor el diario de su madre y piensa en darlo a conocer al mundo, en rescatarlo de la creciente oscuridad. Que otros puedan llevar en la memoria a la madre muerta, además de ella.

A los pocos días recibí las fotocopias. Son ocho y reproducen, ampliadas, las hojas cuadriculadas de un pequeño cuaderno de espiral. Imagino sus sobadas tapas de cartón azul. E imagino a la mujer joven y enferma que escribe, con una letra muy parecida a la de Laura, angustiadas palabras. “Esta noche pasada he llorado mucho porque me enteré de los bombardeos de Barcelona y pienso que no sé si tengo hijos o no (…) pues hace doce días que estoy aquí y no sé nada de ellos y esto es más de lo que puedo soportar”. Y al día siguiente: “Hoy han bombardeado este pueblo (…) y no cesan de llegar camiones cargados de soldados (…) han echado un bando en el pueblo prohibiendo terminantemente hablar de la guerra y al sanatorio han traído un aviso de que si se oyen sirenas no nos asustemos y que no se enciendan las luces (…) El miedo que tenemos todos no es para descrito” (sic). Hay algo en esas palabras tan sencillas y en la humilde cuadrícula que hace que te sientas transportada allí, a ese hospital de tuberculosos, a esos años de plomo, a la indefensión aterrorizada de quien espera la llegada de las bombas (recordemos Siria, por favor).

La madre, en fin, decide abandonar el sanatorio y regresar a Barcelona. Junto a otras dos enfermas, intenta subir a un camión de soldados. Pasan más de 20 vehículos antes de que un conductor se apiade y las transporte, en un trayecto matador, hasta un pueblo cercano a Villafranca. El lugar está lleno de milicianos voluntarios que van para el frente de Teruel: “Había hombres hasta con el pelo blanco y también jovencitos de 16 y 18 pero todos con un entusiasmo grande”. Hubo más camiones, más penurias. La mujer acabó en Valencia. Ahí termina el diario. Laura dice que murió sola, en 1942, en un hospital de tuberculosos de Murcia. Se llamaba Agustina Ortuño y tenía 45 años.

Honrar a los muertos. Es lo que hace Laura. Y lo que yo hago al contar todo esto. A veces casi me parece sentir el peso de nuestros antepasados sobre los hombros. Esa cadena de mujeres y hombres que fueron niños y crecieron y se sintieron felices y sufrieron; que compartieron comida o que se pelearon; que gozaron del fuego del conocimiento o se pudrieron de odio. Desde que el invento de la escritura nos sacó de la prehistoria hace 6.000 años, sólo ha habido 200 generaciones de humanos (si calculamos 30 años para cada una). Casi me parece verlos, una fila de individuos hundiéndose en las sombras. Ojalá pudiera nombrar a mis 200 antepasados para rescatarlos del olvido. Tantas vidas insignificantes y pequeñas, acumuladas a nuestras espaldas como granos de polvo, y sin embargo para cada una de esas personas su existencia fue enorme, fue un tesoro. Y en verdad lo es. Hermosa y breve vida.
Rosa Montero

https://elpais.com/elpais/2018/03/28/eps/1522250324_580441.html

miércoles, 18 de abril de 2018

_- Un breve análisis. Los bombardeos de EEUU, Francia y Reino Unido en Siria a la luz del derecho internacional.

_- Las operaciones militares realizadas por Estados Unidos, Francia y Reino Unido en Siria el viernes 13 de abril del 2018, consistiendo en bombardear sitios estratégicamente escogidos en los que presuntamente Siria mantiene un arsenal de armas químicas, fueron realizadas sin autorización previa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Por ende, y pese a lo afirmado por las autoridades norteamericanas, francesas y británicas (y algunos de sus aliados), constituyen una clara y abierta violación a lo dispuesto en la misma Carta de Naciones Unidas sobre la prohibición del uso de la fuerza. En las líneas que siguen, nos centraremos en analizar esta acción militar desde la perspectiva del derecho internacional público.

Una violación a una norma fundacional del frágil edificio establecido desde 1945
¿Donde encontrar fundamento jurídico alguno para justificar este tipo de acción? ¿Cómo evitar a toda costa la sombra de la guerra en Irak del 2003 y descartar algunos de los argumentos (falaces) usados para justificarla? Es la tarea a la que posiblemente se aboquen desde ya algunos juristas en algunas cancillerías y en algunas otras entidades.

