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miércoles, 13 de julio de 2022

_- Qué son los pensamientos intrusivos y cuándo se convierten en un problema

_- ¿Alguna vez has estado conduciendo por una autopista, escuchando la radio, cuando de repente tu cerebro te dice: "Oye, ¿y si doblo hacia la zona del medio que separa las carreteras?" O tal vez tomaste un cuchillo para cortar un poco de pan y te preguntaste: "¿Qué pasa si lastimo a alguien con esto?"

Estos son ejemplos de pensamientos intrusivos, esos que aparecen en tu cabeza o por sí solos, o por la situación en la que te encuentras, como manejando un auto o cortando pan.

Idealmente, los reconocemos para luego simplemente hacerlos a un lado y seguir adelante. Pero para algunas personas, en ciertos momentos de su vida, descartar los pensamientos intrusivos puede volverse más difícil.

Aquí, con la ayuda de expertos, explicamos qué son los pensamientos intrusivos, qué sucede cuando se descontrolan y cómo tratarlos.

¿Qué son los pensamientos intrusivos?
Desde la perspectiva más amplia, un pensamiento intrusivo es cualquier cosa aleatoria que "aparece en la mente", explica el psicólogo clínico Mark Freeston, quien se especializa en el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y los trastornos de ansiedad en la Universidad de Newcastle, en Reino Unido.

Técnicamente, un pensamiento intrusivo podría ser positivo, pero la mayoría de las veces son los negativos los que notamos.

Un ejemplo podría ser un pánico repentino de que dejaste el horno encendido y tu casa se va a quemar. El tipo de cosas en las que todos pensamos de vez en cuando. Es posible que no pensemos en ello como algo 'no deseado', porque es solo un pensamiento que olvidamos rápidamente.

Un pensamiento intrusivo muy típico es que dejamos encendido el gas y eso provoca un incendio en nuestra casa.

Luego están los pensamientos intrusivos que realmente son no deseados, en problemas de salud mental como el TOC, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la ansiedad social.

"En la ansiedad social, los pensamientos intrusivos probablemente serían '¿Cómo me ven los demás?', '¿Me tiembla la mano?'", dice Freeston. Mientras que, en el TOC, los pensamientos pueden ser miedos a la contaminación, o en el PTSD, pueden ser recuerdos o escenas retrospectivas de un evento traumático.

En psicología, lo que marca un pensamiento intrusivo como diferente a una preocupación u otro tipo de pensamiento es que está en desacuerdo con lo que generalmente crees que es verdad, o con tus valores. Los psicólogos se refieren a esto como un pensamiento 'egodistónico'.

Las preocupaciones se consideran más "egosintónicas", lo que significa que están más alineadas con nuestras creencias.

Por ejemplo, si has estado leyendo sobre el aumento de los costos de la energía y los artículos básicos del supermercado, y estás comenzando a gastar más de lo que ganas, es comprensible que te preocupe cómo pagarás tus facturas, pero eso sería una preocupación, no un pensamiento intrusivo.

¿Son normales los pensamientos intrusivos?
Adam Radomsky, autor principal de un estudio de 2014 y quien trabaja en la Universidad de Concordia en Montreal, Canadá, dice que cree que todos tenemos pensamientos intrusivos.

"Sabemos que es más probable que las personas los noten o luchen con ellos durante los períodos estresantes", dice. "Pero creo que es solo un hecho de la humanidad que los tenemos. La mayoría de ellos probablemente no los notemos".

Es más probable que los pensamientos intrusivos aparezcan en momentos de estrés.

Tal vez el hecho de que los tengamos sea el resultado de procesos importantes que ocurren en nuestro cerebro: si nunca tuviéramos pensamientos aleatorios o consideráramos cosas que no creíamos que fueran ciertas, ¿Cómo crearíamos arte abstracto o soñaríamos ficciones fantásticas?

Freeston está de acuerdo en que los pensamientos intrusivos son "parte de la condición humana", y agrega que es beneficioso para los humanos tener pensamientos aleatorios todo el tiempo.

"Uno de los argumentos que se ha esgrimido es que si no tuviéramos pensamientos aleatorios, nunca resolveríamos los problemas", dice.

En el TOC, se ha explorado la relación entre el pensamiento intrusivo y la creatividad como una forma de enfrentar la condición directamente. Por ejemplo, escribir pensamientos aleatorios podría ser una forma de aprovecharlos en lugar de permitir que bloqueen nuestro cerebro.

¿Cómo puedo saber si mis pensamientos intrusivos son un problema?
Es cómo respondes a los pensamientos intrusivos lo que tiende a determinar si son problemáticos.

"Alguien podría pensar en algo extraño y malvado que está sucediendo", dice Freeston. "Si fueras Stephen King, dirías: 'Esa es una gran idea'. Y luego escribes una novela. Pero si piensas, '¿Qué tipo de persona tiene este pensamiento extraño?' o 'Podría significar que soy esta persona horrible que creo que soy', a partir de ahí, un pensamiento intrusivo podría convertirse en una obsesión".

Las obsesiones en el sentido clínico son pensamientos intrusivos que no son deseados y se repiten con frecuencia. Estos pueden desarrollarse en el TOC, particularmente en el TOC que ocurre durante el embarazo o después del parto.

Los pensamientos intrusivos también pueden estar relacionados con problemas de salud física.

Pero los pensamientos no deseados repetidos también son característicos de una serie de otras afecciones de salud mental, desde el TEPT y los trastornos alimentarios hasta la esquizofrenia.

Los pensamientos intrusivos también pueden estar relacionados con problemas de salud física. Los pacientes con cáncer, por ejemplo, pueden sufrir pensamientos intrusivos sobre el regreso de su cáncer que pueden afectar su recuperación física.

En las personas que desarrollan obsesiones o pensamientos intrusivos más angustiosos, los pensamientos comienzan a ocurrir más regularmente cuando se esfuerzan demasiado por deshacerse de ellos, en lugar de simplemente aceptarlos e ignorarlos.

En algunos casos, las personas pasan a realizar acciones físicas para tratar de lidiar con los pensamientos, como tocar, contar o verificar repetidamente que han realizado una tarea en particular. Estas son las compulsiones.

Si estás pasando por un período particularmente estresante y te das cuenta de que estás luchando con pensamientos intrusivos más de lo normal, esto no significa necesariamente que estés desarrollando un TOC. Simplemente significa que debes ser más consciente y tal vez hacer cosas para ayudarte a reducir el estrés.

"No necesariamente descartar el pensamiento o evitarlo, sino centrarse en las cosas que importan", surgiere Radomsky, junto con un poco de cuidado personal, que podría ser tan simple como dormir y comer bien.

Por otro lado, los pensamientos intrusivos que surgen de la nada deben tomarse en serio. El inicio abrupto de los síntomas del TOC en los niños puede ser el resultado de una infección bacteriana o viral, como en el trastornos pediátrico neuropsiquiátrico autoinmune asociado a estreptococo, (PANDAS, por su acrónimo en inglés).

Centrarse en cosas tan simples como dormir y comer bien pueden ayudar en algunos casos.

Descrito por primera vez en la década de 1990 por la psiquiatra infantil Susan Swedo, el PANDAS es raro, por lo que todavía puede considerarse un diagnóstico controvertido, según Alison Maclaine, cuyo hijo de 12 años, Jack, desarrolló PANDAS hace más de cuatro años.

Jack ahora lucha por salir de su habitación debido a pensamientos intrusivos en torno a morir y huir. "Los pensamientos intrusivos fueron uno de los primeros síntomas de su enfermedad y siempre han sido la causa de la mayor angustia", dice Maclaine. "Durante los últimos cinco meses, no ha podido asistir a la escuela".

Los pensamientos intrusivos de Jack se atribuyeron inicialmente al trastorno del espectro autista y la ansiedad. Finalmente, lo trataron con antiinflamatorios y antibióticos, lo que ayudó, pero Maclaine se pregunta cuán diferente sería la vida ahora si hubieran recibido el diagnóstico correcto de inmediato.

Otros síntomas que pueden indicar PANDAS son tics, hiperactividad, problemas para dormir y ataques de pánico o rabia.

¿Qué causa los pensamientos intrusivos?
Recuerda, los pensamientos intrusivos son normales. Si aceptamos que son solo pensamientos aleatorios, entonces lo que los causa es simplemente el burbujeo constante de ideas y recuerdos en nuestros atareados cerebros.

La causa de nuestros pensamientos intrusivos es muchas veces simplemente el burbujeo constante de ideas y recuerdos en nuestros atareados cerebros...

Según Radomsky, a veces hay un desencadenante de tales pensamientos: ver un extintor de incendios, por ejemplo, y luego querer volver corriendo a casa y comprobar que la casa no se ha quemado. Pero a veces son realmente aleatorios; solo el resultado de que nuestras mentes son "ruidosas".

Sin embargo, ¿Qué pasa con aquellas personas cuyos pensamientos intrusivos les molestan? ¿Sus cerebros funcionan de manera diferente? Quizás sí.

En 2020, investigadores portugueses revisaron la evidencia recopilada durante la última década sobre las personas con TOC y cómo regulan su pensamiento; qué sucede, por ejemplo, cuando se les pide que se concentren en imágenes mentales desagradables o imágenes reales.

