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martes, 19 de julio de 2022

Diez modalidades escogidas por multimillonarios para evadir impuestos a una escala colosal

Después de un año de informar sobre las maquinaciones fiscales de los ultraricos, ProPública destaca las principales técnicas de evasión de impuestos que proporcionan enormes beneficios a los multimillonarios.

El pasado mes de junio, y partiendo de la mayor cantidad de datos fiscales confidenciales de Estados Unidos obtenidos en la historia, ProPublica lanzó una serie de reportajes que documentaban las principales formas de evasión de impuestos de los ultraricos, estrategias que en gran medida no están al alcance de la mayoría de los contribuyentes. Con motivo del primer aniversario de ese lanzamiento, hemos decidido reunir un rápido resumen de las técnicas -todas ellas pueden generar un ahorro fiscal a gran escala- desveladas en dicha serie.

1. Efecto de ultrariqueza
Nuestra primera historia desvelaba de qué manera multimillonarios como Elon Musk, Warren Buffett y Jeff Bezos fueron capaces de amasar varias de las mayores fortunas de la historia pagando notablemente pocos impuestos en relación a su inmensa riqueza. Lo hicieron en parte evitando vender sus ingentes posesiones consistentes en acciones. El sistema estadounidense grava los ingresos. La venta de acciones genera ingresos, por lo que evitan los ingresos tal y como los define el sistema. Mientras tanto, los multimillonarios pueden aprovechar su riqueza pidiendo un préstamo. Y los préstamos no están sujetos a impuestos (Buffett declaró que seguía la ley y que prefería que su riqueza fuera a la caridad; los demás no comentaron más allá de un "¿...?" de Musk).

2. Una IRA [Cuenta Individual de Jubilación] de 5.000 millones de dólares
Otros multimillonarios utilizaron formas menos convencionales para evitar los ingresos, tal como descubrimos. Peter Thiel, magnate de la tecnología, amasó una cuenta Roth IRA de 5.000 millones de dólares, un tipo de cuenta que protege los ingresos de los impuestos y que está pensada para ayudar a los ahorradores de clase media y baja a prepararse para la jubilación. Ya en 1999, Thiel metió en la cuenta acciones de bajo valor de la empresa que se convertiría en PayPal, una maniobra que, según los abogados fiscalistas, corría el riesgo de incumplir las normas de la Hacienda norteamericana [el IRS, Internal Revenue Service] (no está claro si el gobierno impugnó la maniobra). Y se dispuso a cosechar miles de millones en ganancias no gravadas fiscalmente (Thiel no respondió a las preguntas del primer artículo).

3. El truco de salón de los 1.000 millones de dólares: convertir las operaciones con elevados tipos fiscales en ingresos con bajos tipos de impuestos
Hasta cuando los multimillonarios de la tecnología muestran ingresos en su declaración de impuestos, tienden a pagar tipos impositivos relativamente bajos. Esto se debe al tipo de ingresos que tienen: las ganancias de las inversiones a largo plazo, como la venta de acciones, están sujetas a un tipo impositivo más bajo. Pero, ¿Qué haces si ganas más de mil millones de dólares al año, y los obtienes en gran medida de las operaciones a corto plazo? ¿Aceptas simplemente que vas a pagar un tipo más elevado por todos esos ingresos? Tal como informamos esta semana, Jeff Yass, director de una de las empresas más rentables de Wall Street, no aceptó dócilmente este destino. En lugar de ello, su empresa, Susquehanna International Group, encontró formas creativas de transformar el tipo de ingresos equivocado en el correcto, generando un ahorro fiscal que superó los 1.000 millones de dólares en sólo seis años (Susquehanna declinó hacer comentarios, pero en un caso judicial centrado en acusaciones similares, mantuvo que cumple la ley).