En efecto, ninguna norma internacional permite recurrir al uso unilateral de la fuerza en represalia a actos cometidos en el territorio de otro Estado contra su población, o en respuesta a sospechas de tenencia y de uso de armas de destrucción masiva por parte de un Estado inmerso en un conflicto interno (como el que vive Siria desde varios años). En el caso de la reciente explosión en Duma con sustancias químicas del pasado 7 de abril, ninguna investigación in situ ha permitido conocer la identidad de los responsables de este nuevo drama humano ni el origen de las sustancias químicas usadas. El equipo técnico de Naciones Unidas enviado a Duma en Siria llegó el mismo día que la fecha escogida para proceder a los bombardeos por parte de Estados Unidos, Francia y Reino Unido (véase nota oficial de la OPCW - Organisation for the Prohibition of Chemical Weapons- del 14 de abril del 2018).

Como es sabido, las únicas excepciones a la prohibición del uso de la fuerza militar por parte de uno o de varios Estados contra otro Estado, las constituyen, según la misma Carta de Naciones Unidas:

- el Artículo 51 de la Carta (que prevé la figura de la legítima defensa y un mecanismo de notificación muy preciso para el (los) Estado (s) que justifiquen acciones militares recurriendo a esta figura) o bien;

- las acciones militares colectivas debidamente autorizadas por el Consejo de Seguridad, al amparo del Capítulo VII de la Carta.

Como se puede observar, no hay ninguna otra figura legal prevista para justificar legalmente el uso de la fuerza contra un Estado. Ante ello, la creatividad de algunos, beneficiados por un un sólido relevo en influyentes centros de investigación y medios de prensa, ha intentado sembrar algunas dudas en la opinión pública, como lo veremos a continuación.

Intentos de confusión pasados y recientes
La noción de "legítima defensa preventiva" o de "legítima defensa anticipada" ideada por los asesores legales del Departamento de Estado norteamericano después del 11 de setiembre del 2001 para justificar acciones armadas en diversos puntos del planeta y para darle una apariencia de legalidad a la funesta acción militar emprendida contra Irak en marzo del 2003 no es conforme a la letra del Artículo 51. Esta operación militar contra Irak constituyó una violación flagrante a la Carta de Naciones Unidas, y su principal argumento (posesión de armas de destrucción masiva por parte de Irak) una burda maniobra para engañar a la opinión pública mundial, tal y como lo evidenciaron investigaciones recientes y declaraciones de responsables políticos norteamericanos y británicos de la época. El informe Chilcot publicado en el Reino Unido en el 2016 ilustra y documenta la sórdida complicidad existente entre estos últimos (véase nota del NYtimes). Los 12 volúmenes del informe Chilcot del 2016 titulado "The Report of the Iraq Inquiry", pueden ser consultados en este enlace oficial del Reino Unido.

Por otra parte, la invocación de la legítima defensa para justificar acciones militares en territorio sirio sin contar con el consentimiento de sus autoridades en la lucha contra el terrorismo ha sido objeto de fuertes críticas en la doctrina: a tal punto que, en julio del 2016, un manifiesto colectivo firmado por más de 200 especialistas en derecho internacional de las más diversas latitudes, denunció el carácter abusivo de esta invocación (véase nuestra nota publicada en DIpúblico, titulada "Contra una invocación abusiva de la legítima defensa en la lucha contra el terrorismo" disponible aquí).

Finalmente, el argumento oído en las últimas horas de una operación basada en consideraciones "humanitarias", según externado por la siempre original diplomacia del Reino Unido (véase texto completo del comunicado oficial), constituye una nueva evidencia de la ausencia de argumentos válidos y creíbles desde el punto de visto jurídico. En The Guardian, leemos por parte de un connotado especialista en derecho internacional, el Profesor Philippe Sands que:

"There is no basis in international law for arguing that a UN member state is entitled to act in the face of an ‘unreasonable veto’ at the security council, or to act by way of reprisal,” he said on Monday. “Has the UK ever made this argument before?" (véase nota de The Guardian).

La reciente discusión en el seno del Consejo de Seguridad: ¿presunciones o pruebas fehacientes sobre el uso de armas químicas?
En su sesión realizada el pasado 10 de abril, el Consejo de Seguridad conoció tres proyectos de resolución para investigar el origen del estallido con sustancias químicas acaecido en Duma del 7 de abril pasado en Siria y para intentar dar con la identidad exacta de las personas que las usaron: mientras Estados Unidos, Francia y Reino Unido responsabilizaron directamente a las fuerzas armadas sirias, sin haberse realizado alguna investigación in situ, Rusia y Siria denunciaron la maniobra que consiste en responsabilizar sin prueba alguna a Siria como pretexto para justificar ante la opinión pública una acción militar contra Siria (véase debate contenido en el Acta PV.8228 - versión en español, y cuya lectura se recomienda). Por parte de América Latina, participaron en el debate del Consejo de Seguridad los delegados de Bolivia y de Perú, cuyas posiciones difieren sensiblemente.