Los investigadores encontraron que en los escáneres cerebrales, las personas con TOC muestran "respuestas cerebrales alteradas" en varias áreas de sus cerebros en comparación con voluntarios sanos.

Esta imagen cerebral puede estar iluminando lo que los psicólogos describen como alguien que intenta alejar sus pensamientos. Por su parte, Randomsky no favorece las explicaciones neurobiológicas de por qué las personas luchan con los pensamientos intrusivos, porque no cree que sean útiles a la hora de tratarlos.

"Hay muy poco que podamos hacer para cambiar el cerebro directamente", dice. "Pero tenemos un control completo sobre lo que elegimos pensar y lo que elegimos hacer, por lo que hay mucho más potencial para hablar sobre la mente y el comportamiento en lugar de hablar sobre la neurobiología".

Hablando con la gente, los psicólogos a veces pueden identificar las razones por las que las personas pueden ser sensibles al contenido de ciertos pensamientos intrusivos, tal vez cuando eran niños presenciaron un incendio o un ataque violento.

... otras veces puede haber un factor desencadenante.

Más adelante en la vida, hay momentos en los que todos somos hipersensibles a ciertos pensamientos y, por lo tanto, es más probable que los tomemos en cuenta. Después de convertirnos en padres, por ejemplo, podemos ser muy conscientes de los problemas de seguridad.

Pero aunque podríamos pensar en estas sensibilidades como "causas", en lugar de diferencias estructurales o químicas en el cerebro, si alguien desarrolla TOC se debe en parte a la mala suerte, según Freeston. "Posiblemente ha habido una serie de momentos en los que has sido particularmente vulnerable y has tenido un pensamiento y lo has evaluado de una manera particular", dice.

"Entonces, en última instancia, la razón por la que tienes TOC no es ninguna de estas causas iniciales. Es esta combinación la que significa que terminaste evaluando el pensamiento de una manera particular, actuando sobre eso y luego fortaleciendo tu sistema de evaluaciones y comportamientos con el tiempo".

¿Qué pasa si mis pensamientos intrusivos son reales?
Recuerda que los pensamientos intrusivos tienden a estar en desacuerdo con las creencias o valores reales de las personas. Por lo tanto, una persona con un trastorno alimentario puede tener pensamientos intrusivos acerca de tener sobrepeso, incluso si puede estar de acuerdo, al mirar un número en una balanza, en que no lo tiene.

Es común notar un aumento de ciertos tipo de pensamientos intrusivos a raíz de hechos concretos como la pandemia de covid.

De la misma manera, una persona con TOC puede tener pensamientos intrusivos acerca de que algo malo está sucediendo porque ha sido contaminada por gérmenes o porque ciertos artículos no están ordenados de cierta manera. Y esos pensamientos aún pueden surgir incluso si esa persona puede decir racionalmente que es probable que no suceda nada malo.

A veces, sin embargo, ocurren eventos de la vida real que pueden confundir las cosas. Como cuando se desata una pandemia, por ejemplo. Se sabe que los brotes de enfermedades aumentan temporalmente los pensamientos intrusivos sobre la enfermedad, y en el mundo en el que vivimos desde 2020, la contaminación de todas las superficies y espacios aéreos disponibles es una preocupación legítima.

Entonces, si tienes pensamientos intrusivos sobre superficies contaminadas con el virus o o sobre contagiarte de covid, ¿es algo que debe preocuparte? Meredith Coles, directora de la Clínica de Ansiedad de Binghamton en la Universidad de Binghamton, Nueva York, reflexiona sobre esta pregunta.

"En algunos aspectos, podría argumentar que tu ansiedad debería haber aumentado en los últimos uno o dos años, que deberías haber tenido pensamientos más intrusivos", dice, y agrega que un poco de ansiedad puede no ser algo malo si te motiva a vacunarte. "¿Eso significa que tienes un TOC? ¿O eso significa que eres humano y estás pasando por una pandemia?"

Seguro que todos hemos pasado por un momento difícil. Pero, ¿Qué pasa con aquellos de nosotros que ya sufrimos de TOC? ¿Podría la covid exacerbar la condición? Un estudio italiano publicado en 2021 indicó que sí.

Para el estudio, 742 personas completaron cuestionarios y los encuestados que obtuvieron una puntuación alta en las preguntas de lavado y contaminación que normalmente se usan en el diagnóstico del TOC tendieron a percibir a la covid como más peligrosa.

Sin embargo, una puntuación alta de ansiedad por la salud (anteriormente conocida como hipocondría) se asoció más fuertemente con la preocupación por el coronavirus.

Coles considera que a medida que superamos el punto máximo de la pandemia, deberíamos ver cómo retrocede cualquier aumento en los pensamientos intrusivos. Somos más resistentes de lo que a veces creemos, dice ella.

Aunque sí aconseja hacer cosas para estar al tanto de nuestras ansiedades, como buscar el apoyo de amigos y familiares y apagar las noticias de vez en cuando.

¿Cómo puedo acabar con mis pensamientos intrusivos?
Una vez más, los pensamientos intrusivos son normales, por lo que no puedes detenerlos. Pero si los pensamientos intrusivos te preocupan, hay tratamientos bien establecidos disponibles. Para el TOC (y el trastorno dismórfico corporal), esto suele ser terapia cognitiva conductual (TCC) y terapia de exposición y respuesta, aunque existen enfoques de TCC separados y personalizados para otros trastornos como el TEPT.

La TCC se enfoca en ayúdate a cambiar tu forma de pensar, incluida la forma en que reaccionas a los pensamientos intrusivos. La terapia de exposición y respuesta te desafía a confrontar el objeto de tu miedo, por lo que si tienes compulsiones de limpieza, podría implicar tocar los grifos de un baño público sin realizar la limpieza ritual.

Aunque estos tratamientos no benefician a todos en la misma medida, el beneficio que ofrecen está respaldado por pruebas sólidas. También hay otros enfoques nuevos, como la atención plena (mindfulness) y la terapia centrada en la compasión (que anima a los pacientes a desarrollar una voz interior más amable), pero aún no tienen los datos que los respalden.

"Hay evidencia de que funcionan mejor que nada, pero hay muy pocas comparaciones directas", dice Freeston, refiriéndose a cómo se comparan con los enfoques estándar.

El desarrollo de nuevos tratamientos también implica aprender más sobre las causas de los pensamientos intrusivos. Coles está trabajando actualmente en la relación entre los trastornos del sueño y los pensamientos intrusivos en el TOC.

"Las personas con TOC tienden a quedarse despiertas hasta muy tarde", dice, "son solo datos iniciales, pero esto parece estar potencialmente relacionado con la incapacidad de sacar los pensamientos de tu cabeza".

El grupo de Radomsky está trabajando para ayudar a las personas a cambiar ciertas creencias que podrían estar relacionadas con sus pensamientos intrusivos. Por ejemplo, la creencia de que su memoria podría no ser muy buena; corrección que puede ayudar a las personas a superar los comportamientos de verificación repetitivos.

Otro enfoque son las creencias sobre la pérdida de control. "La gente a veces cree que si pierde el control de sus pensamientos, podría perder el control de su comportamiento", explica. "Esas creencias en el TOC son inevitablemente falsas".

https://www.bbc.com/mundo/noticias-62064404

martes, 9 de marzo de 2021

_- Matemáticas: qué queda aún por descubrir, por qué son tan bellas y otras grandes interrogantes sobre esta fascinante ciencia

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Las matemáticas han sido increíblemente eficientes para describir la naturaleza.

Las matemáticas son algo absolutamente fascinante. Y están en todos lados: en las simetrías de los pétalos de las flores, en las conchas de los moluscos, en el patrón que siguen las manchas que tienen en la piel muchos animales, en los hexágonos de los copos de nieve, en la música, en los cristales minerales, en el arte… Vivimos rodeados de matemáticas.

El mexicano José Luis Aragón Vera es un apasionado de esta disciplina.
Director del Centro de Física Avanzada y Tecnología Aplicada de la Universidad Nacional Autónoma de México, este doctor en Física de Materiales por el Centro de Investigación Científica y de Estudios Superiores en Ensenada, Baja California, es experto en cristalografía matemática y en biomatemáticas.

BBC Mundo habló con él en el marco del Hay Festiva Digital Querétaro.

Galileo aseguró hace ya varios siglos que el universo está escrito en el lenguaje de las matemáticas. ¿Es así?

Yo creo que Galileo se dio cuenta de la gran efectividad que tienen las matemáticas para describir los fenómenos naturales, pero yo considero que las matemáticas son una creación nuestra, de la mente humana.

Pienso que las matemáticas son nuestra forma de ver la naturaleza, más que el lenguaje en el que la naturaleza está escrita. Y son creíblemente eficientes, eso sí que es cierto.

Entonces, ¿las matemáticas las inventamos, no las descubrimos?
Así es. Las inventamos nosotros, las creamos nosotros.

Históricamente, las matemáticas nacen por la necesidad de contar y de medir. Pero, poco a poco, comienzan a tener un cambio, y en el siglo XVII empiezan a orientarse más hacia las aplicaciones.