4: La magia de la propiedad deportiva: ganar dinero mientras se declaran (legalmente) pérdidas
El código fiscal ofrece a los propietarios de negocios una serie de métodos para borrar los ingresos a través de deducciones, y ninguno más impresionante que la compra de un equipo deportivo, como hizo el expresidente de Microsoft, Steve Ballmer, con los Clippers de Los Ángeles Clippers. No importa que el equipo sea realmente rentable y crezca en valor. Puede seguir suponiendo una pérdida total (en algunos casos, descubrimos que los propietarios pueden deducir el contrato de un jugador no una, sino dos veces. Se les permite hacer deducciones comparables a las de los equipamientos de fábrica que pierden valor a medida que envejecen, aun cuando los equipos casi inevitablemente ganan en valor). Esa es una de las razones por las que los propietarios tienden a pagar tipos impositivos mucho más bajos que los deportistas a los que emplean, o incluso las personas que sirven cerveza en el estadio del equipo. En nuestro artículo, encontramos a un trabajador de los Clippers que ganaba 45.000 dólares al año y pagaba un tipo impositivo más alto que el multimillonario Ballmer (Ballmer declaró que paga los impuestos que debe).

5. Construir, perforar y ahorrar: los negocios inmobiliario y petrolero pueden ser ambos paraísos fiscales
En ciertos sectores, como el inmobiliario o el del petróleo y el gas, las exenciones fiscales son tan abundantes que los multimillonarios pueden borrar sus ingresos por completo mientras se van enriqueciendo. Así es como el promotor inmobiliario Stephen Ross (que casualmente es también dueño de los Miami Dolphins) pasó diez años sin pagar impuesto alguno sobre la renta. Ross declaró que siguió la ley. Otro magnate, este en el negocio del petróleo, se las arregló para aprovechar un pozo casi sin fondo de deducciones mediante uno de los mayores vertidos de petróleo de la historia (los representantes del magnate no respondieron a la solicitud de comentarios).

6. Hasta los pasatiempos de un multimillonario pueden ser rentables a la hora de pagar impuestos
Las deducciones por aficiones y proyectos secundarios, que los ultraricos pueden estructurar como negocios, son otra opción divertida. Para algunos multimillonarios, son los caballos de carreras: descubrimos que seis propietarios de purasangres en el Derby de Kentucky de 2021 habían conseguido un total de 600 millones de dólares en deducciones fiscales por sus operaciones de carreras de caballos. Para otros, como el fundador de Beanie Babies, Ty Warner, son los hoteles de lujo. El multimillonario despilfarró en un par de lugares emblemáticos de la cadena Four Seasons y luego pasó 12 años sin pagar ningún impuesto sobre la renta (los representantes de Warner no respondieron a la solicitud de comentarios).

7. ¿Cree que sus impuestos son demasiado altos? Cambie las leyes fiscales
A veces, vale la pena luchar por una nueva exención fiscal. Para los multimillonarios que contribuyeron con millones a los políticos republicanos, la recompensa llegó en forma de “gran y hermoso recorte de impuestos” de Trump para las empresas exentas. Descubrimos que el cambio remitió en un solo año 1.000 millones de dólares en ahorros fiscales solamente en 82 hogares ultraricos. Algunos propietarios de negocios también aumentaron sus ahorros con un truco: recortaron sus propios salarios y categorizaron el dinero en su lugar como ingresos exentos.

8. Por qué los multimillonarios del sector tecnológico pagan menos que los gestores de fondos de cobertura
Con tantas opciones para reducir los impuestos, los estadounidenses más ricos suelen manejar tipos impositivos bajos. Analizamos los ingresos e impuestos de las 400 personas que más ganan del país, las que tienen una media de ingresos de más de 110 millones de dólares al año. En general, el grupo pagaba tipos relativamente bajos, pero ciertos segmentos (multimillonarios de la tecnología, herederos, ejecutivos de capital privado) destacaban incluso dentro de esta población de élite porque podían recurrir al tipo de técnicas detalladas anteriormente (también recurrían a estas técnicas políticos ricos, como los gobernadores de Colorado y Virginia Occidental).