Pese a lo divulgado en la mayoría de los medios de prensa sobre esta sesión, no fueron uno sino tres los textos sometidos a votación, elaborados en aras de investigar debidamente episodios recientes acaecidos en Siria en los que se presume que se usaron armas químicas (véase nota titulada "Syria: vote on competing drafts", editada en el sitio jurídico especializado de Whatsinblue, y disponible  aquí ):

- el primer proyecto de resolución, presentado por Estados Unidos, Francia y Reino Unido (S/2018/321), el cual fue vetado por Rusia, y contó con la abstención de China, logrando reunir 12 votos a favor (p.5 del Acta precitada).

- el segundo proyecto (S/2018/175) y el tercer proyecto de resolución (S/2018/322), presentados ambos por Rusia, que no lograron reunir la cantidad de votos necesarios, con 6 votos a favor, incluyendo el de Rusia y el de China (p. 9 y p.15 respectivamente).

Los textos de estas tres propuestas están disponibles en este enlace (en su versión en inglés) y la comparación entre cada uno de ellos arroja interesantes aspectos, poco discutidos y analizados en los medios de prensa. El primero de ello consta de 24 párrafos operativos, el segundo de 26 y el tercero de tan solo 7 párrafos operativos.

El Jueves 12, Suecia procedió a circular una nueva propuesta: se lee en esta nota de prensa oficial de Naciones Unidas que :

"Sweden, a non-permanent Council member, on Thursday circulated a new proposal that asks for four things. It condemns “in the strongest terms” any use of chemical weapons in Syria and expresses alarm at the alleged incident in Douma last weekend; demands full access and cooperation for the OPCW fact-finding mission; expresses the Council’s determination to establish a new impartial and independent attribution mechanism, based on a proposal by the Secretary-General; and requests the Secretary-General to dispatch immediately a high-level disarmament mission to Syria".

Responsabilizar a las autoridades sirias: el objetivo de algunos
Recordemos que hay muchas dudas sobre quiénes pueden tener algún interés particular en endosar (sin mayor prueba, ni investigación) a las actuales autoridades de Siria el uso de armas químicas:

- por ejemplo, en el 2013 unos (pocos) medios de prensa se interesaron por correos filtrados en los que se mencionaba un plan secreto de la administración del Presidente Barack Obama para endosar a las autoridades de Siria el uso de armas químicas: véase al respecto artículo titulado “U.S. ‘backed plan to launch chemical weapon attack on Syria and blame it on Assad’s regime’“, retirado luego del medio que lo publicó inicialmente (MailonLine) y “capturado” por blogueros y algunos sitios como al que lo referimos en este enlace..

- por otra parte, en noviembre del 2016, un informe divulgado hizo ver que ISIS (o Daesh) es una entidad no estatal que posee también armas químicas y que las usa tanto en Siria como en Irak (véase nota del New York Times).

A raíz de un informe de inteligencia proporcionado por Estados Unidos en el caso de un episodio similar en abril del 2017 ocurrido en Siria, un reconocido académico del MIT de Massachusetts como el profesor Theodor Postol, denunció lo que denominó en sus conclusiones como:

"... an obviously false, misleading and amateurish intelligence report" (véase informe completo titulado "A Quick Turnaround Assessment of the White House Intelligence Report Issued on April 11, 2017 About the Nerve Agent Attack in Khan Shaykhun, Syria", p.4). Como era de esperar, este tipo de disonancia en Estados Unidos no tuvo mayor eco en medios de prensa norteamericanos y/o internacionales.

Ante estas y muchas otras dudas existentes, el endoso sistemático del uso de armas químicas, sin ningun tipo de investigación, a las autoridades sirias despierta cada vez mayores dudas, que solamente una investigación realizada in situ con expertos independientes, auspiciada por los entes técnicos de Naciones Unidas, podrá despejar.

La legalidad internacional puesta en jaque
En un artículo publicado horas antes de la orden dada por el Presidente de Estados Unidos de iniciar los bombardeos en Siria, la Profesora Mary Ellen O'Connell (Universidad de Notre Dame) concluía sus reflexiones señalando que:

" In other words, he plans to violate the prohibition on the use of force to send the message of how important it is to comply with the law on chemical weapons. And he is doing so with relish as he tweets, ‘Get ready Russia, because [the missiles] will be coming, nice and new and “smart!”’. French President Macron has actually chosen to encourage Trump and Britain’s Prime Minister May is still considering options. There should, however, be only one option for States committed to the rule of law: Use the means available in international law to seek accountability for law violations. It is a dangerous moment in history to do anything else."

(véase artículo titulado "Unlawful Reprisals to the Rescue against Chemical Attacks?", publicado por EJIL-talk y disponible  aquí).