Newton, por ejemplo, inventa el cálculo diferencial integral pensando en un fenómeno físico como es la gravitación.

Y a finales del siglo XIX hay un cambio notable en las matemáticas: se convierten en un conjunto de objetos abstractos y de reglas para manejar esos objetos. Y esas reglas las inventan los matemáticos, son creación de ellos.

Pero si por ejemplo los pétalos de las flores y las manchas en la piel de algunos animalesse ordenan siguiendo reglas matemáticas, y tantas cosas que nos rodean responden a leyes matemáticas, ¿no podría ser que las matemáticas estuvieran allí y que nosotros las descubriéramos?

Eso nos podría llevar a una discusión filosófica. Mi opinión, y la de otros muchos, es que nosotros creamos las matemáticas. Y esa creación nuestra ha sido increíblemente eficiente para describir la naturaleza.

Hay un artículo que el físico Eugene Wigner escribió en los años 30 y cuyo título ya dice mucho: "La irrazonable efectividad de las matemáticas para describir las ciencias naturales".

En él, Wigner llega a la conclusión de que no se sabe por qué las matemáticas son tan eficientes. Es un artículo muy famoso que se ha escrito, reescrito, discutido… Pero sigue sin haber una conclusión.

Las matemáticas han sido increíblemente eficientes para describir la naturaleza.

¿Todo lo que nos rodea se puede explicar con el lenguaje matemático?

Muchas cosas sí: todo lo que son fenómenos naturales, también el arte, la música… No hay nada más matemático que la música.

Sin embargo, hay cuestiones como los fenómenos sociales, donde es muy difícil que las matemáticas funcionen, porque intervienen muchos factores.

Piense por ejemplo en predecir el comportamiento de la bolsa de valores: con que uno de los compradores se asuste y venda, se puede desencadenar una venta en cascada y que caiga la bolsa.

Hay modelos matemáticos que tratan de predecir esas cosas, pero son modelos que contienen en sí mismos esa impredecibilidad.

Las emociones son algo donde las matemáticas no suelen funcionar. ¿Es posible que en el futuro, con el desarrollo de la inteligencia artificial, las emociones se puedan formular con patrones matemáticos?

Es posible que sí. Con respecto a la inteligencia artificial, hay dos corrientes.

Por un lado, está la llamada inteligencia artificial fuerte, que argumenta que los procesos de pensamiento y los mecanismos de las emociones responden a algoritmos, y si son algoritmos una computadora los va a poder hacer, por muy complicados que sean.

Pero hay otra corriente, encabezada entre otros por Roger Penrose, un físico de Cambridge, que sostiene que no, que los pensamientos y los sentimientos no responden a un algoritmo, que hay fenómenos adicionales y que por ello una computadora nunca llegará a tener sentimientos como un ser humano.

Hay dos corrientes y mucho debate.
¿Y usted con cuál de esas dos corrientes se queda?
Con la que piensa que las computadoras nunca van a llegar a tener sentimientos.

¿Legará la inteligencia artificial a tener sentimientos o solamente entenderlos?

El mundo que tenemos hoy en día, ¿no existiría sin las matemáticas?
Si no hubiéramos sido capaces de inventar las matemáticas no tendríamos el nivel de progreso que tenemos ahora.

En estos momentos está pasando una cosa muy curiosa.
En el mundo moderno, con la alta tecnología que tenemos, los que están empezando a tomar el control son los matemáticos.

A las empresas les interesa mucho todo lo que son redes sociales y manejo de cantidades enormes de datos, porque a través de las búsquedas en internet y de las ventas pueden saber lo que nos gusta, cuáles son nuestros patrones de compra y así saben qué vendernos.

Incluso a través de las matemáticas se puede llegar a influir en las opiniones: las noticias falsas, las fake news, son creadas por algoritmos matemáticos muy complejos que imitan la manera de escribir de las personas.

Y detrás de todo eso está el conocimiento matemático, y los matemáticos están cada vez más cotizados.

Si miramos atrás, vemos que cuando llegó el desarrollo de la energía nuclear los profesionales más cotizados eran los físicos. Después llegó el boom de la ingeniería genética, y los más cotizados pasaron a ser los biólogos. Y ahora son los matemáticos.

Arte abstracto Getty
Ha habido artistas muy famosos que han tenido mucho gusto por las matemáticas y han metido en sus obras de arte conceptos matemáticos"

Si no hubiéramos inventado las matemáticas, ¿cómo sería el mundo en estos momentos?

Pues seguiríamos teniendo creencias religiosas para explicar lo que vemos, no tendríamos grandes teorías sobre cómo funcionan las cosas.

Sin las matemáticas no podríamos explicar el mundo natural como lo hemos explicado hasta ahora.

¿Las matemáticas son la perfección? Se lo pregunto porque en la naturaleza, cuando hay patrones matemáticos generan algo que parece perfecto…

Lo que hay detrás de las matemáticas siempre es el rigor lógico, y el rigor lógico siempre da esa sensación, no sólo de perfección sino también estética. Es bello, muy bello. Por eso, las matemáticas y el arte viven en concubinato.

El arte es algo que nace de las emociones, ¿dónde están las matemáticas en el arte?

En las artes plásticas hay geometría. La geometría se cree que nace en Babilonia en el año 3000 a.C., aunque algunas teorías dicen que nació mucho antes, desde que los seres humanos tuvieron la necesidad de adornar sus cuerpos para ritos religiosos o de cortejo.

Si aceptamos eso, ahí ya se ve que la geometría y la estética están muy relacionadas.

Pero yo creo que los primeros en darse cuenta de la relación entre la geometría y el arte son los griegos.

La proporción áurea, por ejemplo, es un número irracional que vale aproximadamente 1,618 y que tiene propiedades matemáticas muy notables.

Proporción áurea 
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES  

La proporción áurea también es llamada la "divina proporción".
Los griegos fueron los primeros que se dieron cuenta de que con ella se pueden formar figuras geométricas muy placenteras.

Por qué son placenteras no se sabe, pero lo son: si, por ejemplo, formamos un rectángulo en el que un lado vale 1 y el otro la proporción áurea, 1,618, y otros muchos rectángulos de distintas medidas y se los enseñamos a niños y adultos, casi siempre se quedan con el que tiene la proporción áurea.

El escultor y arquitecto griego Fidias utilizó la proporción áurea para el Partenón, y Leonardo Da Vinci ilustró un libro muy famoso de Luca Pacioli sobre "la divina proporción", que es como llamaba a la proporción áurea.

Ha habido muchos artistas y creadores que la han utilizado, hasta llegar al arquitecto Le Corbusier: su edificio de la ONU en Nueva York tiene justo esas proporciones.

¿A los artistas les gustan entonces las matemáticas?

Sí. Ha habido artistas muy famosos que han tenido mucho gusto por las matemáticas y han metido en sus obras de arte conceptos matemáticos más avanzados: Durero, Man Ray, Kandinsky, Escher…

Siguiendo con el tema de la perfección… Los matemáticos hablan de círculos y de triángulos perfectos, de números compuestos de unidades perfectamente iguales entre sí, de números irracionales que no tienen fin… Pero nada de eso existe en la realidad, ¿verdad?

Tiene toda la razón. La proporción áurea, por volver a ella, es exactamente 1+√5/2, y ese es un número irracional que vale 1,618034… etcétera, etcétera.

Obviamente, nunca vamos a tener un rectángulo con esa proporción exactamente, lo que se obtiene una proporción aproximada. Pero eso funciona muy bien, la ciencia también se basa en aproximaciones que funcionan.

Cuando Newton propuso la teoría de la gravitación y que la Tierra atraía a la Luna calculó cuál sería la órbita alrededor de la Tierra suponiendo que ambas son esferas, cuando en realidad no lo son.

Pero si hubiera hecho los cálculos teniendo en cuenta que una tiene forma de naranja y la otra está aplastada por un lado nunca hubiera llegado a su teoría.

Todo se basa en aproximaciones. Las matemáticas dan cantidades exactas y perfectas, pero al aplicarlas se hace con aproximaciones que funcionan muy bien.

Newton se basó en las matemáticas, pero tuvo que hacer aproximaciones para generar su teoría de la gravedad.

¿Qué nos queda por saber del mundo de las matemáticas?

Nos quedan muchas cosas, pero es muy difícil predecir qué nuevas reglas se van a proponer, qué nuevas áreas se van a crear.

¿A usted qué le gustaría descubrir?

El gran reto que hay ahora es desarrollar unas matemáticas que puedan explicarnos cosas como el caos.

Hay fenómenos naturales sobre los que no podemos hacer predicciones más allá de tres o cuatro días, como por ejemplo el clima. Y lo que no sabemos es si la naturaleza en realidad es así o si no tenemos las matemáticas adecuadas para hacer mejores predicciones.

Muchos fenómenos naturales no son lineales, y aún no hay matemáticas para tratarlos. Me gustaría descubrir eso: unas matemáticas para los fenómenos no lineales.

Hubo un matemático ruso muy famoso, Andrei Kolmogorov, que estudió en concreto la turbulencia, un fenómeno no lineal muy complejo, hasta el punto de que hay una universidad en Canadá que lo considera uno de los problemas del siglo y ofrece un millón de dólares a quien lo resuelva.