9. Hermano, ¿me puedes dar un cheque de estímulo?
Pero los verdaderos protagonistas fueron los multimillonarios que declararon tener unos ingresos tan bajos que podían optar a ayudas del gobierno. Al menos 18 multimillonarios recibieron cheques de estimulo en 2020, porque sus declaraciones de impuestos los situaban por debajo del límite de ingresos (150.000 dólares para un matrimonio).

10. Fíate de esto: de qué manera transfieren las familias ricas miles de millones a los herederos mientras evitan los impuestos
Los agujeros en el impuesto sobre el patrimonio, según lo que nos encontramos, son aún más notables. Hay formas muy conocidas de asegurarse de que el Tío Sam no reciba su parte de la fortuna que se transmite a los herederos, y la más común es a través de un fideicomiso. Nadie puede decir hasta qué punto es común, pero encontramos pruebas de que al menos la mitad de las cien personas más ricas habían recurrido a fideicomisos para eludir el impuesto de patrimonio. En otro artículo, seguíamos a tres dinastías centenarias a lo largo de generaciones, mostrando cómo utilizaron fideicomisos para evitar los impuestos, de modo que una fortuna pudo pasar desde el magnate original de principios del siglo XX hasta, por ejemplo, una tataranieta que recientemente cobró 210 millones de dólares antes de cumplir 19 años.

Paul Kiel
Paul Kiel se ocupa de finanzas empresariales y de consumo en ProPublica. Sus investigaciones se han reproducido en medios como The Washington Post y The New York Times.
Fuente:
ProPublica, 24 junio 2022
Traducción: Lucas Antón

lunes, 11 de abril de 2016

HOMBRES RICOS, HOMBRES POBRES

ESTOS días se ha desvelado lo que era un secreto a voces: un puñado de afortunados se han hecho un traje de papel moneda en Panamá escamoteándonos tela a todos los que somos Hacienda. Entre estos sastres hay gente de todo pelaje y profesión: tanto de sangre azul como roja, tanto de familia real como desleal, tanto hombres de letras y de opereta como analfabetos que tienen en los pies la cabeza, así como proxenetas de la casa pública, vendepatrias, faranduleros y bucaneros de cuello blanco reincidentes amnistiados por don Cristóbal, el tesorero del reino, mientras daba un palo al bolsillo de los sufridos e inocentes contribuyentes en lo más crudo del crudo invierno de la crisis.

Panamá no es el único paradisíaco rincón donde los más pudientes bergantes y heredados de la tierra entierran sus tesoros. En ‘La riqueza oculta de las naciones’, el economista francés Gabriel Zucman cifra en 5,3 billones de euros, el 8% de la riqueza del planeta, el dinero escondido en paraísos fiscales; de esa cantidad, 157.000 millones proceden de España. Por culpa del filibusterismo fiscal, el erario público español deja de ingresar 10.000 millones cada año, casi el 1% del PIB.

Al ser un problema mundial, el único modo de solucionarlo es alcanzar un gran acuerdo mundial. Sin embargo, falta voluntad política, porque, como explica Juan Hernández Vigueras, autor de ‘Los fondos buitre. Capitalismo depredador’, los paraísos fiscales forman parte del sistema financiero global y cuentan con su beneplácito. Hablando en plata, convienen a los ricos. Y «hay una relación estrecha entre este fraude sistémico y el endeudamiento de los países», advierte Hernández Vigueras, quien recuerda que la cumbre del G-20 de abril de 2009, en la que se proclamó la «desaparición» de los refugios de don Dinero, fue «una mera cortina de humo que escondía la incapacidad de los principales gobernantes del mundo para resolver los problemas de los mercados financieros globales, opacos e incontrolados».