Una leve sensación de "déjà vu"
A raiz de un espisodio ocurrido en Siria en abril del 2017, habíamos tenido la oportunidad de analizar las distintas posiciones oficiales (véase nuestra breve nota titulada "Armas químicas en Siria: Consejo de Seguridad y Estados Unidos"). En aquella oportunidad, Estados Unidos consideró contar con información suficiente responsabilizando a Siria para lanzar un ataque aéreo pocos días después de forma solitaria, a modo de represalia: esta acción militar de Estados Unidos se dió en clara violación a la legalidad internacional: remitimos al respecto al análisis del Profesor Marko Milanovic (Universidad de Nottingham) titulado "The Clearly Illegal US Missile Strike in Syria" publicado en el EJIL-Talk y disponible aquí. Este mismo académico publicó un artículo similar llegando a las mismas conclusiones luego de la reciente acción colectiva objeto de estas reflexiones, diferenciando no obstante la posición del Reino Unido con relación a la de Francia y de Estados Unidos:

"To conclude, the UK’s humanitarian intervention argument is so bad even on its own terms that it is clear why the US and France chose to stay silent – no legal argument is in their view a better option than a palpably bad one"

(véase su texto titulado "The Syria Strikes: Still Clearly Illegal", publicado en EJIL-Talk y disponible  aquí).

Con respecto a la discusión que se dio en aquel mes de abril del 2017 en el seno del Consejo de Seguridad, remitimos al lector a nuestra breve nota titulada "Chemical weapons in Syria and UN Security Council: no resolution adopted. Would you like to know why?" y disponible aquí. En aquella ocasión, fueron tres las versiones de proyectos de resolución que circularon. Por parte de América Latina, los delegados de Bolivia y de Uruguay fueron los invitados a externar criterios sobre estas tres propuestas (véase el texto de las tres propuestas reproducidas en nuestra breve nota titulada "América Latina durante la discusión sobre armas químicas en Siria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas" publicada en el sitio de Ius360 y disponible aqui).

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/192300

jueves, 25 de agosto de 2016

Los niños en Iraq están en las líneas de fuego y son constante e incesante blanco de los ataques. 3,6 millones de niños se encuentran en grave peligro por la creciente violencia.

Unicef

Material multimedia disponible para descarga: http://uni.cf/291HUIdhttp://uni.cf/291HUId 3,6 millones de niños en Iraq – 1 de cada 5 en el país –corren serio riesgo de muerte, lesiones, violencia sexual, secuestro o reclutamiento por parte de fuerzas armadas. Estos datos, recogidos en el informe publicado hoy por UNICEF Un alto precio para los niños, revelan que el número de niños en peligro de estas violaciones ha crecido en 1,3 millones en los últimos 18 meses.

Los hallazgos muestran que 4,7 millones de niños necesitan ayuda humanitaria – la tercera parte de todos los niños iraquíes – mientras muchas familias se enfrentan ahora a unas condiciones deterioradas después de las operaciones militares en Faluya y en los alrededores de Mosul.

“Los niños en Iraq están en las líneas de fuego y son constante e incesante blanco de los ataques”, declaró Peter Hawkins, representante de UNICEF Iraq. “Llamamos a todas las partes a la moderación, y a respetar y proteger a los niños. Debemos ayudarlos con el apoyo que necesitan para recuperarse de los horrores de la guerra y contribuir a un Iraq más pacífico y próspero”.

El informe de UNICEF documenta la escalada y la complejidad de la crisis humanitaria en un país abatido por casi 4 décadas de conflicto, inseguridad y negligencia, donde el impacto sobre los niños empeora cada día.

Un total de 1.496 niños han sido secuestrados en el país en los últimos 2 años y medio. Esto se traduce en 50 niños secuestrados al mes, con muchos forzados a luchar o abusados sexualmente.

“El rapto de niños de sus hogares, de sus escuelas y de sus calles es horrible”, cuenta Hawkins. “Estos niños están siendo arrancados de sus familias y sometidos a abusos y explotación”.

El informe muestra también que casi el 10% de los niños en Iraq – más de millón y medio – han sido forzados a huir de sus hogares en varias ocasiones por culpa de la violencia que empezara en 2014. Aproximadamente 1 de cada 5 escuelas no se pueden utilizar por culpa del conflicto, y casi 3,5 millones de niños en edad escolar no acceden a la educación.

Para hacer llegar ayuda a niños en desesperada necesidad, UNICEF y sus aliados están trabajando bajo condiciones de extrema dificultad. Ha proporcionado apoyo psicológico a más de 100.000 niños en el último año y medio; provisto de agua limpia a más de 750.000 personas desde el inicio del año; ha vacunado a 5,6 millones de niños contra la polio; y ha apoyado a más de 710.484 niños para que accedan a la escuela.