Kolmogorov atacó esos problemas, pero se dio cuenta de que no podía llegar muy lejos con las matemáticas que había, y dijo que hacía falta el golpe de un genio, crear las matemáticas adecuadas para esos fenómenos tan complicados.

Andrei Kolmogorov concluyó que con las matemáticas existentes no podía resolver algunos fenómenos no lineales.
 
¿Los matemáticos tienen otra manera de pensar?
Yo creo que sí.
Cuando doy clases de matemáticas yo siempre le insisto a mis estudiantes que a mí no me importa mucho si al rato no se acuerdan de la fórmula tal, o de cómo se diagonaliza una matriz o qué es la independencia lineal.

Mi objetivo es que aprendan a pensar como piensan los matemáticos: con consistencia lógica, encadenando razonamientos, buscando siempre consecuencias a través de la lógica, etc.

¿Y esa forma particular de pensar la trasladan a todas las esferas de la vida?
Sí. Hay en ese sentido una anécdota muy conocida: durante la II Guerra Mundial querían blindar los aviones para evitar que les hicieran daño al dispararles. Pero blindar un avión entero es imposible, pesaría mucho.

Un grupo de ingenieros, generales y dos matemáticos se pusieron a pensar y vieron que la mayoría de los aviones tenían más impactos en el fuselaje, así que pensaron que lo mejor sería blindar esa parte.

Pero los matemáticos preguntaron dónde recibían menos impactos los aviones atacados. Les respondieron que en el motor, y decidieron que eso era lo que había que blindar, pues si los aviones mostraban pocos impactos en el motor, significaba que los que recibían disparos ahí no habían podido volver.

Esa es una manera de pensar matemática.

¿Las matemáticas son entonces una forma de vivir?

Son una forma de pensar, y eso evidentemente impacta también en tu forma de vivir.

Arte abstracto Getty
Hay muchos modelos matemáticos que han intentado predecir el comportamiento de la pandemia… creo que son muy importantes, aunque también creo que han sido bastante ignorados"

¿Y qué tal se llevan las matemáticas con las emociones?

Suelen tener una relación muy complicada. Las emociones son poco racionales para la manera de ver las cosas de los matemáticos. Muchos matemáticos muy famosos han tenido un comportamiento complicado.

El último conocido es Grigori Perelman, que logró resolver la famosa conjetura de Poincaré, uno de los problemas del milenio.

Había una recompensa de un millón de dólares a quien la resolviera, y también le ofrecieron la medalla Fields (el más importante galardón que puede recibir un matemático), y no quiso ninguna de las dos cosas. Se quedó en su casa tocando el violín.

Hoy en día hay más mujeres destacándose en las matemáticas.

¿Qué hay de matemáticas en esta pandemia que estamos viviendo?

Muchísimo. Hay muchos modelos matemáticos que han intentado predecir el comportamiento de la pandemia, que proponen modelos sobre cómo evitar su propagación…

Hay muchos modelos y yo creo que son muy importantes, aunque también creo que han sido bastante ignorados. 

viernes, 10 de abril de 2020

Por qué hablar de nuestros problemas ayuda tanto (y cómo hacerlo).

Hay más en el viejo consejo de "háblalo" de lo que parece. Aquí hay algunas pruebas que explican por qué es tan útil.

Cuando su auto se descompone, usted sabe cómo arreglarlo o cómo encontrar a alguien que pueda hacerlo. Las emociones, por otro lado, son un poco más difíciles de arreglar. No hay una llave inglesa que puedas agarrar o reparar en un taller al que puedas llevar tus sentimientos. Pero sí tiene una herramienta en su kit que siempre puede usar: hablar sobre sus sentimientos. Incluso hablar de tus sentimientos en voz alta a otra persona puede ayudar. Entonces, ¿por qué lo evitamos o creemos que no funciona? Hay muchas razones por las que hablar sobre nuestros problemas puede ser difícil. Algunas personas (especialmente los hombres) se socializan para internalizar los sentimientos, en lugar de darles voz. A veces, las mismas emociones con las que estás lidiando, como la culpa por algo que hiciste o la vergüenza de cómo crees que te perciben, pueden sentirte tan abrumadoras que no puedes obtener la motivación para hablarlo.

Independientemente de la razón por la que podría mantenerlo, hablar tiene poderosos beneficios psicológicos que podrían no ser obvios. Sin embargo, "hablar sobre eso" es una frase amplia, así que aclaremos un poco. Cuando hablamos de hablar sobre sus problemas, puede tomar algunas formas.

· Contarle a un amigo de confianza. A veces, solo necesita expresar cómo se siente sin un plan real para una solución. "¡Tuve el peor día en el trabajo!" puede ser el comienzo de una conversación que lo ayude a procesar el estrés de un día difícil.

· Discutir un conflicto con un compañero. Las peleas ocurren en las relaciones. Pero mantener tus sentimientos contigo mismo puede causar problemas entre tú y tu pareja. Si bien trabajar para encontrar soluciones constructivas a sus problemas de relación siempre es algo bueno, el solo hecho de ser abierto sobre sus sentimientos con su pareja también puede hacer que su comunicación sea más saludable.

· Terapia de conversación con un terapeuta con licencia. Hay una razón por la que las personas pagarán dinero para hablar sobre los problemas con un terapeuta. Ya sea que necesite hablar sobre una enfermedad mental con la que está luchando, esté en terapia de pareja para trabajar en su relación o simplemente necesite hablar con alguien que sepa cómo manejar el estrés, un buen terapeuta puede ayudarlo a eliminar sus emociones.

· Ser abierto sobre tus luchas. A veces, desahogarse con nadie en particular puede ayudar no solo a usted, sino también a otros. Por ejemplo, en 2015, Sammy Nickalls, escritor, comenzó el hashtag de redes sociales #TalkingAboutIt para alentar a las personas a ser abiertas sobre sus luchas con enfermedades mentales. El hecho de compartir cómo es la vida diaria puede ayudarlo a usted y a otras personas con las mismas dificultades a darse cuenta de que no está solo y que lo que se siente abrumador es realmente normal.

Lo que todas estas formas tienen en común es que son conversaciones diseñadas específicamente para examinar y expresar las emociones que tienes, en lugar de construir una solución específica. Definir cosas que puede hacer para mejorar su situación es ciertamente bueno, pero simplemente verbalizar cómo se siente puede ser, en sí mismo, parte de la solución también.

¿Por qué ayuda hablar de eso?
Conseguir un nuevo trabajo, romper con un mal compañero o invertir en su propia superación personal son cosas prácticas que puede hacer para resolver problemas en su vida. Pero, ¿de qué sirve hablar de eso? Cuando luchas en la agotadora batalla cuesta arriba contra tus propios sentimientos negativos, puede parecer que hablar de eso es lo menos productivo que puedes hacer.

En realidad, tu cerebro y tu cuerpo obtienen mucho de hablar.

Cuando siente sentimientos muy intensos, especialmente miedo, agresión o ansiedad, su amígdala dirige el programa. Esta es la parte del cerebro que, entre otras cosas, maneja su respuesta de lucha o huida. Es el trabajo de la amígdala, y de su sistema límbico en su conjunto, determinar si algo es una amenaza, idear una respuesta a esa amenaza si es necesario y almacenar la información en su memoria para que pueda reconocer la amenaza más adelante. Cuando te estresas o abrumas, esta parte de tu cerebro puede tomar el control e incluso anular los procesos de pensamiento más lógicos.

Investigación de U.C.L.A. sugiere que poner sus sentimientos en palabras, un proceso llamado "etiquetado de afecto", puede disminuir la respuesta de la amígdala cuando se encuentra con cosas que le molestan. Así es como, con el tiempo, puede estar menos estresado por algo que le molesta. Por ejemplo, si tuvo un accidente automovilístico, incluso estar en un automóvil inmediatamente después podría abrumarlo emocionalmente. Pero a medida que habla de su experiencia, expresa sus sentimientos en palabras y procesa lo que sucedió, puede volver al automóvil sin tener la misma reacción emocional.
Gracias por leer The Times.

La investigación de la Southern Methodist University sugirió que escribir sobre experiencias traumáticas o someterse a terapia de conversación tuvo un impacto positivo en la salud y el sistema inmunológico de un paciente. El estudio sostiene que contener los pensamientos y las emociones es estresante. Tienes los sentimientos negativos de cualquier manera, pero tienes que trabajar para reprimirlos. Eso puede afectar el cerebro y el cuerpo, haciéndote más susceptible a enfermarte o simplemente sentirte horrible.

Nada de eso quiere decir que hablar sobre sus problemas, o incluso hablar de la terapia con un terapeuta con licencia, arreglará automáticamente todo y lo hará feliz y saludable de inmediato. Pero, como comer mejor y hacer ejercicio, puede contribuir a la mejora general de su bienestar. Más importante aún, puede ayudarlo a comprender cómo y por qué se siente de la manera que lo hace, para que pueda manejar sus emociones de manera más efectiva en el futuro.