«Mientras el proletariado esté distraído en su propia desesperación con acontecimientos ficticios creados por los medios de comunicación, los superricos no tienen nada que temer», lamenta Zygmunt Bauman, Premio Príncipe de Asturias de 2010. En su libro ‘¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?’, este sociólogo polaco contesta a esta pregunta con un rotundo no, contradiciendo la doctrina neoliberal dominante. Y recuerda que ya lo advirtió uno de los padres del liberalismo económico, el escocés Adam Smith: «Dondequiera que hay gran propiedad, hay gran desigualdad. Por cada hombre rico debe haber por lo menos quinientos pobres».

Las estadísticas confirman que el capitalismo financiero rampante acrecienta y perpetúa la desigualdad. Es más, reflejan que no solo la riqueza se hereda de padres a hijos e, incluso, de hijos a padres, también la pobreza. Ocho de cada diez personas que vivieron graves dificultades económicas en su infancia y adolescencia las están reviviendo como adultos, según el informe ‘La transmisión intergeneracional de la pobreza’ de la fundación Foessa, dependiente de Cáritas. «La pobreza presente genera pobreza futura», concluye su coordinador, Raúl Flores. Es una ley no escrita ni reconocida del capitalismo: la riqueza de unos pocos se sustenta en la pobreza de los muchos.

10 abr. 2016 Hoy EL ZURDO.  Antonio Chacón Felipe
(Foto de Rosa Peña: De paseo en mi barrio, después de la lluvia. Rivermark. Santa Clara. California)

martes, 12 de enero de 2016

El año en cinco escándalos empresariales

La Marea


Los “principios éticos”, a pesar de que están recogidos en los códigos de “responsabilidad social” de las grandes empresas españolas, entran en contradicción con las prácticas cotidianas de estas mismas compañías.

“La misión del Grupo OHL se ha basado siempre en un absoluto compromiso con la ética, la integridad y el respeto a los derechos humanos”, afirma Juan Miguel Villar-Mir , presidente de la constructora, en el código ético de la empresa. Agbar, siguiendo una línea similar, plantea “el cumplimiento de las leyes y normativas, la integridad, la lealtad y la honradez” como los ejes fundamentales que guían su comportamiento, del mismo modo que Iberdrola sitúa la ética en el centro de su estrategia de negocio. Pero todos estos “principios éticos”, a pesar de que están recogidos en los códigos de “responsabilidad social” de las grandes empresas españolas, entran en contradicción con las prácticas cotidianas de estas mismas compañías. Así lo demuestra la sucesión de casos de fraude, evasión fiscal, formación de cárteles y manipulación de precios que hemos ido conociendo durante este año que ahora termina.

Iberdrola: La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso en diciembre de 2015 una sanción de 25 millones de euros a Iberdrola por una “conducta muy grave”. Y es que dos años antes, según la CNMC, Iberdrola, “consciente de la existencia de un escenario de elevada demanda al que corresponde el mes de diciembre, decide retirar una capacidad de producción para provocar un incremento adicional en el precio del mercado”. ¿El resultado? Una subida en los precios de la electricidad que repercutió en ganancias para la compañía (21,5 millones de euros) y en un gasto de 105 millones de euros para los consumidores y consumidoras. Esta manipulación de los precios fue realizada la semana anterior y la posterior al llamado “tarifazo”, que se produjo cuando las subastas de electricidad establecieron un aumento del 11% en la tarifa eléctrica para 2014. Eso sí, el escándalo que generó esta escalada de precios en plena crisis económica, con cada vez más población sumida en la pobreza energética, hizo que el gobierno español finalmente anulara la subasta en la que se disparó la tarifa y fijase un incremento del 2,3%.

Y no ha sido el único caso en que la CNMC ha multado a grandes corporaciones por conformar cárteles para repartirse el mercado y pactar precios: las constructoras ACS, FCC, Ferrovial y Sacyr en el caso de la gestión de residuos urbanos; las petroleras Repsol, Cepsa, Galp, Disa y Meroil con el pacto de los precios de los carburantes; las grandes compañías de la alimentación Danone, Nestlé, Puleva, Pascual y Central Lechera Asturiana que impedían a los ganaderos establecer libremente el precio de su producto.