UNICEF urge a tomar acción inmediata para proteger los derechos de los niños en Iraq mediante 5 pasos:

· Poner fin al asesinato, mutilación, secuestro, tortura, detención, violencia sexual y reclutamiento de los niños. Detener los ataques a colegios, instalaciones y personal médico.

· Proporcionar acceso humanitario incondicional y sin trabas para todos los niños dondequiera que estén en el país, incluidas zonas que no están bajo el control del gobierno. En áreas donde el conflicto está presente, los civiles que deseen desplazarse deben tener un acceso seguro y recibir los servicios que necesiten.

· Extender y mejorar la educación para niños que están fuera del colegio con clases de recuperación. Aumentar el acceso a la enseñanza y dotar a maestros y niños con materiales educativos y de capacitación. Esos son los niños que reconstruirán Iraq y contribuirán a un futuro más pacífico y estable.

· Proveer de programas psicológicos y recreativos para ayudar a que los niños se recuperen y que puedan reconectar con su infancia.

· Aumentar los fondos ya que los recursos se están acabando y se están teniendo que recortar el apoyo que salva la vida de los niños. UNICEF necesita 100 millones de dólares para responder a las necesidades de los niños de Iraq en 2016.

Fuente original:

https://www.unicef.es/sala-prensa/en-iraq-36-millones-de-ninos-se-encuentran-en-grave-peligro-por-la-creciente-violencia

domingo, 29 de mayo de 2016

“La campaña contra el ISIS causará otros tres millones de desplazados en Irak” La 'número dos' de la misión de la ONU en Irak, Lise Grande, estima que la ofensiva iraquí para liberar Faluya es un ensayo para la de Mosul.

Que el Estado Islámico (ISIS) está perdiendo la batalla en Irak es algo que poco a poco comienza a quedar claro. Lo que está en el juego ahora es si las fuerzas iraquíes y sus aliados internacionales serán capaces de acabar con la presencia de la organización yihadista en Faluya y Mosul sin repetir errores del pasado o generar futuros problemas de mayor envergadura. Lise Grande, número dos de la Misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI) y coordinadora de asuntos humanitarios, advierte de que el apoyo humanitario de la comunidad internacional será clave en los próximos meses para evitar que los millones de desplazados que generarán estas operaciones militares se sientan marginados o se vean obligados a refugiarse en Europa.

“Faluya es un ensayo. Si funciona bien, se acelerará la campaña para recuperar Mosul (el bastión del ISIS en Irak)”, explica Grande en una entrevista con EL PAÍS en el marco de la Cumbre Humanitaria Mundial que se celebra este lunes y martes en Estambul. La toma de Mosul, la principal ciudad del norte del país y desde donde el ISIS proclamó su califato en 2014, revierte especial importancia ya que su captura significaría prácticamente el fin de la organización de Abubaker al Bagdadi en Irak; pero la ofensiva para liberarla se ha retrasado en varias ocasiones porque los diversos grupos que pretenden participar en ella (Fuerzas Armadas, milicias chiíes, combatientes suníes, facciones kurdas) no se ponen de acuerdo.

Sin embargo, la representante de la ONU da fe de que la estrategia del Ejército iraquí ha cambiado desde la toma de Ramadi el pasado diciembre, que prácticamente hubo de dejar en ruinas para liberar del ISIS, y asegura que se han puesto en práctica medidas para superar las suspicacias entre las Fuerzas Armadas iraquíes, predominantemente chiíes y habitualmente apoyadas por milicias con un claro perfil radical, y la población local de las regiones aún ocupadas por el ISIS, eminentemente suní. Entre ellas, evacuar a la población civil antes de atacar y tratar de garantizar un rápido retorno a sus hogares tras la liberación, para evitar que se conviertan en desplazados. “El Ejército está cambiando la forma en cómo actúa. Hay menos destrucción y busca minimizar el impacto en los civiles”, subraya Grande.

Pero, por muchas medidas de protección que se tomen, habrá refugiados. Y no serán pocos. “Antes de la aparición del ISIS, había un millón de desplazados en Irak, producto de la violencia sectaria entre 2006 y 2008. Pero desde que el ISIS entró en escena, la situación ha empeorado de forma dramática. Actualmente hay 3,4 millones de iraquíes desplazados por la fuerza. Gente que lo ha perdido todo”, explica Grande: “Y nuestra estimación es que, a medida que la campaña para acabar con el ISIS se intensifique, en torno a tres millones de personas se verán obligadas a abandonar sus hogares en los próximos meses”.