¿Cómo podemos hacerlo mejor?
De manera crucial, no todas las formas de hablar sobre los problemas en voz alta pueden ayudar. De hecho, múltiples estudios que examinan a estudiantes universitarios, mujeres jóvenes y adultos que trabajan sugieren que la co-rumiación, o enfocarse constantemente y hablar sobre experiencias negativas en su vida, puede tener el efecto contrario, lo que lo estresa más y extrae cuánto tiempo un problema Te molesta. Para hablar sobre sus problemas de manera más constructiva, hay algunas cosas clave que puede hacer.

· Elige a las personas adecuadas para hablar. Si alguna vez has hablado sobre cómo te sientes y parece que no has sacado nada, es posible que estés hablando con la persona equivocada. Tener un amigo de confianza que lo apoye (sin permitir malos hábitos como la rumiación) puede ayudar. Si necesita asesoramiento específico sobre un problema, busque a alguien que haya enfrentado problemas similares y, idealmente, los haya resuelto. Y si necesita mucho tiempo de conversación, intente difundir sus conversaciones a varias personas. Una persona puede agotarse, y tener un amplio sistema de apoyo social le permite distribuir esa carga.

· Elige el momento adecuado para hablar. Tan importante como elegir con quién hablar es cuando hablas con ellos. Es posible que tus amigos quieran apoyarte, pero tienen sus propias vidas. Preguntar si tienen el tiempo y la energía para hablar antes de desempacar sus bolsas emocionales puede ayudarlos a ambos a estar mejor equipados para la conversación. Esto también significa ser cortés con su tiempo. A veces ocurren crisis y es posible que deba interrumpir a alguien, pero la mayoría de las conversaciones de apoyo pueden esperar.

· Encuentre un terapeuta, incluso si no tiene una enfermedad mental. Los terapeutas a menudo tienen la reputación de ser necesarios solo si tiene una enfermedad mental. Este no es el caso. Puede ir a terapia si se siente demasiado estresado, si no está durmiendo bien o si solo quiere que alguien hable con él. Piense en ello menos como ver a un médico y más como un entrenador personal. Además, recuerde que al igual que con los médicos, los mecánicos o cualquier otra persona que contrate, hay buenos y malos (o malos para usted), por lo que si no tiene éxito la primera vez, intente con otra persona.

· Date un punto final. No todas las conversaciones sobre sus problemas deben conducir a un plan de acción para un cambio tangible, pero sí deben conducir a algo más que a quejarse. Dése espacio para desahogarse sobre sus sentimientos y, mientras lo hace, concéntrese en cómo se siente durante todo el proceso. Si te estás poniendo más nervioso, tómate un descanso. Si te encuentras hablando de las mismas cosas una y otra vez sin obtener una nueva comprensión o sentir alivio, intenta otra cosa para procesar cómo te sientes. Es posible que no pueda solucionar el problema externo que le está molestando, pero el objetivo al menos debería ser mejorar su estado de ánimo al respecto.

· Habla sobre lo bueno y lo malo. Expresar cómo te sientes es saludable. Expresarse solo cuando se siente mal no lo es. Ya sea que esté hablando con amigos, socios o en las redes sociales, asegúrese de compartir sus buenas experiencias y sentimientos cuando surjan. Hablar sobre estas experiencias puede reforzarlas en su cerebro y hacer que sea más fácil salir de los patrones de pensamiento negativos más adelante. Además, ayuda a construir sus relaciones con las personas con las que está lo suficientemente cerca como para hablar.

Por supuesto, este proceso aún puede ser complicado. Algunos días, hablar sobre sus problemas puede quejarse de algo que sucedió en el trabajo, pero en otros puede implicar llorar en el hombro de alguien durante una hora. Puede parecer embarazoso o incómodo las primeras veces, pero cuanto más se abra, más fácil será compartir cómo se siente.

https://www.nytimes.com/2020/04/03/smarter-living/talking-out-problems.html?algo=identity&fellback=false&imp_id=922865263&imp_id=736183349&action=click&module=Smarter%20Living&pgtype=Homepage

jueves, 19 de marzo de 2020

_- El peor problema de España es la derecha

_- No se escuchan críticas de Pablo Casado a Vox, salvo el lamento de que aún no estén integrados en su formación

El cónclave de Vox ha consagrado una candidatura única, un líder único, y un único discurso de la rabia: contra el Gobierno, al que ya califica de “criminal”, y contra las feministas, a las que reputa de “locas de odio”. Todo ello en un acto presidido por la censura, al que impide acceder —e insulta— a periodistas y periódicos. Amparándose torticeramente en que la naturaleza de un partido es en exclusiva privada. Cuando su función está constitucionalizada. Y legislada, y reglamentada, hasta el punto de que su cuenta de resultados positiva para 2019 se debió a que las subvenciones públicas recibidas ascendieron a casi 10 millones de euros.

El candidato crítico a quien se impidió concursar por el liderazgo, Carmelo González, anunció que acudiría a los tribunales, porque la dirección empleó “tácticas mafiosas”: incumplimiento de plazos; corrupción, al figurar una candidata del equipo de Santiago Abascal en el comité electoral; negación de informar a su candidatura; secreto sobre las cifras de votos previos; amenazas a quienes le apoyasen. Veremos qué dicen los jueces.

Siendo todo eso preocupante, no es lo más grave. Lo peor es que este partido tiene cautiva a la que debería ser la derecha democrática del país, el PP. No se escuchan críticas de Pablo Casado a estos sujetos, salvo el lamento de que aún no estén integrados en su formación.

Al contrario, Vox es el apoyo, el aliado en gobiernos y el hermano de sangre de la actual dirección del PP, según el diseño de Josemari Aznar: la contrafigura ultra de la canciller Merkel, que en vez de aliarse con Alternativa para Alemania, facilita en Turingia la investidura del líder de Die Linke, un partido con izquierdistas y prosoviéticos, lo que no oscurece su DNI democristiano. Alguna rencilla menor con Vox sirve solo para distraer la atención sobre su unidad de destino en lo universal.

De todos los problemas de España, el peor está en la derecha, porque evoluciona mal. Este país afronta un elenco de enredos viscosos, de difícil solución. Uno es el territorial, con la cuestión catalana a la cabeza: pero ha entrado en una fase, aunque confusa, de cierta desinflamación. Otro es el desempleo, que disminuye, aunque sea a menor velocidad. Y el tercero es todavía solo una gran amenaza, el coronavirus y su impacto económico eventualmente recesivo. El peor está en el tándem PP-Vox, Casado-Abascal, porque agrava esos asuntos. Y bloquea las instituciones, encona las divisiones, tensa a la sociedad.

XAVIER VIDAL-FOLCH

https://elpais.com/elpais/2020/03/08/opinion/1583695032_504010.html

martes, 28 de agosto de 2018

“Hay una gran presión económica para hacer obsoletos a los humanos”. En su libro 'Vida 3.0', el profesor del MIT propone argumentos para un debate global que evite que la llegada de la Inteligencia Artificial acabe en desastre.

Cuando el rey Midas le pidió a Dionisio transformar en oro todo lo que tocase cometió un fallo de programación. No pensaba que el dios sería tan literal al concederle el deseo y solo fue consciente de su error cuando vio a su hija convertida en una estatua metálica. Max Tegmark (Estocolmo, 1967) cree que la inteligencia artificial puede presentar riesgos y oportunidades similares para la humanidad.

El profesor del MIT y director del Future of Life Institute en Cambridge (EE UU) estima que la llegada de una Inteligencia Artificial General (IAG) que supere a la humana es cuestión de décadas. En su visión del futuro, podríamos acabar viviendo en una civilización idílica donde robots superinteligentes harían nuestro trabajo, crearían curas para todas nuestras enfermedades o diseñasen sistemas para ordeñar la energía descomunal de los agujeros negros. Sin embargo, si no somos capaces de transmitirle nuestros objetivos con precisión, también es posible que a esa nueva inteligencia dominante no le interese nuestra supervivencia o, incluso, que asuma un objetivo absurdo como transformar en clips metálicos todos los átomos del universo, los que conforman nuestros cuerpos incluidos.

Para evitar el apocalipsis, Tegmark considera que la comunidad global debe implicarse en un debate para orientar el desarrollo de la inteligencia artificial en nuestro beneficio. Esta discusión deberá afrontar problemas concretos, como la gestión de las desigualdades generadas por la automatización del trabajo, pero también un intenso esfuerzo filosófico que triunfe donde llevamos siglos fracasando y permita definir y acordar qué es bueno para toda la humanidad para después inculcárselo a las máquinas.

Estos y otros temas relacionados con la discusión que Tegmark considera más importante para el futuro de la humanidad son los que recoge en su libro Vida 3.0: ser humano en la era de la inteligencia artificial, un ambicioso ensayo que han recomendado gurús como Elon Musk en el que el cosmólogo sueco trata de adelantarse a lo que puede suceder durante los próximos milenios.

Pregunta. Los humanos, en particular durante los últimos dos o tres siglos, hemos tenido mucho éxito comprendiendo el mundo físico, gracias al avance de disciplinas como la física o la química, pero no parece que hayamos sido tan eficaces entendiéndonos a nosotros mismos, averiguando cómo ser felices o llegando a acuerdos sobre cómo hacer un mundo mejor para todo el mundo. ¿Cómo vamos a dirigir los objetivos de la IAG sin alcanzar antes acuerdos sobre estos asuntos?