Aguas de Barcelona (Agbar): En el mes de septiembre se conoció públicamente la “Operación Petrum”, una investigación de la Fiscalía Anticorrupción sobre varias constructoras y empresas de servicios que pagaron comisiones ilegales del 3% a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) supuestamente a cambio de millonarios contratos de la Generalitat y de Ayuntamientos de CDC. Las comisiones se hacían efectivas a través de donaciones a las fundaciones del partido, CatDem y Barcelona Forum, y la compañía que más dinero aportó fue el Grupo Agbar, que “donó” 1,6 millones de euros entre 2008 y 2013. También estaban presentes en la lista de “donantes” grandes constructoras como ACS y FCC.

La obtención de contratos millonarios, para ampliar el control de la gestión del agua en Cataluña, fue el objetivo perseguido a través de estas comisiones ilegales. No hay que olvidar que el 84% de la población catalana tiene el servicio de agua privatizada y su administración está mayoritariamente en manos de Agbar. Y este no es, por cierto, el único caso donde la compañía –ahora propiedad de la transnacional francesa Suez– está siendo sometida a investigación judicial: Aquagest, una de las filiales de Agbar, también ha sido incluida en la “Operación Pokemon”. Y es que parece ser que, en 2009, la compañía había pagado viajes de placer al entonces alcalde de Oviedo y a su concejal de Hacienda para devolver un importante aval económico que el Ayuntamiento había hecho a la empresa.

OHL: En mayo, los medios de comunicación mexicanos hicieron públicas las grabaciones con las que se demostraba que directivos de OHL en México habrían pagado sobornos a las autoridades mexicanas. En ellas, uno de los principales directivos de la empresa reconocía que estaban “metiendo más goles de los normales” en las obras del Viaducto. A cambio de estos “goles”, se llevaban a cabo sobornos mediante pagos de vacaciones en hoteles de lujo para el secretario de Transporte y el secretario de Comunicación del Gobierno del Estado de México. ¿El objetivo? Modificar el coste que en un principio iban a tener las obras de construcción de un tramo del Viaducto Bicentenario, adjudicado a la empresa en el año 2010: el coste inicial de la obra, situada en el noroeste de México D.F., era de 231 millones de euros; al cabo de cinco años, sin embargo, se había gastado unos 580 millones, más del doble del presupuesto original.

En realidad, los elevados sobrecostes en obras de infraestructura forman parte del “business as usual” de las grandes constructoras españolas. Sin ir más lejos, este año se conoció que la construcción del AVE a la Meca, efectuada por un consorcio del que forman parte OHL y ACS, tendrá que asumir un 60% de sobrecoste. Igualmente, Sacyr exigió el año pasado a las autoridades panameñas un 50% más del presupuesto inicial para finalizar la ampliación del Canal de Panamá.

Volkswagen: Después de más de un año y medio de investigación, los organismos reguladores estadounidenses hicieron público en septiembre el fraude cometido por Volkswagen. La compañía de automóviles manipuló los motores de 11 millones de automóviles para ocultar sus excesivas emisiones de óxido de nitrógeno, ya que emitían en carretera un 40% más de lo que se medía en los controles. Y a ello hay que sumarle otra irregularidad más: la propia compañía detectó en controles internos que 800.000 vehículos emitían más dióxido de carbono de lo indicado.

El que ha sido el mayor escándalo empresarial de 2015 no puede decirse que haya pillado por sorpresa a buena parte de las organizaciones ecologistas, que llevan tiempo señalando la ausencia de controles efectivos de las emisiones del sector automovilístico, especialmente en la Unión Europea. A raíz de este caso, sin embargo, la UE aprobó un sistema de medición de las emisiones en condiciones reales de conducción aunque, de nuevo, se otorga un trato de favor a la industria del automóvil permitiendo en una primera fase emitir el doble de óxidos de nitrógeno que el nivel legal vigente. Y es que esta industria es uno de los lobbies más poderosos de Bruselas para influir en el bloqueo de leyes que pretendan regular las emisiones de los coches: Volkswagen fue la compañía automovilística que más invirtió en actividades de lobby el año pasado.