Es decir, este mismo año, Irak podría ver prácticamente doblado el número de personas que necesitarán asistencia, cobijo, comida, agua, mantas y medicamentos para sobrevivir. Precisamente en un momento en que ni el Ejecutivo iraquí, ni el Gobierno regional kurdo pueden hacer frente a tamaños gastos. “Los ingresos de Bagdad han caído un 40 % en un año debido a que el precio del petróleo se ha desplomado. Es catastrófico”, lamenta Grande. Y por el momento la ONU solo ha logrado recaudar el 26 % de los 861 millones de dólares que estima serán necesarios para atender esta crisis humanitaria durante 2016. “Ni el Gobierno iraquí ni el kurdo pueden hacer esto por sí solos. Y en el fondo, están luchando contra el ISIS en nuestro nombre. Y están contra la pared. Se merecen nuestra solidaridad”, subraya la representante de UNAMI.

Además, advierte Grande, el 95 % de los desplazados iraquíes son suníes, un grupo religioso que ya de por sí se siente marginado por las autoridades chiíes de Bagdad, por lo que abandonarlos a su suerte solo podría tener consecuencias negativas. Una es que se vean obligados a emigrar fuera del país, principalmente hacia Europa, provocando una crisis de refugiados similar a la vivida en 2015 con los sirios. La otra es que se refugien en opciones radicales como el ISIS (no en vano la caída de Mosul en manos de los yihadistas tuvo mucho que ver con las injusticias sufridas por los suníes durante el gobierno de Nuri al Maliki). “Podría ocurrir que venciésemos al ISIS en la batalla por Mosul –sostiene Grande-, pero que terminemos por perder Irak por no ser capaces de dar la necesaria asistencia humanitaria a la población local”.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/05/23/actualidad/1464025427_857290.html

miércoles, 7 de octubre de 2015

La “crisis de refugiados” sirios fue planeada por Turquía y Arabia Saudí

Entre 2011 y agosto de 2014 Turquía había acogido 1,5 millones de refugiados sirios. Otros 40.000 entraron en octubre, y a pesar de su dramática situación, permanecieron en los campos. ¿Por qué, de repente, miles de ellos no sólo deciden salir de Turquía sino que pueden hacerlo, a pesar del cerco militar? ¿Por qué se les dirige a Europa y no a las petromonarquías árabes del Golfo Pérsico o Irán? Eso sí, la Casa Saud ha ofrecido a Alemania la construcción de 200 mezquitas (wahabitas) para que los supervivientes sirios no olviden el terror del Estado Islámico.

Desde 2011, Turquía, Arabia Saudí y Qatar, incapaces de derrotar a Bashar Al Assad, lo han intentado todo con tal de convencer a Barak Obama de la necesidad de acabar con el mandatario sirio. Así, no dudaron en acusarle de derribar un avión turco en junio de 2012, del uso de gases químicos en agosto de 2013 o de ser incapaz de contener al Estado Islámico —monstruo creado por la CIA, el Mosad y el MI6, según el ex empleado de la NSA, Edward Snowden, y financiado por los jeques árabes según Hillary Clinton—, mostrando al mundo, a través del canal catarí Al Jazira, las impactantes imágenes de decapitaciones, de mujeres violadas y esclavas sexuales, de monumentos milenarios destruidos —como el Buda afgano—, y demás barbaries. Y Obama ni caso. ¡Pero si son casi las mismas imágenes protagonizadas por muyahidines (o sea, yihadistas), también Made in CIA, con las que George Bush, hace 15 años, consiguió conmover al mundo e invadir a Afganistán! En cambio, Obama parece más preocupado por el avance de China que por las peleas vecinales en aquella región.

“Alan” como casus belli
Todo indica que ambos países deciden inundar Europa de refugiados sirios, provocando conmoción social, y ofreciendo de paso a sus mandatarios el perfecto pretexto para “hacer algo serio por el pueblo sirio”.

Cuando las fotos de los cuerpos de un centenar de adultos sirios asfixiados o congelados en camiones no hirieron las sensibilidades, se intentó de nuevo con la imagen del cuerpo de Alan (“Roca” en kurdo), niño kurdo-sirio ahogado en una playa turca, acompañado del siguiente pie de foto: “Ha muerto porque Occidente no ha eliminado a Assad“, a sabiendas de que toda esta gente huye del terror del Estado Islámico.

¡Y objetivo conseguido! En Londres, Berlín y París ya se baraja bombardear a este devastado país, aunque sea ilegal incluso con sus propias leyes. Sorprende que la misma Angela Merkel que semanas atrás hizo llorar a una niña palestina denegando la petición de asilo para su familia de 5 miembros, se vuelva generosa y acoja a miles de sirios. ¡Hipócritas belicistas! Hasta julio de 2015 Alemania ganó unos 7,9 millones de euros por la venta de armas a los jeques árabes, un aumento del 30% con respecto al mismo periodo de 2014, mientras sus medios de comunicación censuran las imágenes de miles de niños y adultos yemeníes asesinados por las bombas de EEUU y Arabia, quienes además han destruido los depósitos de agua y alimentos, centrales eléctricas y hospitales matando a otras decenas de miles de civiles de hambre, enfermedades y heridas.