Respuesta. Creo que nuestro futuro puede ser muy interesante si ganamos la carrera entre el poder creciente de la tecnología y la sabiduría con la que se gestiona esa tecnología. Para conseguirlo, tenemos que cambiar estrategias. Nuestra estrategia habitual consistía en aprender de nuestros errores. Inventamos el fuego, la fastidiamos unas cuantas veces y después inventamos el extintor; inventamos el coche, la volvimos a fastidiar varias veces e inventamos el cinturón de seguridad y el airbag. Pero con una tecnología tan potente como las armas atómicas o la inteligencia artificial sobrehumana no vamos a poder aprender de nuestros errores. Tenemos que ser proactivos.

Es muy importante que no dejemos las discusiones sobre el futuro de la IA a un grupo de frikis de la tecnología como yo sino que incluyamos a psicólogos, sociólogos o economistas para que participen en la conversación. Porque si el objetivo es la felicidad humana, tenemos que estudiar qué significa ser feliz. Si no hacemos eso, las decisiones sobre el futuro de la humanidad las tomarán unos cuantos frikis de la tecnología, algunas compañías tecnológicas o algunos Gobiernos, que no van a ser necesariamente los mejor cualificados para tomar estas decisiones para toda la humanidad.

P. ¿La ideología o la forma de ver el mundo de las personas que desarrollen la inteligencia artificial general definirá el comportamiento de esa inteligencia?
R. Muchos de los líderes tecnológicos que están construyendo la IA son muy idealistas. Quieren que esto sea algo bueno para toda la humanidad. Pero si se mira a las motivaciones de las compañías que están desarrollando la IA, la principal es ganar dinero. Siempre harás más dinero si reemplazas humanos por máquinas que puedan hacer los mismos productos más baratos. No haces más dinero diseñando una IA que es más bondadosa. Hay una gran presión económica para hacer que los humanos sean obsoletos.

La segunda gran motivación entre los científicos es la curiosidad. Queremos ver cómo se puede hacer una inteligencia artificial por ver cómo funciona, a veces sin pensar demasiado en las consecuencias. Logramos construir armas atómicas porque había gente con curiosidad por saber cómo funcionaban los núcleos atómicos. Y después de inventarlo, muchos de aquellos científicos desearon no haberlo hecho, pero ya era demasiado tarde, porque para entonces ya había otros intereses controlando ese conocimiento.

P. En el libro parece que da por hecho que la IA facilitará la eliminación de la pobreza y el sufrimiento. Con la tecnología y las condiciones económicas actuales, ya tenemos la posibilidad de evitar una gran cantidad de sufrimiento, pero no lo hacemos porque no nos interesa lo suficiente o no le interesa a la gente con el poder necesario para conseguirlo. ¿Cómo podemos evitar que eso suceda cuando tengamos los beneficios de la inteligencia artificial?
R. En primer lugar, la tecnología misma puede ser muy útil de muchas maneras. Cada año hay mucha gente que muere en accidentes de tráfico que probablemente no morirían si fuesen en coches autónomos. Y hay más gente en América, diez veces más, que mueren en accidentes hospitalarios. Muchos de esos se podrían salvar con IA si se utilizase para diagnosticar mejor o crear mejores medicinas. Todos los problemas que no hemos sido capaces de resolver debido a nuestra limitada inteligencia es algo que podría resolver la IA. Pero eso no es suficiente. Como dice, ahora mismo tenemos muchos problemas que sabemos exactamente cómo resolver, como el hecho de que haya niños que vivan en países ricos y no estén bien alimentados. No es un problema tecnológico, es un problema de falta de voluntad política. Esto muestra lo importante de que la gente participe en esta discusión y seleccionemos las prioridades correctas.

Por ejemplo, en España, el Gobierno español ha rechazado unirse a Austria y muchos otros países en la ONU en un intento para prohibir las armas letales autónomas. España apoyó la prohibición de armas biológicas, algo que apoyaban los científicos de esa área, pero no han hecho lo mismo para apoyar a los expertos en IA. Esto es algo que la gente puede hacer: Animar a sus políticos para que afronten estos asuntos y nos aseguremos de que dirigimos la tecnología en la dirección adecuada.

P. La conversación que propone en Vida 3.0 sobre la Inteligencia Artificial en el fondo es muy parecida a la que se debería tener sobre política en general, sobre cómo convivimos entre nosotros o como compartimos los recursos. ¿Cómo crees que el cambio en la situación tecnológica va a cambiar el debate público?
R. Creo que va a hacer las cosas más drásticas. Los cambios producidos por la ciencia se están acelerando, todo tipo de trabajos desaparecerán cada vez más rápido. Muchos se ríen de la gente que votó a Trump o a favor del Brexit, pero su rabia es muy real y los economistas te dirán que las razones por las que esta gente está enfadada, por ser más pobres de lo que eran sus padres, son reales. Y mientras no se haga nada para resolver estos problemas reales, su enfado aumentará.

La Inteligencia Artificial puede crear una cantidad enorme de nueva riqueza, no se trata de un juego de suma cero. Si nos convencemos de que va a haber suficientes impuestos para proporcionar servicios sociales y unos ingresos básicos, todo el mundo estará feliz en lugar de enfadado. Hay gente a favor de la Renta Básica Universal, pero es posible que haya mejores formas de resolver el problema. Si los gobiernos van a dar dinero a la gente solo para apoyarles, también se lo puede dar para que la gente trabaje como enfermeros o como profesoras, el tipo de trabajos que se sabe que dan un propósito a la vida de la gente, conexiones sociales...

No podemos volver a los criterios de distribución del Egipto de los faraones, en los que todo estaba en manos de un puñado de individuos, pero si una sola compañía puede desarrollar una inteligencia artificial general, es solo cuestión de tiempo que esa compañía posea casi todo. Si la gente que acumule este poder no quiere compartirlo el futuro será complicado.

P. Si no hacemos nada, ¿cuál serían las principales amenazas provocadas por el desarrollo de la IA?
R. En los próximos tres años comenzaremos una nueva carrera armamentística con armas letales autónomas. Se producirán de forma masiva por los superpoderes y en poco tiempo organizaciones como ISIS podrán tenerlas. Serán los AK-47 del futuro salvo que en este caso son máquinas perfectas para perpetrar asesinatos anónimos. En diez años, si no hacemos nada, vamos a ver más desigualdad económica. Y por último, hay mucha polémica sobre el tiempo necesario para crear una inteligencia artificial general, pero más de la mitad de los investigadores en IA creen que sucederá en décadas. En 40 años nos arriesgamos a perder completamente el control del planeta a manos de un pequeño grupo de gente que desarrolle la IA. Ese es el escenario catastrófico. Para evitarlo necesitamos que la gente se una a la conversación.

https://elpais.com/elpais/2018/08/07/ciencia/1533664021_662128.html

“La gente, estadísticamente, está mejor, pero hay una tremenda cantidad de sufrimiento individual”
“Los expertos se equivocan sistemáticamente”

jueves, 28 de enero de 2016

Alan Turing describió por primera vez en 1936 el concepto de computabilidad y detalló qué problemas puede resolver o no un ordenadorA esta idea, el matemático Stephen Cook (Nueva York, 1939) añadió la eficiencia: saber si un problema se puede resolver en un tiempo asumible —y el tiempo es la clave— es esencial para decidir si merece la pena insistir en solucionarlo o resignarse y buscar una conclusión aproximada. Con esta idea, el matemático ha ganado el Premio Fronteras del Conocimiento de Tecnologías de la Información, otorgado hoy por la Fundación BBVA.

Stephen Cook ha conseguido el galardón por determinar que hay problemas que los ordenadores no pueden resolver de manera eficiente. “En ese caso, lo más inteligente es dejar de intentarlo. Eso permite a los programadores ensayar estrategias mucho más útiles”, explica Cook.

En concreto, el matemático dividió los problemas en dos categorías: los que pueden ser resueltos en un tiempo razonable, a los que llamó P, y aquellos que implicarían tanto tiempo que “el sol se apagaría antes”, a los que llamó NP.

Para estos últimos definió una subclase: los problemas NP-completos. En esta categoría están los enigmas más difíciles que, además, son equivalentes, es decir, que si se hallase una solución para uno de ellos, significaría que existe una solución para todos los demás.

Actualmente, hay miles de problemas NP-completos en ámbitos muy diversos: biología, física, economía, teoría de números, lógica… Un ejemplo es la forma en que las proteínas adquieren su estructura tridimensional, un problema esencial en biologíaOtro es el famoso enigma del viajante: encontrar la ruta más eficiente que debe seguir un repartidor para llegar a todos los destinatarios.

Stephen Cook plantea con esta investigación uno de los grandes Problemas del Milenio, los principales enigmas sin resolver de las matemáticas cuya solución está recompensada con un millón de dólares: ¿existe una solución eficiente para los problemas NP-completos?

Los 45 años de esfuerzos combinados de informáticos y matemáticos no han servido para hallar la solución. La inmensa mayoría de los expertos cree que no hay un algoritmo que resuelva los problemas NP. El Problema del Milenio que planteó Cook se llama P versus NP, es decir, enigmas que tienen solución contra los que no la tienen.