HSBC: El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), junto al diario francés Le Monde, destapó en febrero cómo la filial suiza del mayor banco de Europa estaba involucrada en una trama de evasión fiscal, que incluía también el blanqueo de dinero procedente de actividades ilícitas. Fue el caso conocido como “Swiss Leaks”, que se basó en la lista elaborada por un antiguo trabajador del HSBC, Hervé Falciani, con los nombres de numerosos evasores fiscales. La llamada “Lista Falciani” contenía archivos secretos de la compañía con información (hasta 2007) de las cuentas bancarias correspondientes a 100.000 personas físicas y jurídicas procedentes de 200 países. En total, las cuentas tenían un valor de 100.000 millones de dólares y sus titulares eran políticos, monarcas, traficantes de diamantes y de armas, actores, directivos de grandes transnacionales, etc. Tras la fuerte repercusión mediática del caso, la Fiscalía de Ginebra inició actuaciones contra la filial suiza del HSBC por un posible blanqueo de capitales.

Entre las personas que utilizaban el entramado de cuentas en paraísos fiscales estaban millonarios como Emilio Botín y Alicia Koplowitz. La familia Botín tenía en sus cuentas suizas 2.000 millones de euros y utilizaba un entramado de sociedades opacas en Panamá y las Islas Vírgenes. En el caso de Alicia Koplowitz, la empresaria invirtió 20 millones de euros en fondos no regulados de la filial suiza del HSBC que operaban a través de una red de paraísos fiscales.

Erika González es investigadora del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.
Fuente: http://www.lamarea.com/2016/01/01/el-ano-en-cinco-escandalos-empresariales/

viernes, 25 de septiembre de 2015

Vuelve a ver 'La lista de Falciani'

Falciani sustrajo miles de datos de clientes privados del HSBC suizo y destapó el mayor escándalo bancario de la historia. Conoce a fondo su caso en este documental dirigido por Ben Lewis. Y si quieres saber más, navega por el webdoc sobre la lista de Falciani.
Entregó su lista a varios gobiernos europeos e intentó colaborar con la administración Obama, para poner en evidencia la impunidad del sistema global de evasión fiscal y blanqueo de dinero. Junto a Falciani, fiscales, ministros, periodistas y economistas construyen y analizan la historia de este 'swissleaks', desde las motivaciones de Falciani para filtrar los datos hasta su persecución, huída y captura
'¿Si soy un ladrón? Me opuse a un trámite, que prohíbe una norma, pero sabiendo que esta norma nos perjudica a todos nosotros', es tan solo una de las impactantes declaraciones de Hervé Falciani en esta coproducción de TVE junto a otras televisiones europeas y que Documentos TV estrena en esta ocasión.
Desde 2006 y durante los dos años siguientes, Falciani extrajo de la sede de Ginebra del HSBC, el segundo banco más grande del mundo, miles de datos de clientes exclusivos, rompiendo hasta entonces, el inquebrantable secreto bancario suizo. Una herramienta utilizada con frecuencia,  en el desvío de grandes patrimonios a los paraísos fiscales. Se estima que el 80% de la riqueza que está en manos de los titulares de las cuentas europeos, no es declarada en los países de origen, así que el 80% de los capitales que hay en Suiza estaría evadiendo impuestos, afirman los expertos en este documental.

'En la lista hay traficantes de diamantes, políticos, nobleza, celebridades, jugadores de tenis y de fútbol, abogados, banqueros…' afirma uno de los periodistas que ha participado en 'La lista de Falciani'.

lunes, 15 de abril de 2013

La subida de impuestos; el bueno, el feo y el malo. España recauda el 90 % de los trabajadores.