Ocultan que su llamada “Guerra Global contra el Terror”, desatada en Afganistán, Pakistán, Irak, Libia, Siria, Yemen, Somalia, Mali, Sudán, etc., ha generado decenas de millones de desplazados.

Vuelco radical en Oriente Próximo
Todo cambia en julio de 2015 tras la firma de la paz y el acuerdo nuclear entre Occidente e Irán. Se trata de un cambio cualitativo en el equilibrio de las fuerzas en una región que hasta este momento era favorable a Israel, Turquía y Arabia Saudí. La República Islámica, además de salvarse de un ataque militar de EEUU, había conseguido el compromiso de Obama de no intervenir militarmente en Siria. El rey Salmán de Arabia, temeroso de que Irán con el respaldo de EEUU vuelva a ser el “Gendarme del Golfo Pérsico”, y regrese al mercado del petróleo —por eso sigue manteniendo bajos los precios del crudo—, en su encuentro con el presidente de EEUU en la Casa Blanca —durante la “crisis de refugiados sirios”— no daba crédito al leer la declaración final de la visita: no hubo ni una sola mención a Irán ni a sus fechorías en Siria y Yemen.

De modo que Ankara y Riad están presionando a los europeos para que pongan fin al Estado sirio, y les urge por los siguientes motivos:

• La situación económica de ambos países ya no les permite seguir financiando a los rebeldes armados.

• La negativa de Assad de aceptar los planes de paz de Irán y Rusia —que preveían elecciones anticipadas y un periodo de transición, sin asignar un papel al presidente en el futuro del país— ha cerrado las vías de una salida menos dramática a la crisis política. Él, que ya es historia, ahora se enfrenta al Plan de Obama: su salida del poder (exiliarse), y la instauración de una administración dirigida por los oscurantistas Hermanos Musulmanes. En mayo pasado, EEUU y Turquía acordaron crear una zona de exclusión en tierra siria, supuestamente para proteger a los civiles, que servirá de base militar para los contras sirios y de acoger a los refugiados. Existe también un “Plan Joe Biden”, vicepresidente y candidato demócrata para las presidenciales de 2016, que es consciente que para ganar a Assad éste no debe sobrevivir a Obama, para lo que propone balcanizar el país en zona alauita, kurda y sunita.

Con el caos controlado por el Pentágono en Oriente Próximo, entre los 12 objetivos de acoso a Siria están el cortar las Rutas de la Seda diseñadas por China y seguir chantajeando a Irán, país que está perdiendo también al Líbano, su otra “profundidad estratégica”, por la crisis política generada por el movimiento indignado de “Apestáis”.

Por su parte, Tayyeb Erdogan convertirá en pesadilla el sueño de los kurdos sirios de fundar su autonomía en el norte del país, mientras que con el ruido mediático de la crisis de refugiados desvía las miradas de la guerra desatada contra los kurdos de su país.

El regreso al timo de la misión humanitaria
Quienes exigen una intervención militar en Siria para paralizar la huida de los sirios de su tierra ocultan al menos cuatro hechos:

a. Que desde 2012, EEUU, Gran Bretaña, Francia, Turquía e Israel llevan bombardeando este país, además de suministrar armas y dinero a los contras sirios. Según WikiLeaks, Washington, a través de acciones encubiertas, intenta debilitar y derribar su Gobierno desde 2006. Con tantas potencias en el ajo, ¿cómo es posible que se siga diciendo que es una “guerra civil”?

b. Que un ataque militar generaría más refugiados: el asesinato de Moammar al Gadafi fue el inicio del éxodo de los libios y la muerte de miles de sus ciudadanos en el mar.

Las situaciones apocalípticas generadas por la OTAN en los países agredidos ha hecho que sus dictadores asesinados se conviertan automáticamente en mártires, patriotas y mitos populares. La guerra es peor que el régimen de Bashar al Assad, y aunque acabe con otro “chico malo” de EEUU, será también el fin del Estado-Nación sirio.
http://blogs.publico.es/puntoyseguido/2967/la-crisis-de-refugiados-sirios-fue-planeada-por-turquia-y-arabia-saudi/

miércoles, 2 de abril de 2014

Serbia, quince años después de los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia


La Directa

La ciudad de Valjevo, a menos de 100 kilómetros al suroeste de Belgrado, es la cuna de Stjepan Filipović y Milenko Pavlović . Ambos están considerados héroes de Yugoslavia. El primero fue un partisano croata cuyo desafiante gesto en el cadalso, con los brazos en alto y al grito de “¡Muerte al fascismo!”, inmortalizado en una fotografía momentos antes de su ejecución, convirtió en un icono de la resistencia. Hoy una estatua en su memoria domina la ciudad desde una de sus colinas. Pavlović fue un piloto de la aviación yugoslava muerto en combate el 4 de mayo de 1999. Cuando aviones de la OTAN se dirigían hacia Valjevo para bombardear una fábrica de municiones, Pavlović contradijo las órdenes de sus superiores, que querían enviar a un piloto menos experimentado, y tomó él mismo los mandos de un MiG-29, sólo para comprobar que el aparato no funcionaba correctamente y ser derribado fatalmente por el enemigo en combate desigual . El monumento a Pavlović, que muestra ciertos signos de abandono, se encuentra en una barriada obrera, no muy lejos de la estación de tren. “Sí, esta ciudad tiene mucha historia”, afirma el camarero de un kafana (bistró) a orillas del río Kolubara. Luego baja la mirada, y el gesto de resignación lo expresa todo: demasiada historia.

2014 es un año de aniversarios múltiples en Serbia: el estallido de la Primera Guerra Mundial tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando a manos de un nacionalista serbio (1914), la liberación de Belgrado de la ocupación nazi (1944), la masacre de Markale en Sarajevo y el bombardeo de la OTAN de la República Srpska (1994) y, finalmente, el 15 aniversario de los bombardeos de la OTAN (1999). A este último estuvo dedicada una conferencia organizada en la capital serbia por el Foro de Belgrado para un Mundo de Iguales, una organización perteneciente al Consejo Mundial de a Paz . Con toda la atención mediática centrada en Crimea, hubo pocos periodistas extranjeros, pero –y ésta es la novedad– también serbios. Aires de conmemoración, desde luego, no los hay.

Diez años de guerras y crisis económica han hecho mella en la población. El cansancio es visible. Las elecciones del 16 de marzo dieron como resultado una mayoría parlamentaria proeuropea, aunque nadie cree seriamente en la Unión Europea –a la que muchos serbios siguen viendo como corresponsable de los bombardeos–, y menos aún desde la crisis de la eurozona y lo sucedido estas últimas semanas en Ucrania. De la UE los serbios esperan simplemente que aporte los fondos necesarios para mantener su maltrecha economía a flote, como ocurrió con otros países de Europa oriental tras el proceso de ampliación oriental de la UE. Y para conseguirlos, los dirigentes serbios tienen que tragarse algunos sapos, como relegar el aniversario de los bombardeos a un segundo plano. El propio primer ministro, I vica Dačić, en una entrevista al canal ruso de televisión Russia Today: «Estamos asistiendo a una política de doble rasero, donde las reglas se cambian sobre la marcha. Desde luego, esto no puede calificarse de “juego limpio”. No mencionaron Kosovo mientras estaban sobre la mesa las extradiciones [de criminales de guerra], pero ahora ya no lo están y el estatuto de Kosovo aparece como una nueva condición. Para nosotros, esto significa renunciar a nuestros acuerdos, pero así es como funciona el mundo.»

Los mayores recuerdan con nostalgia a la extinta Yugoslavia, un Estado plurinacional internacionalmente respetado que lideraba el Movimiento de Países No Alineados. Un pasado, en cualquier caso, que no volverá. El nacionalismo sigue, hoy como ayer, presente en la sociedad serbia, pero sólo le queda agarrarse ya, literalmente, a un clavo ardiendo: Kosovo. También, por descontado, sacar del establo a los viejos caballos de batalla: el paneslavismo (concentrado en la amistad con Rusia), la defensa del cristianismo ortodoxo, el odio hacia los homosexuales y el antisemitismo. Pero la presión económica es demasiado fuerte, y la mayoría de la población se decanta en realidad hacia la resignación y la apatía.

La política austroalemana de etnonacionalismo y “divide y vencerás” ha funcionado en los Balcanes. Los jóvenes con estudios desean marcharse a trabajar a Alemania, Austria, Suiza, Estados Unidos o Canadá. Hoy es más probable que un joven croata visite Berlín antes que Belgrado, y que un joven serbio conozca Zúrich, pero no Zagreb. Perspectivas de futuro en la antigua Yugoslavia desde luego no las hay: Serbia tiene una tasa oficial de desempleo del 20% (2013), Bosnia y Herzegovina, de más del 27% (2011); Croacia, del 22,4% (2014); Macedonia, del 28,7% (2013); Montenegro del 15% (2013); y Kosovo del 45,3% (2011). Sólo Eslovenia presenta una tasa del paro aceptable en comparación, concretamente del 9,9% (2013). La imagen internacional de Serbia sigue dañada por la guerra. Las heridas del conflicto no han cicatrizado. Que la UE golpee el avispero ucraniano no ayuda: bajo la resignación también hay un considerable resentimiento.