Por ejemplo, en la cuestión del viajante, la única manera de hallar la ruta más rápida para visitar a todos los comerciantes es calcular todas las trayectorias posibles: hay que hacer tantos cálculos que, en la práctica, es irresoluble. El Problema del Milenio planteado por Cook se pregunta si de verdad no existe ninguna manera más rápida, ningún atajo brillante, que permita resolver estos problemas NP-completos.

Si alguien descubriera la fórmula mágica que solucionase un enigma NP-completo, podría solucionarlos todos. Eso comprometería, por ejemplo, los sistemas de encriptado y la seguridad de los bancos e Internet, donde se utilizan problemas NP-completos —que hasta ahora no se pueden resolver— para mantener las claves y las rutas de acceso bajo máxima seguridad.

Stephen Cook es catedrático de Ciencias de la Computación en la Universidad de Toronto (Canadá). Publicó su estudio más influyente en 1971, en el que analizaba e intentaba resolver un problema NP cualquiera. En ese momento no era consciente de cuántos enigmas de ese tipo existían. Solo un año después, otro investigador publicó una lista con 300 problemas NP más. El matemático sabía que el concepto con el que estaba trabajando era interesante, “pero no tenía ni idea de que sería tan importante”, cuenta Cook.

http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2016/01/12/actualidad/1452616109_625533.html

sábado, 7 de noviembre de 2015

Merkel, tenemos otro problema. Y no es Volkswagen…

Las alarmas han vuelto a saltar en Alemania. Si el escándalo de Volkswagen, que está lejos de apaciguarse, ha levantado ampollas en el mundo entero por el trucaje de sus motores para pasar las pruebas de emisiones, ahora es el turno de otra de las grandes compañías alemanas.

Y de esta dependen muchas cosas en toda Europa. Se trata de Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, el cual se encuentra en una situación límite después de haber registrado las mayores pérdidas de su historia durante el tercer trimestre de este año.

En concreto, la entidad ha registrado unos números rojos de más de 6.000 millones de euros tras asumir depreciaciones y amortizaciones, lo que ha dejado sus cuentas al borde del abismo y le ha obligado a tomar decisiones drásticas.

Deutsche Bank ha anunciado un ambicioso plan de reducción de costes que se traduce en 15.000 despidos y el cierre de filiales. De este modo, el banco dejará de operar en países como Argentina, Chile, México, Perú, Dinamarca, Finlandia o Nueva Zelanda.

Por un lado, despedirá a 9.000 empleados a jornada completa y a 6.000 procedentes de contrataciones externas. Asimismo, planea desprenderse de activos por valor de 4.000 millones, todo con el objetivo de ahorrar hasta 3.800 millones hasta 2018. Ah, y dejará a sus accionistas sin dividendo.

¿Un transatlántico a la deriva?
Los directivos de la entidad han admitido que deben simplificar sus procesos y estructura y gestionar el banco con más disciplina. ¿Quiere decir esto que Deutsche Bank ha estado malgastando dinero en operaciones y servicios? ¿Ha vivido por encima de sus posibilidades? ¿Ha desatendido la cúpula sus labores de dirección?

Al respecto nadie ha aclarado nada, pero a tenor de este duro plan de ajuste queda claro que en el gigante alemán hace tiempo que no vienen haciéndose bien las cosas. Y curiosamente, la banca alemana se ha puesto como ejemplo de solvencia durante la crisis, mientras que otras, como la española, la italiana y la griega, eran la antítesis de lo que debe ser un buen banco –en algunos casos, con razón-.

De este modo, con pocos días de diferencia, Angela Merkel se enfrenta a lo que supone ver a otra de las grandes empresas de tu país retratada en la prensa mundial, y no precisamente para bien. En un entorno de ligera recuperación en Europa, Alemania empieza a perder brillo, una decadencia agravada por sus propias compañías. ¿Significa esto que la hegemonía germana comienza a desintegrarse?
http://www.elblogsalmon.com/mercados-financieros/merkel-tenemos-otro-problema-y-no-es-volkswagen

miércoles, 18 de febrero de 2015

Aprendizaje Basado en Problemas: Monográfico Fundación Telefónica

Transformar el currículo para enseñar y aprender a través de la resolución de retos reales. Conectar los aprendizajes con la vida y la sociedad. Incentivar el aprendizaje competencial en los alumnos utilizando estrategias de trabajo cooperativo. Fomentar el uso de competencias del s. XXI como la creatividad, el trabajo autónomo, el espíritu crítico o el diseño de productos de conocimiento a través de herramientas digitales. Dar sentido al rol del docente como guía en los aprendizajes. Incorporar la evaluación en el centro del proceso de aprendizaje…

¿Quieres saber cómo aplicar todos estos conceptos desde una arquitectura pedagógica? No te pierdas este monográfico práctico del Explorador de Innovación Educativa de Fundación Telefónica.
Descárgate el Monográfico Aprendizaje Basado en Problemas

miércoles, 1 de octubre de 2014

Allen France: “Convertimos problemas cotidianos en trastornos mentales”. Catedrático emérito de la Universidad de Duke, dirigió la considerada 'biblia' de los psiquiatras

Allen Frances (Nueva York, 1942) dirigió durante años el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM), en el que se definen y describen las diferentes patologías mentales. Este manual, considerado la biblia de los psiquiatras, es revisado periódicamente para adaptarlo a los avances del conocimiento científico. El doctor Frances dirigió el equipo que redactó el DSM IV, a la que siguió una quinta revisión que amplió considerablemente el número de entidades patológicas. En su libro ¿Somos todos enfermos mentales? (Ariel, 2014) hace autocrítica y cuestiona que el considerado como principal referente académico de la psiquiatría colabore en la creciente medicalización de la vida.

Pregunta. En el libro entona un mea culpa, pero aún es más duro con el trabajo de sus colegas en el DSM V. ¿Por qué?
Respuesta. Nosotros fuimos muy conservadores y solo introdujimos dos de los 94 nuevos trastornos mentales que se habían sugerido. Al acabar, nos felicitamos, convencidos de que habíamos hecho un buen trabajo. Pero el DSM IV resultó ser un dique demasiado endeble para frenar el empuje agresivo y diabólicamente astuto de las empresas farmacéuticas para introducir nuevas entidades patológicas. No supimos anticiparnos al poder de las farmacéuticas para hacer creer a médicos, padres y pacientes que el trastorno psiquiátrico es algo muy común y de fácil solución. El resultado ha sido una inflación diagnóstica que produce mucho daño, especialmente en psiquiatría infantil. Ahora, la ampliación de síndromes y patologías en el DSM V va a convertir la actual inflación diagnóstica en hiperinflación.

P. ¿Todos vamos a ser considerados enfermos mentales?
R. Algo así. Hace seis años coincidí con amigos y colegas que habían participado en la última revisión y les vi tan entusiasmados que no pude por menos que recurrir a la ironía: habéis ampliado tanto la lista de patologías, les dije, que yo mismo me reconozco en muchos de esos trastornos. Con frecuencia me olvido de las cosas, de modo que seguramente tengo una predemencia; de cuando en cuando como mucho, así que probablemente tengo el síndrome del comedor compulsivo, y puesto que al morir mi mujer, la tristeza me duró más de una semana y aún me duele, debo haber caído en una depresión. Es absurdo. Hemos creado un sistema diagnóstico que convierte problemas cotidianos y normales de la vida en trastornos mentales.

P. Con la colaboración de la industria farmacéutica...
R. Por supuesto. Gracias a que se les permitió hacer publicidad de sus productos, las farmacéuticas están engañando al público haciendo creer que los problemas se resuelven con píldoras. Pero no es así. Los fármacos son necesarios y muy útiles en trastornos mentales severos y persistentes, que provocan una gran discapacidad. Pero no ayudan en los problemas cotidianos, más bien al contrario: el exceso de medicación causa más daños que beneficios. No existe el tratamiento mágico contra el malestar.

P. ¿Qué propone para frenar esta tendencia?
R. Controlar mejor a la industria y educar de nuevo a los médicos y a la sociedad, que acepta de forma muy acrítica las facilidades que se le ofrecen para medicarse, lo que está provocando además la aparición de un mercado clandestino de fármacos psiquiátricos muy peligroso. En mi país, el 30% de los estudiantes universitarios y el 10% de los de secundaria compran fármacos en el mercado ilegal. Hay un tipo de narcóticos que crean mucha adicción y pueden dar lugar a casos de sobredosis y muerte. En estos momentos hay ya más muertes por abuso de medicamentos que por consumo de drogas.

P. En 2009, un estudio realizado en Holanda encontró que el 34% de los niños de entre 5 y 15 años eran tratados de hiperactividad y déficit de atención. ¿Es creíble que uno de cada tres niños sea hiperactivo?
R. Claro que no. La incidencia real está en torno al 2%-3% de la población infantil y sin embargo, en EE UU están diagnosticados como tal el 11% de los niños y en el caso de los adolescentes varones, el 20%, y la mitad son tratados con fármacos. Otro dato sorprendente: entre los niños en tratamiento, hay más de 10.000 que tienen ¡menos de tres años! Eso es algo salvaje, despiadado. Los mejores expertos, aquellos que honestamente han ayudado a definir la patología, están horrorizados. Se ha perdido el control.