La subida de impuestos
El problema de la economía española no es fundamentalmente de exceso de gasto público —que es cinco puntos inferior a la media europea—, sino de bajos ingresos, de escasa recaudación. No es que el Estado gaste mucho, es que muchos ciudadanos y empresas no pagan impuestos o no pagan lo que deberían y les corresponde. Los impuestos en nuestro país los pagan fundamentalmente las clases medias y no las altas.

El argumento anterior está contenido en el documento Bases para la reforma fiscal, que el PSOE ha presentado y que se incorpora, lo quiera o no el Gobierno, al debate sobre los impuestos en España después de las contradictorias declaraciones hechas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, y que son previas al paquete de reformas que va a presentar el Ejecutivo en el Consejo de Ministros del próximo día 26. Con este pretenden convencer a Bruselas para que relaje el ritmo de reducción del déficit de nuestro país (al menos un año y medio más para obtener un déficit del 3% del PIB, lo que nos llevaría al ejercicio 2016). Mientras Jiménez Latorre, en una intervención muy balbuceante, decía que habría cambios en el diseño de la estructura fiscal para atenerse a las recomendaciones de la UE (subida de impuestos, en el neolenguaje que ha inventado el Gobierno del PP desde que llegó a La Moncloa), Montoro era tajante: no va a haber subida de impuestos en España, aunque se está en fase de reestructuración de nuestra carga tributaria (otra versión de la subida de impuestos en el mismo neolenguaje, dado los precedentes conocidos).

Si al PP le falta credibilidad cuando habla de impuestos (los sube cuando promete bajarlos), al PSOE le ocurre algo parecido cuando presenta unas bases para el cambio de la estructura impositiva tan rotundas como estas últimas, pendientes de concretar, pero bien elaboradas y argumentadas. ¿Por qué no lo hizo en la larga etapa de su Gobierno, cuando una reforma fiscal para que el sistema español sea más eficaz y justo hubiera tenido prioridad respecto a otras de las llamadas reformas estructurales? ¿Por qué coquetearon con las tesis, tan poco socialdemócratas, de quienes defendían el tipo único o afirmaban que la distribución solo se consigue vía gastos y no vía ingresos? ¿Por qué movieron la cabeza de arriba abajo frente a aquella tontería que tanto daño les ha hecho de que bajar impuestos también es de izquierdas en una sociedad con tantas necesidades como la española, que pretendía llegar a la convergencia real con los países de nuestro entorno? Y también, ¿por qué no se la exige Bruselas al Gobierno con la misma vehemencia que la reforma laboral, la energética, la de las pensiones, la financiera…?

Los datos son apabullantes: la presión fiscal es ocho puntos inferior a la media europea (del 32,4% al 40,1%); de todo lo que se recauda en España el 90% procede de las rentas del trabajo medias y bajas (9 de cada 10 euros recaudados vienen de este tipo de rentas, vía IRPF, cotizaciones sociales, IVA e impuestos especiales), siendo el 10% restante (uno de cada 10 euros recaudados) lo que aportan los contribuyentes más ricos, las rentas de capital y las empresas.

En España, el 10% de los ciudadanos más ricos acumula un patrimonio 135 veces más elevado que el 20% más pobre de la sociedad española.

Hay dos formas de defraudar y no cumplir con Hacienda: una legal, no pagando impuestos gracias a los mecanismos de ingeniería fiscal que existen; y otra ilegal, no pagando, haciendo fraude fiscal. Según el PSOE, para aumentar los ingresos en España no es necesario subir los impuestos a las rentas de trabajo, sino tapar los agujeros del sistema fiscal por los que se escapan sin pagar, o pagando menos de lo que deben, ese 10% de contribuyentes que acumulan la mayor riqueza del país. La propuesta socialista sobre un sistema fiscal más eficaz y justo, dedicando (al revés de lo que se ha hecho en los últimos Presupuestos Generales) más recursos a la administración fiscal, es una idea fuerza que no debe abandonar la plaza pública.