P. ¿Y hay tanto síndrome de Asperger como indican las estadísticas sobre tratamientos psiquiátricos?
R. Ese fue uno de los dos nuevos trastornos que incorporamos en el DSM IV y al poco tiempo el diagnóstico de autismo se triplicó. Lo mismo ocurrió con la hiperactividad. Nosotros calculamos que con los nuevos criterios, los diagnósticos aumentarían en un 15%, pero se produjo un cambio brusco a partir de 1997, cuando las farmacéuticas lanzaron al mercado fármacos nuevos y muy caros y además pudieron hacer publicidad. El diagnóstico se multiplicó por 40.

P. La influencia de las farmacéuticas es evidente, pero un psiquiatra difícilmente prescribirá psicoestimulantes a un niño sin unos padres angustiados que corren a su consulta porque el profesor les ha dicho que el niño no progresa adecuadamente, y temen que pierda oportunidades de competir en la vida. ¿Hasta qué punto influyen estos factores culturales?
R. Sobre esto he de decir tres cosas. Primero, no hay evidencia a largo plazo de que la medicación contribuya a mejorar los resultados escolares. A corto plazo, puede calmar al niño, incluso ayudar a que se centre mejor en sus tareas. Pero a largo plazo no ha demostrado esos beneficios. Segundo: estamos haciendo un experimento a gran escala con estos niños, porque no sabemos qué efectos adversos pueden tener con el tiempo esos fármacos. Igual que no se nos ocurre recetar testosterona a un niño para que rinda más en el fútbol, tampoco tiene sentido tratar de mejorar el rendimiento escolar con fármacos. Tercero: tenemos que aceptar que hay diferencias entre los niños y que no todos caben en un molde de normalidad que cada vez hacemos más estrecho. Es muy importante que los padres protejan a sus hijos, pero del exceso de medicación.

P. ¿En la medicalización de la vida, no influye también la cultura hedonista que busca el bienestar a cualquier precio?
R. Los seres humanos somos criaturas muy resilientes. Hemos sobrevivido millones de años gracias a esta capacidad para afrontar la adversidad y sobreponernos a ella. Ahora mismo, en Irak o en Siria, la vida puede ser un infierno. Y sin embargo, la gente lucha por sobrevivir. Si vivimos inmersos en una cultura que echa mano de las pastillas ante cualquier problema, se reducirá nuestra capacidad de afrontar el estrés y también la seguridad en nosotros mismos. Si este comportamiento se generaliza, la sociedad entera se debilitará frente a la adversidad. Además, cuando tratamos un proceso banal como si fuera una enfermedad, disminuimos la dignidad de quienes verdaderamente la sufren.

P. Y ser etiquetado como alguien que sufre un trastorno mental, ¿no tiene también consecuencias?
R. Muchas, y de hecho cada semana recibo correos de padres cuyos hijos han sido diagnosticados de un trastorno mental y están desesperados por el perjuicio que les causa la etiqueta. Es muy fácil hacer un diagnóstico erróneo, pero muy difícil revertir los daños que ello conlleva. Tanto en lo social como por los efectos adversos que puede tener el tratamiento. Afortunadamente, está creciendo una corriente crítica con estas prácticas. El próximo paso es concienciar a la gente de que demasiada medicina es mala para la salud.

P. No va a ser fácil…
Leer todo en El País.

La necesidad de medicar
José M. Rubio-Lorente Nueva York, EE UU. 1 OCT 2014.  Carta a El País
Me gustaría dar una opinión profesional en respuesta al doctor Frances sobre la entrevista publicada recientemente en la que habla de la “medicalización” de los problemas cotidianos de la vida. La decisión de “medicar” síntomas como la ansiedad o depresión relacionadas con las dificultades de la vida debe responder a dos preguntas: ¿interfieren lo suficientemente con la vida de la persona como para necesitar ayuda? Así lo reconoce DSM-5. El hecho de que tengan que ver con estresores vitales no los hacen menos síntomas, siempre que interfieran persistentemente con la vida del individuo. En tal caso: ¿existe alguna intervención apropiada para tal diagnóstico? La ciencia demuestra contundentemente la eficacia de ciertos tratamientos para ciertos problemas, pero desafortunadamente la eficacia es cuestionable en otros casos. Como en los trastornos adaptativos o de personalidad, donde dificultades de la vida pueden resultar en síntomas prominentes. Aquí es cuestionable medicar, pero no por falta de necesidad, sino de eficacia.

En la persona está la responsabilidad de afrontar con todos los recursos disponibles las frustraciones y dificultades de la vida. Pero en nosotros los médicos está la de una aplicación responsable de la medicina basada en la ciencia y la ética.

sábado, 24 de mayo de 2014

Una enfermedad llamada paro. Los desempleados tienen más problemas de salud que los ocupados

Hace unos días se publicaron los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) sobre desempleo en España con resultados que arrojan un problema de una magnitud aterradora y de muy difícil solución. Son, estos datos, más fiables que los de paro registrado por el INEM que excluyen a distintos colectivos. Cualquier informe de prospectiva señala que existe un riesgo de desempleo estructural y que aunque la economía crezca, el crecimiento puede ser sin generar empleo, muy especialmente en población poco calificada.

Hace 25 años defendí mi tesis doctoral. Se trataba de un estudio epidemiológico sobre la relación entre el desempleo y el estado de salud, comparando empleados (501) con parados (567) en edad de trabajar del municipio de Madrid, utilizando un cuestionario que se pasó en los domicilios. La variable dependiente era el estado de salud y la independiente la actividad laboral (empelado/desempleado, con/sin subsidio, empleo eventual/estable y duración del desempleo).

Los resultados fueron una mayor prevalencia de problemas de salud percibida y autoinformada en la población de desempleados frente a la de empleados. Los inventarios de síntomas crónicos y agudos también dieron unos resultados peores. Y las puntuaciones en GHQ y NHP fueron mayores (peor salud mental) en los desempleados.

En el análisis del camino crítico efectuado se comprobó los factores que influyen positiva (soporte familiar, social y económico) y negativamente (estrés económico y vital) en la salud de los desempleados.

Se delimitaron poblaciones más vulnerables (varones de edad media e individuos pertenecientes a clases sociales bajas con escasa calificación profesional). Además utilizaban menos y peor los recursos sociosanitarios existentes. Había pues una consistente asociación entre desempleo y salud.

Se precisan otros diseños para probar causalidad. El estrés económico es el que más y mejor nos explicó cómo se llega de una situación a la otra. El soporte familiar amortigua y alivia. Recuerdo que a finales de los 80 del siglo pasado España tenía un paro del 25% y los subsidios no estaban generalizados. 25 años después estamos en una situación parecida. Si repitiéramos el estudio los resultados no diferirían mucho.

Las poblaciones más vulnerables son conocidas: percepción económica agotada, escaso soporte familiar, baja calificación profesional que dificulta empleabilidad y extracción socioeconómica baja. Es aquí donde tienen que ir los recursos públicos tras la austeridad aplicada a los programas de protección social. Y no parece que las políticas vayan en esta dirección.

A continuación, enumeramos posibles amortiguadores necesarios ante una situación tan preocupante como la que tenemos en España y de la que no se vislumbra arreglo en el corto y medio plazo: distribuir recursos sociosanitarios en función de necesidades; mejorar la accesibilidad; entrenar a los profesionales de atención primaria en la detección de problemas de salud con este origen; promover redes de apoyo social y de autoayuda que llenen de un contenido de utilidad el tiempo libre forzoso; recalificación y reciclaje en jóvenes que abandonaron prematuramente los estudios; mejorar las estrategias de búsqueda y creación de empleo a través de la colaboración entre iguales; luchar contra la desconsideración social hacia el desempleo desde las escuelas y disponer de más espacios físicos (culturales, deportivos, recreativos) que faciliten la interacción social. La inacción nos llevara a que nos sorprendan estadísticas como el incremento de suicidios y de determinadas patologías mentales.

Por último, es imperativo sanear el sistema económico y el marco de relaciones laborales. ...
España es el país mas desigual de la UE y el tercero en cuanto a coeficiente de Gini. Dada la tendencia a prolongarse una salida real a la crisis a medio plazo, el Estado debe asegurar la igualdad de oportunidades si quiere evitar la inestabilidad política. También los esfuerzos han de dirigirse a la preservación del Estado del bienestar, adaptándolo al equilibrio entre gastos e ingresos, pero también con un sistema fiscal eficaz y equitativo. Sin sacrificar la equidad, hay que lograr que las clases medias altas y altas se beneficien de este Estado del bienestar, siendo partícipes de un esfuerzo que no vean como algo ajeno para que estén dispuestas a financiarlo y evitar un Estado asistencial. En la UE, si recuperara el liderazgo perdido, habría que preservar en la idea de un modelo que combinara innovación y competitividad con una protección social avanzada. Los países nórdicos lo han hecho con un éxito razonable...
Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/05/20/actualidad/1400599346_595492.html
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